El retraso ¨¢rabe

LAS BASES del plan Fahd para la paz en Oriente Pr¨®ximo, adoptadas como principio en la reuni¨®n de la Liga Arabe en Fez llegan con retraso. Tiene el plan un a?o: y en un a?o han pasado demasiadas cosas. Quiz¨¢ en su momento este plan tambi¨¦n hubiera sido rechazado por Israel, pero podr¨ªa haber proporcionado una posibilidad de regateo o de negociaci¨®n. No es posible considerar hoy nada suficientemente v¨¢lido para el problema palestino que no tenga en cuenta la invasi¨®n de L¨ªbano, como paso del Rubic¨®n por parte de Israel. No ya el plan Fahd: ni siquiera los sucesivos planes de Reagan y las matizaciones de Habib son aceptables para Beguin y Sharon.En la direcci¨®n de Israel hay una mezcla considerable de fanatismo y realismo que se conjuntan en esta ocasi¨®n. Pr¨¢cticamente, la invasi¨®n de L¨ªbano y el destrozo de Beirut han conducido a lo que Beguin se hab¨ªa propuesto: la salida de los palestinos armados, la construcci¨®n de un Gobierno favorable en Beirut y, ahora, la retirada de Siria. El gran estremecimiento de las conciencias universales importa menos para quienes se creen en posesi¨®n de una verdad revelada, y adem¨¢s hay medios para hacerlo olvidar. Beguin ya no habla de Cisjordania, o de Gaza, o de los territorios ocupados: habla, concretamente, de Judea y de Samaria como regiones jud¨ªas de hace 2.000 a?os, y refuerza sus colonias y sus asentamientos. Para evitar que todo este movimiento sea considerado como exclusivamente suyo, anuncia ya unas elecciones anticipadas, aunque no precipitadas, para abril.

La sensaci¨®n que ha podido tener Israel en esta campa?a es la de que los pa¨ªses ¨¢rabes no han movido un solo dedo para ayudar a los palestinos: no s¨®lo los de la Liga, sino los del Frente de Rechazo; y tampoco s¨®lo ellos, sino el portador del fanatismo contrario, el tambi¨¦n poseedor de una verdad revelada, el im¨¢n Jomeini, que no ha pasado nunca del estado verbal de la condena. Tiene Israel, m¨¢s que la sensaci¨®n, la seguridad de que los enfados y las c¨®leras de Reagan no han sido m¨¢s que un espect¨¢culo y que, a la hora de la verdad, su veto ha congelado al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y sus armas no han dejado de afluir.

Puede que los reunidos en Fez tengan la misma seguridad de la fuerza del hecho consumado. Para la Liga Arabe, lo que parec¨ªa simplemente un inmenso ¨¦xito era la mera celebraci¨®n de la conferencia, que en su convocatoria anterior no pas¨® de unos minutos. M¨¢s a¨²n si, a pesar de todo, se ha logrado un texto com¨²n. Es evidente que este compromiso -y no va m¨¢s all¨¢ de un compromiso, y las diferencias entre muchos de sus participantes siguen existiendo- ha sido tambi¨¦n forzado por el acto de Israel, que no pod¨ªa quedar sin ninguna respuesta. El principio de reconocimiento de Israel como Estado, que se deduce, aun sin citar su nombre, de la cl¨¢usula que estipula el "reconocimiento del derecho de todos los Estados de la regi¨®n a vivir en paz", es algo que puede importar muy poco realmente a Israel en estos momentos: se siente suficientemente reconocido, y adem¨¢s puede entender claramente que esta concesi¨®n se la ha ganado estrictamente por el poder de las armas.

Puede valorarse hasta ahora la reuni¨®n de Fez como una corroboraci¨®n diplom¨¢tica del triunfo militar de Israel. La posibilidad de que Estados Unidos la tome ahora como base para forzar a Israel a ciertas negociaciones es muy dudosa. Lo que le puede interesar sobre todo a Reagan es que cualquier acci¨®n de Israel no vaya a desestabilizar pa¨ªses que considera como propicios y como claves esenciales de su pol¨ªtica en Oriente Pr¨®ximo: Arabia Saud¨ª, Jordania, Egipto y, naturalmente, L¨ªbano.