Los mercados de futuros financieros
Los mercados de futuros financieros abren un anorme abanico de posibilidades a nuestros bancos e instituciones en el mercadointernacional, pero su uso, en buena medida, est¨¢ condicionado a una apertura de nuestras finanzas, no s¨®lo desde el punto de vista legal, sino tambi¨¦n operativo, para que nos situemos en condiciones de llevar a cabo este tipo de transacciones con ciertas perspectivas de ¨¦xito.El extraordinario desarrollo de los mercados internacionales de euromonedas y el fuerte endeudamiente exterior de nuestro pa¨ªs, b¨¢sicamente en eurod¨®lares y a un inter¨¦s flotante, hace que la atenci¨®n sobre estos temas haya sido extraordinaria. Pero, l¨®gicamente, la utilidad de los mercados de futuros no se centra en ese cap¨ªtulo, para el que ya existe espec¨ªficamente el mercado interbancario, sino que ofrece toda una gama de posibilidades de arbitraje a quienes operan en los mercados internacionales.
Los recientes acontecimientos mundiales han puesto de manifiesto que el juego del costo del dinero en los diferentes mercados posee efectos inducidos sobre todos los dem¨¢s y que ya no es concebible una econom¨ªa aislada en s¨ª misma, sobre todo desde que el r¨¦gimen de flotaci¨®n de monedas se ha impuesto en el mundo a partir de la d¨¦cada de los setenta.
Los mercados financieros surgieron, a partir de 1975, en Estados Unidos con diversas modalidades, como los certificados hipotecarios (GNMA), los Bonos del Tesoro (Treasury Bills) y los T. Bonds, pero se han extendido a un contrato que podr¨ªa ser crucial en los intereses financieros internacionales, que es el contrato de eurod¨®lares.
Los mercados han pasado ya la fase de experimentaci¨®n, pero a¨²n existen, situaciones t¨¦cnicas que condicionan el alcance de la cobertura de riesgo que se pretende realizar, ya que sus tasas divergen en algunos casos del mercado interbancario, lo que en muchas ocasiones es fuente de arbitrajes, pero que, a efectos pr¨¢cticos, delimita el alcance de la protecci¨®n.
?C¨®mo es que estos mercados se est¨¢n popularizando en el mundo? En primer lugar, por un motivo de liquidez. En los mercados de futuros las posiciones se liquidan inmediatamente sin tener que. esperar a, su fecha de madurez, como es el caso en el mercado interbancario.
?Qu¨¦ inter¨¦s tendr¨¢n, pues, para Espa?a los mercados de futuros? Nuestras transacciones financieras con el exterior podr¨¢n enriquecerse con estos mercados, ya que podr¨¢n servir a los operadores internacionales como instrumentos de arbitraje, como elementos suministradores de liquidez y como veh¨ªculo de ampliaci¨®n de la capacidad de pr¨¦stamos de una entidad financiera. La congelaci¨®n en los mercados de futuros de una posici¨®n de tasa de inter¨¦s. permite extender l¨ªneas' de cr¨¦dito a ese nivel temporalmente hasta consolidar definitivamente un pr¨¦stamo. Esto es f¨¢ctible, sobre todo, en el mercado de euromonedas, donde los requerimientos de reservas no se producen con las restricciones del mercado de cr¨¦ditos nacionales y, por tanto, el factor riesgo es una opci¨®n a asumir voluntariamen1je por las entidades que en ¨¦l operan y con la cautela que ellos elijan.
Merece especial menci¨®n en este tema el International Monetary Market de Chicago, que, como Bolsa organizada, ofrece una gran gama de posibilidades a la hora de cubrir los tipos de inter¨¦s. Su objetivo, naturalmente, es el proporcionar una protecci¨®n frente al riesgo. Este mercdo abri¨® sus puertas en mayo de 1972 y realiza transacciones en libras esterlinas, marcos alemanes, francos suizos, florines holandeses, pesos mejicanos, francos franceses, d¨®lares canadienses y yens japoneses. Esta gama de monedas fluct¨²an en la actualidad en funci¨®n de unas magnitudes econ¨®micas aut¨®nomas, una vez perdida la estructura b¨¢sica que prevaleci¨® tras los acuerdos de Bretton Woods.
No faltar¨¢ quien haga notar que el factor especulativo tenga su presencia en estos mercados y, naturalmente, ser¨ªa dif¨ªcil con cebir c¨®mo unas actividades eco n¨®micas tan sensibles como las monedas o los tipos de inter¨¦s pudieran quedar totalmente al margen de los movimientos es peculativos. Pero los instrumentos de que se trata tienen una ex traordinaria solidez, como es el caso de los Bonos del Tesoro (Treasury Bills) que no es otra cosa que la deuda a corto plazo del Tesoro de Estados Unidos, cuya transacci¨®n capacita a los administradores financieros a 1 proteger las tasas de sus empr¨¦stitos y de sus inversiones.
La volatilidad monetaria en que vivimos obliga hoy al inversor a estar al tanto de unas t¨¦cnicas anticipatorias que le permitan barruntar los riesgos ante los que se encuentra. De hecho, los tipos de inter¨¦s no terminan en la actualidad por bajar, ya que los operadores internacionales y, en particular los bancos, incluyen en sus tipos de inter¨¦s las expectativas de inflaci¨®n, por lo que, en la medida en que estas expectativas se mantengan altas, los intereses, parad¨®jicamente, seguir¨¢n siendo altos y alimentando, a su vez, la inflaci¨®n.
Ser¨ªa dif¨ªcil hoy concebir la vida agr¨ªcola internacional sin los mercados de futuros, y al ritmo que va el desarrollo de las operaciones del mercado de futuros financieros, podemos anunciar que dentro de poco ser¨¢ dif¨ªcil concebir la vida financiera internacional sin estos instrumentos.
Las fluctuaciones de los tipos de inter¨¦s ser¨¢n, de aqu¨ª en adelante, un hu¨¦sped permanente de nuestra vida econ¨®mica y, junto a ¨¦l habremos de encontrar, como compa?ero, inseparable la volatilidad del tipo de cambio de la moneda.
A estas dos variables se dirigen los futuros financieros, que suplementar¨¢n y enriquecer¨¢n las funciones que hoy desempe?a de forma primordial el mercado interbancario.
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