El Papa visita la Rep¨²blica de San Marino, gobernada por comunistas y socialistas
San Marino, la menor y m¨¢s antigua rep¨²blica del mundo, ofreci¨® el domingo a Juan Pablo II una recepci¨®n pintoresca, como el decorado de una opereta, pero seria y digna, como lo exigen su independencia y tradiciones quince veces seculares.
Los 20.000 habitantes, conocidos en el pasado por su anticlericalismo, y votantes socialistas y comunistas en su mayor¨ªa, recibieron calurosamente al primer jefe de la Iglesia que se desplaza en visita oficial a su pa¨ªs, de una superficie de 61 kil¨®metros cuadrados, constituido hace 1.681 a?os sobre tres monta?as de setecientos metros de altitud en los confines de los Apeninos, a medio camino entre Roma y Venecia.Simples y directos, como las gentes de la Roma?a, la regi¨®n italiana que rodea el peque?o Estado, los sanmarinenses hab¨ªan tapizado sus callejuelas con carteles de bienvenida, tales como "Hola, Papa". En cambio, el ceremonial de recepci¨®n oficial fue el m¨¢s solemne que contempla el protocolo de la Rep¨²blica: veinti¨²n ca?onazos, tres toque de trompeta e interpretaci¨®n de los himnos nacionales.
El jefe de la Iglesia no olvid¨® besar el suelo cuando descendi¨® del helic¨®ptero, antes de estrechar la mano de los dos capitanes regentes, el antiguo alba?il y vendedor de peri¨®dicos Giuseppe Maiani, ¨²nico jefe de Estado comunista de Europa occidental, y el dirigente del partido socialista Marino Venturini.
En !u respuesta al saludo que le dirigieron, Juan Pablo Il afirm¨® que "se debe concebir la responsabilidad espec¨ªfica de la autoridad pol¨ªtica como un noble servicio a la libertad y la justicia, en cuanto su fin esencial es el bien com¨²n y se legitima, como todas las dem¨¢s realidades de la vida colectiva, solamente con el respeto de la inviolable dignidad del hombre".
Creaci¨®n de una di¨®cesis en San Marino
El Papa pas¨® revista a continuaci¨®n a las fuerzas armadas de San Marino, los guardias de la fuerza de tierra y los soldados de la milicia, en uniforme de gala, los guardias nobles armados de sables y los alabarderos, capaces a¨²n hoy de traspasar una coraza a 35 metros de distancia.Juan Pablo ll mantuvo luego una entrevista privada con los dos capitanes regentes, que trat¨® de la posible creaci¨®n de una di¨®cesis sanmarinense independiente y del proyecto de elevar la legaci¨®n de San Marino ante la Santa Sede al rango de embajada. San Marino mantiene relaciones diplom¨¢ticas con Italia, la Santa Sede, la Orden de Malta, Suiza y Francia.
En la homil¨ªa de la misa celebrada ante unos diez mil fieles reunidos en el estadio, el Soberano Pont¨ªfice se refiri¨® al "mensaje cristiano de la libertad". Observ¨® que las instituciones sanmarinenses "han sabido desafiar los siglos, fieles a s¨ª mismas y a la vez adecu¨¢ndose a los nuevos tiempos" y record¨® las ¨²ltimas palabras que, seg¨²n la tradici¨®n, pronunci¨® el santo Marino antes de morir: "Hijos, os dejo libres".
Mas adelante hizo alusi¨®n a "las actuales amenazas a la libertad cristiana", tales como "la visi¨®n atea de la vida, el divorcio, el aborto, el rechazo de la procreaci¨®n". Exist¨ªa en sus palabras una invitaci¨®n impl¨ªcita para que el peque?o Estado, cuya legislaci¨®n no contempla el derecho al divorcio, no modifique sus c¨®digos en ese punto.
Antes de la despedida, el Papa rez¨® el Angelus desde el altar y concluy¨® invitando a los habitantes de San Marino a "usar siempre rectamente la libertad, seg¨²n la ley de Dios y la mejor tradici¨®n de vuestra rep¨²blica".
Terminado su viaje n¨²mero quince al extranjero, el Papa regresaba a mediod¨ªa a Italia para trasladarse a R¨ªmini, capital del turismo en la costa adri¨¢tica, y almorzar en el arzobispado. Su jornada finalizaba ayer en un encuentro con el movimiento cat¨®lico Comuni¨®n y Liberaci¨®n y una misa celebrada en el puerto.
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