EL Dalai Lama, 'decimocuarto Buda reencarnado', llegar¨¢ a Espa?a el 26 de septiembre
El Dala? Lama, l¨ªder espiritual de millones de budistas en todo el mundo y jefe pol¨ªtico exiliado de los tibetanos, llegar¨¢ a Espa?a el pr¨®ximo 26 de septiembre. El llamado dios viviente y reencarnaci¨®n de Buda en la T?erra realiza actualmente una gira por Europa (Uni¨®n Sovi¨¦tica, Italia, Francia, Rep¨²blica Federal de Alemania).
En su visita a Espa?a se acerca con intenciones culturales y reli giosas, seg¨²n la oficina espa?ola de Prensa del Lama, pero "su santidad desea entrevistarse con los l¨ªderes pol¨ªticos espa?oles". Quiz¨¢ la intenci¨®n ¨²ltima del Dalai Lama sea este contacto pol¨ªtico con el fin de conseguir una formalizaci¨®n de las relaciones diplom¨¢ticas. No obstante, parece que las autoridades espa?olas prefieren conservar el contenido cultural de la visita -que durar¨¢ una semana-, pues con s¨®lo este car¨¢cter la han autorizado.Esta no es la primera salida promocional del Dalai Lama como jefe espiritual -sus devotos fieles, ex tendidos por Oriente y Occidente, han tenido ocasi¨®n de o¨ªr sus palabras y captar su mensaje-, pero s¨ª constituye este desplazamiento su estreno como gobernante viajero, merecedor de honores de jefe de Estado, seg¨²n sus s¨²bditos.
El decimocuarto Buda reencarnado tiene fijada su residencia en Dharamsala, al norte de la India. En esta localidad vive la comunidad tibetana exiliada -se supone que hay m¨¢s de 100.000 tibetanos repartidos por otros pa¨ªses-, que, tiene formado un gabinete ministerial y cultivan esperanzas gubernamentales en su tierra de origen. Tambi¨¦n miman con dedicaci¨®n especial sus tradiciones culturales y su filosof¨ªa religiosa, con escuelas y centros de formaci¨®n para cuantos quieran "acercar el coraz¨®n al estado de amor, bondad y comprensi¨®n que es nuestro mensaje religioso", en palabras del propio Dalai, que recoge Efe desde Nueva Delhi.
La cabeza visible de los tibetanos, de 44 a?os de edad, sonriente siempre, vestido siempre con t¨²nica naranja, ha declarado antes de emprender su viaje que "los pa¨ªses del mundo occidental como Espa?a necesitan cultivar el sentido real de la hermandad para solucionar sus problemas globales". El Dalai se?ala que este sentimiento lo expresa all¨¢ donde va, y que no hay diferencias que separen a los individuos, ni religiosas, ni filos¨®ficas, ni raciales. "En la comunidad tibetana hay cristianos, musulmanes y hasta ateos, porque de lo que se trata es de alcanzar el ser humano bueno, el buen ciudadano", dice. El Dalai Lama, llamado en verdad Tenzing Gyats, naci¨® en .julio de 1935 y a la edad de cinco a?os fue entronizado en Lhasa, capital tibetana, convirti¨¦ndose en el soberano m¨¢s joven del mundo. Asumi¨® despu¨¦s poderes pol¨ªticos, pero en 1959 tuvo que dejar sus dominios y partir al exilio. El Tibet fue territorio independiente durante 38 a?os, hasta que fue ocupado por China.
Los dirigentes chinos no ven con buenos ojos las giras del jefe tibetano, que califican de propagand¨ªsticas. Y, efectivamente, ¨¦ste no desespera en su intento de recuperar alg¨²n d¨ªa el territorio perdido. "Actualmente", sostiene el Dalai Lama, "los l¨ªderes de China mantienen una actitud m¨¢s, razonable en este asunto, pero nuestro pueblo naest¨¢ nada satisfecho. Los tibetanos exiliados volver¨¢n a su pa¨ªs m¨¢s tarde o m¨¢s temprano. El tiempo no importa".
El Dalai Lama ha expresado esta f¨¦rrea opini¨®n en reiteradas ocasiones, cada vez que un informador o un simpatizante del budismo se lo ha preguntado, y apoya su optimismo en el hecho de que las nuevas generaciones de tibetanos tienen un fuerte sentido patri¨®tico y nacionalista.
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