Fallece el ex dirigente polaco Gomulka, responsable de las matanzas de obreros en las huelgas del B¨¢ltico de 1970
En la madrugada de ayer, 1 de septiembre, muri¨® en Varsovia, a los 77 a?os, Wladislaw Gomulka primer secretario del Partido Obrero Unificado Polaco (POUP, comunista) de 1956 a 1970, y que en su carrera pol¨ªtica pas¨® desde las c¨¢rceles estalinistas a responsable de las matanzas de obreros en el B¨¢ltico, en 1970.
Gomulka fue una de las figuras del llamado socialismo real, y su muerte se produjo el mismo d¨ªa en que Polonia conmemora el 43? aniversario del comienzo de la segunda guerra mundial y cuando los enfrentamientos entre a polic¨ªa y los manifestantes sacud¨ªan al pa¨ªs.El antiguo dirigente del POUP, que ahora preparaba sus memorias, desapareci¨® de la vida pol¨ªtica a consecuencia de los sucesos de diciembre de 1970, cuando en las ciudades de la costa del B¨¢ltico la polic¨ªa y el Ej¨¦rcito dispararon sobre los obreros en huelga, que hab¨ªan empezado a incendiar las casas del partido. El balance de los sucesos fueron varias docenas de muertos, sin que se pueda saber la cifra exacta sobre la que nunca se lleg¨® a un acuerdo. En el monumento inaugurado en diciembre de 1980, a la puerta de los astilleros Lenin, en Gdansk, se dej¨® un hueco en el lugar reservado para los nombres.
Aquellos sucesos del B¨¢ltico acabaron con la carrera pol¨ªtica de Gomulka, que desde muy joven se sum¨® al movimiento obrero polaco, cuando trabajaba en las refiner¨ªas de petr¨®leo de la zona de Krosno, en Galitzia, a comienzos de los a?os veinte. A los diecinueve a?os, Gomulka fue ya expulsado de la organizaci¨®n juvenil socialista, por "desviacionismo izquierdista".
En 1926 Gomulka abandon¨® el partido socialista y entr¨® en el comunista. Una condena a siete a?os de c¨¢rcel le libr¨® de ser v¨ªctima de la purga del partido, al que Stalin acus¨¦ de trotskista durante la ocupaci¨®n nazi de Polonia. Gomulka organiz¨® de nuevo el partido comunista; en la resistencia se hizo famoso con el nombre de Wieslaw, y lleg¨® a ocupar la secretar¨ªa general del partido en la clandestinidad. En el Gobierno provisional formado por los comunistas en Lublin, en la zona liberada por el Ej¨¦rcito Rojo, Gomulka ocup¨® el puesto de viceprimer ministro. Las posiciones nacionalistas de Gomulka entraron en conflicto con los comunistas de orientaci¨®n estalinista procedentes de Mosc¨², el grupo de Boleslaw Bierut, que acus¨® a Gomulka de "desviacionismo derechista y oportunismo en la cuesti¨®n agraria". En la campa?a contra Gomulka se le lleg¨® a acusar de haber entregado a los nazis al dirigente comunista polaco Pawel Finder.
En esta lucha interna, Gomulka perdi¨® todos sus puestos y fue encarcelado en julio de 1951. En el deshielo que sigui¨® a la muerte de Stalin, Gomulka sali¨® de la c¨¢rcel y pudo trabajar de agente de seguros, hasta que la muerte de Bierut, en 1956, le abri¨® el camino hacia la rehabilitaci¨®n.
El 'octubre polaco'
Despu¨¦s de la rebeli¨®n obrera de Poznan, en 1956, y dentro del clima antiestalinista del XX congreso del partido comunista sovi¨¦tico, Gomulka se present¨® ante el pueblo polaco como la esperanza de una nueva ¨¦poca de reformas y de un comunismo nacional. Fue la ¨¦poca del octubre polaco. Centenares de miles de personas se manifestaron en Varsovia al regreso de su destierro del primado cat¨®lico, cardenal Stefan Wyszynski. Gomulka dio marcha atr¨¢s en la cuesti¨®n agraria y devolvi¨® la tierra a los agricultores privados, pero este camino independiente y de comunismo nacional qued¨® cortado pronto.
Los acontecimientos de Hungr¨ªa en 1956, que comenzaron como apoyo al octubre polaco, le obligaron a frenar la marcha hacia la liberalizaci¨®n del r¨¦gimen. El pueblo polaco sufri¨® una" nueva decepci¨®n y muchos quedaron convencidos de que el camino de la liberalizaci¨®n tendr¨ªa que realizarse al margen del partido.
El a?o 1968 trajo una importante revuelta estudiantil en el mes de marzo, que el partido liquid¨® con una ola de persecuciones contra intelectuales y estudiantes. A pesar de estar casado con una jud¨ªa, Gomulka toler¨® una violenta campa?a contra los jud¨ªos, que fue dirigida por el ministro del Interior, un antiguo compa?ero de lucha de la resistencia antinazi, el general Mieczyslaw Moczar. En las discusiones sobre la primavera de Praga, dentro de los pa¨ªses del Pacto de Varsovia, Gomulka fue uno de los m¨¢s duros acusadores contra Alexander Dubcek y decidido partidario de la invasi¨®n, en la que intervinieron los paracaidistas del Ej¨¦rcito polaco.
Dos a?os m¨¢s tarde, los acontecimientos del B¨¢ltico acabaron con la carrera de Gomulka. Dentro del POUP, una alianza electoral entre el general Moczar y Edvard Gierek derrib¨® a Gomulka, que fue un dirigente austero y al que no se le puede imputar corrupci¨®n.
Sobre su responsabilidad en la matanza de obreros de diciembre de 1970 hay versiones diferentes, pero parece que Gomulka, el antiguo comunista nacionalista, pidi¨® una intervenci¨®n de las tropas sovi¨¦ticas. Los dirigentes de la Uni¨®n Sovi¨¦tica se negaron, tan s¨®lo dos a?os despu¨¦s de la invasi¨®n de Checoslovaquia, y dejaron que el Gobierno polaco resolviese la situaci¨®n.
A la ca¨ªda de Gierek, al descubrirse la magnitud de la corrupci¨®n de todo el r¨¦gimen, se extendi¨® en Polonia una especie de nostalgia de la era Gomulka. Entre la gente se o¨ªan frases como "no era tan malo", y el partido rehabilit¨® en los ¨²ltimos meses su figura.
Stefan Olszowski pronunci¨® un discurso en el que habl¨¦ de la "verdadera renovaci¨®n" de octubre de 1956. El general Jaruzelski le visit¨® durante su enfermedad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.