Los partidos del centro y la derecha, sumidos en el caos de la b¨²squeda de alianzas

Cuatro partidos del centro y la derecha -Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD), Alianza Popular (AP), Partido Dem¨®crata Popular (PDP) y Partido Dem¨®crata Liberal (PDL)- tienen paralizada la confecci¨®n de sus candidaturas electorales hasta que no se aclare el complejo tema de las alianzas. Fraga quiere ser el l¨ªder indiscutible de los cuatro partidos. Por algo, asegura, "Afianza Popular es el ¨²nico partido fuerte y en alza, y los dem¨¢s, o no est¨¢n todav¨ªa implantados, debido a su reciente creaci¨®n, o est¨¢n en pleno proceso de derribo, como es el caso de UCD".

En la sede de AP se oyeron carcajadas cuando cierto sector centrista (Alvarez, Arias, Lamo...) les transmiti¨® el mensaje de que estar¨ªa muy bien una coalici¨®n UCD-AP siempre y cuando Landelino Lavilla fuera en el n¨²mero uno de la lista de Madrid y Fraga en el segundo. El pol¨ªtico gallego dice que est¨¢ dispuesto a sacrificarse, pero no si el sacrificio resta votos.Antonio Garrigues, una vez desplazado de UCD su enemigo Adolfo Su¨¢rez, aspira a ocupar el centro, y la coalici¨®n PDL-UCD ha sido el tema central de sus ¨²ltimas conversaciones con Landelino Lavilla. Sin embargo, la negativa centrista a igualar las siglas de ambos partidos en los carteles electorales ha desanimado a Garrigues, quien parece haber iniciado otra estrategia.

As¨ª, Manuel Fraga pudo decir en tono triunfal a los informadores, en una cena celebrada ese mismo d¨ªa, que Garrigues le hab¨ªa pedido una entrevista urgente, "y eso puede: cambiar mucho las cosas". Un pol¨ªtico muy vinculado al l¨ªder liberal revelaba ayer a este peri¨®dico que probablemente tal llamada pod¨ªa responder m¨¢s a una jugada de farol, destinada a subir su cotizaci¨®n ante Lavilla, que a un sincero sentimiento de coalici¨®n.

De todas maneras, en un gesto de prudencia, este mismo pol¨ªtico a?ad¨ªa: "Tambi¨¦n podr¨ªa ser que Garrigues piense ahora que es mejor unirse a Fraga que facilitar la victoria del PSOE".

El tema de fondo que subyace tras el problema, aparentemente trivial, de la supremac¨ªa de la siglas UCD o PDL es la resoluci¨®n del Consejo Pol¨ªtico centrista que prohibe las coaliciones electorales nacionales. "El verdadero temor de Lavilla", se?alaba un dirigente democristiano, "es convocar un nuevo Consejo Pol¨ªtico para permitir la coalici¨®n con Garrigues y que el resultado sea la coalici¨®n con Fraga".

Todo parece indicar que el temor de Lavilla no es infundado. A excepci¨®n de cuatro personas, todo el secretariado de UCD desea la coalici¨®n con Alianza Popular, y una proporci¨®n similar se puede presumir entre los ministros, con el propio Calvo Sotelo a la cabeza. Fraga, cauteloso, se?alaba en esa misma cena que no pod¨ªa afirmar que el presidente del Gobierno se inclinara por la coalici¨®n, pero a?ad¨ªa tambi¨¦n que "me costa que gente muy pr¨®xima al presidente Calvo Sotelo as¨ª lo asegura".

El propio Lavilla declar¨® anoche en Tenerife que es consciente de que se ha creado en amplios sectores de UCD un clima favorable al pacto con AP, si bien no tomar¨¢ una eventual decisi¨®n sobre su continuidad al frente del partido "hasta que las hip¨®tesis se conviertan en tesis", informa . Admiti¨® la alianza AP-UCD en el Pa¨ªs Vasco "como un hecho excepcional" y no descart¨® la posibilidad de una coalici¨®n poselectoral con Su¨¢rez. Respecto a las encuestas de opini¨®n que se est¨¢n realizando, dijo que "no tienen que ser vinculantes en la elaboraci¨®n de la pol¨ªtica de alianzas".

Landelino Lavilla resiste las presiones hacia la gran derecha, amenazando incluso con la dimisi¨®n, a pesar del panorama en su propio partido y de las llamadas de atenci¨®n de los empresarios. UCD no tiene resuelto el problema de la financiaci¨®n, y quienes pueden subvencionar la campa?a parecen convencidos de que la comparecencia a las urnas de una derecha dividida supondr¨ªa una ventaja m¨¢s para los socialistas.

En medios muy pr¨®ximos al presidente centrista se asegura que Lavilla prefiere mil veces un peque?o partido de cuarenta diputados que la alianza con Fraga. Mientras el partido se deshace, Lavilla ha pedido a sus compa?eros centristas que esperen, al menos, hasta conocer los resultado de la maeroencuesta solicitada el jueves, que parece que va a batir todos los r¨¦cords nacionales: se habla de una muestra de casi 30.000 personas y de muchos millones de pesetas.

Mientras tanto, Oscar Alzaga no se conforma con engrosar su PDP, a base de fugas centristas, ni con los esca?os prometidos por Fraga. Tiene adem¨¢s una delicada misi¨®n: servir de intermediario entre el sector de UCD que desea la coalici¨®n y el l¨ªder de AP.