'Vida / Perra, imagen y sociolog¨ªa de la soledad
Vida / Perra, la pel¨ªcula de Javier Aguirre basada en la novela de Angel V¨¢zquez La vida perra de Juanita Narboni, a pesar de ser la cr¨®nica de una solterona, no tiene nada que ver con un filme sociol¨®gico. De lo que se trata en ella es de una peregrinaci¨®n verbal en pos de esa ¨²ltima estancia de la vida que es la soledad. La soledad conduce a la locura, o quiz¨¢ la soledad proviene de la locura. Es igual. La cuesti¨®n estriba en que Vida / Perra es la historia de una soledad y no el caso cl¨ªnico de un desequilibrio mental. Los dos grandes temas de la literatura han sido siempre, adem¨¢s del amor, la soledad y la muerte; pues bien, en este sentido, la pel¨ªcula de Javier Aguirre es esencial, va al fondo de las cosas desde un presupuesto de sobriedad absoluta, jug¨¢ndowe1 todo por el todo.?C¨®mo describe Aguirre este camino de la soledad? De manera estricta, sin doblegarse nunca. Juanita Narboni, ¨²nico personaje de la pel¨ªcula, siente una inclinaci¨®n subterr¨¢nea hac¨ªa la muerte. Una atracci¨®n morbosa que se traduce, entre otras cosas, en una predilecci¨®n por los cementerios, por m¨¢s que ¨¦stos sean limpios y soleados. Lo que hace Juanita es dar vueltas alrededor de s¨ª misma, fabricarse recovecos y c¨ªrculos conc¨¦ntricos para que su viaje dure m¨¢s y le permita un mayor regodeo. As¨ª, Vida / Perra es una obra redonda, circular. Lo que s¨ª est¨¢ claro es que la pel¨ªcula de Javier Aguirre es de largo recorrido: el camino de la soledad, que no es otro que el de la muerte.
Juanita Narboni se ofrece, ¨²nica, en sus peculiares juegos, en los que implica a los habitantes de la casa deshabitada, el padre, la madre, la hermana. A lo largo del trayecto, los habitantes van evapor¨¢ndose, inclusive los comparsas de ¨²ltima hora que nos sirven para progresar en la ruta fantasmag¨®rica. Y es que, como dice Unamuno, "la absoluta, la completa, la verdadera soledad consiste en ni estar ni aun consigo mismo". Este es el aut¨¦ntico final. Por eso Juanita va abandonando a los seres que la acompa?an hasta quedarse sola, hasta que sus propias palabras le van fallando y la casa se desmorona sobre ella. De esta forma, Juanita Narboni se pierde a s¨ª misma, su identidad, justamente cuando desesperadamente advierte que en su memoria se ha borrado el rostro de la madre. Juanita ha terminado perdiendo la memoria, ha llegado el fin.
D¨¦dalo de personajes
Quiz¨¢ lo m¨¢s impresionante de esta pel¨ªcula sea la interpretaci¨®n de Esperanza Roy. No es cuesti¨®n de hablar aqu¨ª de m¨¦todos interpretativos. M¨¢s vale resaltar que lo que Esperanza interpreta no es un personaje, sino un d¨¦dalo de personajes en un extra?o fest¨ªn, en el que hay dudas sobre la existencia de unos y de otros. Es m¨¢s, la actriz no encarna unas acciones externas: desarrolla, en un ins¨®lito espect¨¢culo, unas vivencias internas sin m¨¢s utensilio que la palabra. S¨®lo la palabra para permanecer en pie y ¨²nicamente la palabra para que todo vaya desmoron¨¢ndose en una atm¨®sfera inactiva.
Hay que decir, en rigor, que el protagonista de esta pel¨ªcula es la palabra (no el texto), independiza da de la novela original. La palabra se hace aut¨®noma, cobra entidad propia y condiciona la tecnolog¨ªa de la interpretaci¨®n y de la direcci¨®n. ?C¨®mo decir que esta es una palabra cinematogr¨¢fica? No estamos ante un ejercicio literario ni en presencia de un bello resucitado. La palabra de Vida perra es gen¨¦ricamente cinematogr¨¢fica, as¨ª est¨¢ encarnada; imagen y palabra son la misma cosa.
La base de la interpretaci¨®n de Esperanza Roy reside en que no trata de sentir un texto al estilo convencional. Aqu¨ª parece en cada momento estar siendo la autora de cada palabra, la generadora de frases, ritmos, espacios.
Es esta una interpretaci¨®n de rostro. Pr¨¢cticamente se nos instala desde el comienzo en el rostro de Esperanza Roy, incluso cuando la vemos de cuerpo entero. Pero todos los encuadres conducen a su rostro como si ¨¦ste fuera el espacio propio de la pel¨ªcula. As¨ª, el festival de ambig¨¹edad que es este filme queda maravillosamente reflejado en el semblante m¨²ltiple de la actriz. No hay aspavientos, dislocaciones del dramatismo; todo es sereno, modesto, cada rictus, cada visaje; las violencias van en profundidad, los diferentes rostros se suceden a s¨ª mismos casi sin que nos demos cuenta.
Por otro lado est¨¢ el tiempo, para que su sutil juego de espejos ponga las cosas m¨¢s dif¨ªciles. Si hasta ahora he concluido que Juanita Narboni vive rodeada de habitantes en una casa deshabitada, y que est¨¢ en cuarentena su propia identidad, desde el punto de vista temporal, la relaci¨®n pasado/present¨¦ adquiere tales contrastes que a veces parecen destruirse mutuamente. La palabra no ayuda a clarificar. La. utilizaci¨®n de un presente enga?oso secuestra las posibilidades de pasado y futuro.
Una obra de pareja
Esta pel¨ªcula, tan anticonvencional por tantos conceptos, es una obra de pareja. Aqu¨ª no hay comunidad, sino una relaci¨®n entre creador y criatura, cuyas respectivas existencias se condicionan mutuamente.
En apariencia, la realidad de uno supone la desaparici¨®n del otro. Da la impresi¨®n de que el creador-director se ha esfumado voluntariamente para que todo el campo sea ocupado por el trabajo de la int¨¦rprete. Esta complicada asunci¨®n de papeles es de gran trascendencia, porque condiciona la direcci¨®n de la pel¨ªcula desde el punto de vista t¨¦cnico.
Todas estas observaciones, naturalmente, no dejan de ser sino met¨¢foras para mostrar de qu¨¦ manera el director, adem¨¢s de creador, es providencia, y parad¨®jicamente no s¨®lo no abandona a su criatura, sino que est¨¢ sobre ella de manera total y contumaz. Lo que ha querido el director con su ocultamiento es resaltar el valor del personaje para que Vida / Perra aparezca al ciento por ciento como un filme de interpretaci¨®n. Insisto en la sabidur¨ªa del director al saberse esconder, sin perder en ning¨²n momento el control y ajustando lo que hubo en su cabeza con lo trasladado a la realidad de Juanita Narboni.
Por eso hablaba antes de pareja. La reciprocidad de ambos trabajos es tan evidente que, si no fuera por pudor, habr¨ªa que referirse a la s¨ªntesis hegeliana para explicar c¨®mo dos fuerzas opuestas se atraen para conseguir un algo nuevo, producto o cosa art¨ªstica llamada Vida/ Perra.
Babelia
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