La URSS campeona del mundo por un punto
Veinticuatro mil personas vibraron con fuerza, puestos en pie, durante los ¨²ltimos segundos de la final de la novena edici¨®n del Mundial que se adjudic¨® la Uni¨®n Sovi¨¦tica al vencer a Estados Unidos por 95 a 94. En el descanso ganaban los norteamericanos por 49-47. No se puede pedir m¨¢s de una final mundial. Hubo de todo. Emoci¨®n, calidad, nervios, tensi¨®n, incidentes y pasi¨®n en las gradas. El p¨²blico se inclin¨® en mayor¨ªa por el conjunto norteamericano que, indudablemente, ofreci¨® un gran espect¨¢culo.Pudo ganar Estados Unidos. Su baloncesto es de muchos m¨¢s quilates que el sovi¨¦tico qu¨¦ volvi¨® a tropezar con el problema de la envergadura y los cent¨ªmetros. Su actuaci¨®n en el partido de ayer merece todos los elogios por la valent¨ªa que pusieron en la lucha unos muchachos j¨®venes ante unos grandes profesionales de este deporte.
Gomelski no hizo naturalmente defensa individual, como en el partido que entreg¨® en el primer confrontamiento del pasado jueves. Altern¨® todo tipo de zona, pero preferentemente aplic¨® la 2-3. Durante bastantes minutos del primer tiempo plante¨® una defensa mixta con Valter sobre Rivers, la gran estrella del Mundial, y los otros cuatro en zona, casi en l¨ªnea. En principio esto le dio resultado, pero, poco a poco, la t¨¦cnica individual de los estadounidenses rompi¨® la defensa sovi¨¦tica. De ah¨ª que Gomelski cambiara constantemente el tipo de zona para intentar pararlos. Lo que no le result¨® f¨¢cil, porque los norteamericanos hicieron muchos puntos en preciosos y espectaculares contraataques que en m¨¢s de una ocasi¨®n levantaron al p¨²blico de los asientos.
Los norteamericanos defendieron siempre individualmente y durante casi todo el segundo tiempo presionaron. A¨²n cuando el marcador le fuera favorable no dejaron de arriesgar, y a punto estuvieron de obtener su premio, ya que faltando nueve segundos perd¨ªan por un punto, el marcador final, y recuperaron el bal¨®n. Hicieron dos lanzamientos entre un tremendo delirio del p¨²blico. Pero el bano quiso entrar.
Gomelski volvi¨® a ser el gran protagonista pero, como casi siempre, en sentido negativo. Su equipo era el gran favorito y el t¨¦cnico sovi¨¦tico no supo hacerlo valer.
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