Una pol¨ªtica de Estados Unidos en Cuba

Durante veinte a?os, Castro ha desafiado con ¨¦xito una invasi¨®n patrocinada por Estados Unidos, intentos de asesinato, radios clandestinas instaladas por la CIA y numerosos intentos de desestabilizaci¨®n ( ... ). Y no hay razones para creer que esas t¨¢cticas tendr¨¢n m¨¢s ¨¦xito ahora que en el pasado ( ... ).Estados Unidos rechaz¨® tambi¨¦n muchos ofrecimientos de Cuba. La Administraci¨®n no se dispuso a negociar o a discutir un problema de tanto inter¨¦s para Estados Unidos como la devoluci¨®n de criminales y otros indeseables. Los cubanos sugirieron discusiones, pero Estados Unidos se neg¨® a ello.

La ¨²nica iniciativa por parte de Estados Unidos para iniciar un di¨¢logo fue el encuentro de Alexander Haig con Carlots Rafael Rodr¨ªguez, vicepresidente de Cuba en M¨¦xico, en diciembre pasado, y la reuni¨®n de Fidel Castro con el general Vemon Walters, en La Habana, en marzo. Pero estos fueron solamente contactos preliminares para reiterar las posiciones de Washington ( ... ). Ninguna reuni¨®n ha cambiado, en lo m¨¢s m¨ªnimo, la situaci¨®n ( ... ).

Si la factura pol¨ªtica norteamericana aspira a tener m¨¢s ¨¦xito que en el pasado, Estados Unidos debe superar la emotividad. La pol¨ªtica de Estados Unidos debe tener objetivos claros y realistas que deben ser pensados, y no reacciones espont¨¢neas. Por ejemplo, el objetivo principal deber¨ªa ser el de reducir la influencia sovi¨¦tica en Cuba ( ... ).

Para moderar la pol¨ªtica exterior cubana, Estados Unidos debe demostrar que un compromiso interesa sobre todo a La Habana. En un an¨¢lisis final, serias negociaciones y un proceso de graduales compromisos son la ¨²nica opci¨®n posible para los dos pa¨ªses ( ... ). Wayne Smith.

, 6 de septiembre.