Atr¨¢s quedan las familias

Cuando todas las partes incluidas en el acuerdo Habib para la retirada palestina dijeron OK, qued¨® al descubierto un drama a?adido al de la di¨¢spora: la separaci¨®n familiar. No obstante, para los militantes del Ej¨¦rcito de Liberaci¨®n de Palestina (ELP) no hay problemas, porque sus familias residen en los diversos pa¨ªses ¨¢rabes desde, los que llegaron para combatir.Yusef es un combatiente del Frente Popular de Georges Habache, tiene 35 a?os, esposa y una hija, que ser¨¢n cuidadas por unos amigos libaneses "Conf¨ªo", dice, "en que se llegue a un acuerdo internacional". Y deja entrever la posibilidad de que pasado, alg¨²n tiempo, por extra?os m¨¦todos, su familia se re¨²na con ¨¦l en Siria.

Otro joven miliciano, que no desea dar su nombre, explica que algunos compa?eros de sean volver a L¨ªbano transcurridos algunos meses, algunos con la intenci¨®n de establecerse pac¨ªficamente.

Gran parte de los hu¨¦rfanos ser¨¢ acogida por distintos pa¨ªses, como es el caso de Cuba, y determinadas familias quedar¨¢n en manos de los organismos internacionales hasta que llegue la ansiada reunificaci¨®n

Sin embargo, el gran drama de una separaci¨®n familiar de car¨¢cter gigantesco se ha evitado, al poderse quedar en el pa¨ªs todos aquellos palestinos con pasaporte liban¨¦s.

Son los propios palestinos quienes parecen dar una importancia secundaria a la separaci¨®n. Ciertamente, hay l¨¢grimas en las despedidas cotidianas, pero cuando un fedayin que sal¨ªa hacia Yemen del Sur entreg¨® desde el cami¨®n su kalashnikov a una peque?a, que lo atesora como si fuese una mu?eca, se puede comprender que ¨¦ste es el v¨ªnculo de la resistencia, a pesar de las distancias.

Nabir, un combatiente del Frente Marxista de Nayef Hawameh, de veintid¨®s a?os, que trabaja de sastre en Damasco y que est¨¢ a punto de abandonar L¨ªbano, explica que la historia palestina "est¨¢ hecha de despedidas y nuevos encuentros en los combates siguientes".