El doctor Rivera y los m¨¦dicos

Ante las recientes declaraciones del doctor Ramiro Rivera aparecidas en la Prensa con motivo de su reciente nombramiento de presidente del Consejo General de Colegios M¨¦dicos, los abajo firmantes, todos m¨¦dicos en activo, nos sentimos obligados. a hacerle una serie de puntualizaciones.En primer lugar, suponemos que tiene que ser una gran paradoja para el ciudadano de la calle el que una persona con recientes e importantes acusaciones por un organismo oficial como es la Diputaci¨®n Provincial de Madrid resulte posteriormente nombrado para un cargo a priori de alto nivel y de un ¨¢mbito nacional antes de que los tribunales hayan dictaminado su culpabilidad o inocencia.

Dice usted que un m¨¦dico que no sea catedr¨¢tico o jefe de servicio, que no tenga prestigio o clientela es un m¨¦dico frustrado. Bien; usted es libre de decir todos los disparates que quiera, y probablemente esas afirmaciones le definen a usted m¨¢s que a nadie. Entend¨¢monos. Nosotros nos sentimos profesionales de los pies a la cabeza, y es muy posible que existan diferencias abismales entre nuestra concepci¨®n del ejercicio de la medicina y de la actividad profesional diaria entre m¨¦dicos como usted y nosotros. Nos enorgullece que haya mucha diferencia.

Mire, doctor Rivera: nosotros defendemos la sanidad p¨²blica, entendiendo por ello (ya lo hemos dicho antes) un sistema de salud de calidad, costeado por todos y para todos y que atienda al ciudadano de forma eficaz, independientemente de sus posibilidades econ¨®micas. Reivindicamos una administraci¨®n sanitaria limpia, eficaz, ¨¢gil y burocratizada al m¨ªnimo. Rechazamos las irregularidades y, en algunos casos, las corrupciones que se publican tan frecuentemente en los ¨²ltimos tiempos en los centros sanitarios espa?oles y rechazamos a sus protagonistas. No nos asustan los controles de horario ni los de calidad ni las inspecciones de verdad -no las de pacotilla- de los centros p¨²blicos o de los concertados. Reivindicamos las incompatibilidades rigurosas y una remuneraci¨®n adecuada para el m¨¦dico, y, por supuesto, no nos da miedo una alternativa de gobierno seria que haga cumplir con firmeza lo expuesto, sino que lo deseamos.

No podemos tomar en serio lo que usted dice de que "el dise?o de la reforma sanitaria debe ser trazado por la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial y que la Administraci¨®n debe de entender esa base de dise?o". La Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial no gobierna este pa¨ªs para atribuirse el derecho de hacer reformas sanitarias. Pres¨¦ntese a las pr¨®ximas elecciones generales con su grupo pol¨ªtico si quiere, y entonces veremos; pero, por favor, no nos haga re¨ªr. ?A usted lo han elegido veinti¨²n votos y ya quiere hacer leyes y reformas!

Y a prop¨®sito. No se le ocurra, en el futuro, hacer afirmaciones en nombre de "los m¨¦dicos espa?oles". Se lo exigimos. En sus elecciones hab¨ªa 52 votantes, no 80.000. Usted no representa al estamento m¨¦dico, sino a una parte de ¨¦l, probablemente con unos intereses concretos y definidos. Y si usted contin¨²a por la l¨ªnea que se vislumbra, nos va a tener enfrente de forma decidida. Le queremos comunicar que no nos vamos a quemar. A pesar de los golpistas, los feudalismos, los privilegios y las irregularidades, este pa¨ªs va a cambiar, dado que asumimos que una mayor¨ªa de los espa?oles est¨¢ por ese cambio.

Y un sistema sanitario parecido al anteriormente esbozado formar¨¢ parte de esos cambios. Ya lo ver¨¢. /

y 15 firmas m¨¢s. Facultativos de la Residencia de Algeciras (C¨¢diz).