La asamblea del FMI termina con un llamamiento a la adopci¨®n urgente de pol¨ªticas de austeridad y disciplina econ¨®mica
Con un llamamiento en favor de la adopci¨®n urgente de pol¨ªticas de austeridad y disciplina econ¨®mica concluy¨® el jueves en Toronto la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, celebrada en una inusitada atm¨®sfera de preocupaci¨®n e incertidumbre ante el riesgo de quiebra pr¨¢ctica de varios pa¨ªses en desarrollo. La asamblea dej¨® pendiente para su pr¨®xima reuni¨®n, en abril, la creaci¨®n de un sistema extraordinario de asistencia a estos pa¨ªses, pero con un consenso general de cu¨¢les son los mecanismos m¨¢s apropiados para evitar lo que se ha llegado a presentar como un virtual colapso del sistema financiero mundial.Tanto Jacques de Larosi¨¨re, director gerente del FMI, como A. W. Clausen, presidente del Banco Mundial, han dejado bien claro en sus intervenciones de clausura que el momento es "extraordinariamente grave", pero tambi¨¦n han reafirmado que el sistema es lo suficientemente s¨®lido y flexible para evitar el colapso. Ayer la ¨²nica duda dejada en el aire es c¨®mo resolver a corto plazo el problema generado con la insolvencia de M¨¦xico, pa¨ªs que debe pagar m¨¢s de 15.000 millones de d¨®lares -de los 80.000 que debe- en los pr¨®ximos quince meses a sus acreedores internacionales (principalmente bancos privados), y que se niega a que el Fondo Monetario Internacional supervise su pol¨ªtica econ¨®mica.
Mientras prosiguen a marchas forzadas las negociaciones con el pa¨ªs azteca (donde se echa de menos un interlocutor v¨¢lido ante la pr¨®xima sustituci¨®n presidencial), la asamblea anual ha llegado, por lo menos, a un consenso para elevar las cuotas que cada uno de los 146 pa¨ªses miembros pagan a la instituci¨®n monetaria hasta un porcentaje que se sit¨²a en torno al 50%. Estados Unidos hab¨ªa flexibilizado su postura a ¨²ltima hora, y todo hace esperar que la pr¨®xima sesi¨®n de primavera de instituciones, que se celebrar¨¢ en Washington en el mes de abril, aprobar¨¢ una subida de las cuotas hasta un m¨ªnimo de 100.000 millones de d¨®lares. Esta subida permitir¨¢ al FMI poseer los recursos adicionales que necesita para asistir a que los pa¨ªses en desarrollo hagan frente a las deudas contra¨ªdas con la banca internacional.
Dudas b¨¢sicas
A cambio de esta. flexibilizaci¨®n, la Administraci¨®n Reagan parece haber conseguido la aprobaci¨®n, en principio, del fondo extraordinario de emergencia que, por un importe de 10.000 millones de d¨®lares, hab¨ªa propuesto para ayuda a corto plazo. La insistencia norteamericana en este fondo obedece a que su distribuci¨®n quedar¨¢ en manos de un peque?o comit¨¦ de la instituci¨®n, donde tanto Washington como los pa¨ªses desarrollados podr¨¢n ejercer su poder a la hora de repartirlo.
Pese a estos remedios de urgencia, la asamblea anual del FMI y del Banco Mundial no ha disipado las dudas b¨¢sicas que han campeado por los pasillos del centro Sheraton, de Toronto, durante los ocho d¨ªas de reuniones preparatorias y formales. ?Ser¨¢n suficientes los nuevos recursos aprobados para detener la cascada de quiebras previstas en algunos pa¨ªses? ?Hasta qu¨¦ punto se resuelven los problemas actuales trasladando la responsabilidad del reciclaje de fondos de los bancos privados a las instituciones financieras multilaterales? ?Detendr¨¢n estos nuevos recursos la espiral que el s¨ªndrome del endeudamiento sin control ha originado en la estabilidad del sistema de Bretton Woods?
Los casi 10.000 asistentes a la reuni¨®n anual de este a?o no parecen haber encontrado una respuesta a este problema de fondo, pese al consenso generalizado de que algo habr¨¢ que hacer alg¨²n d¨ªa si lo que realmente se quiere es recuperar el pasado equilibrio.
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