La Audiencia Nacional se pronunciar¨¢ esta semana sobre la extradici¨®n de George Korkala

El ex agente de la Agencia Central de Informaci¨®n norteamericana (CIA) George Korkala insisti¨® ayer en su negativa a ser devuelto a Estados Unidos y acus¨® al Gobierno de este pa¨ªs de perseguirle por motivos pol¨ªticos, durante la vista celebrada ante la Audiencia Nacional, en relaci¨®n con la demanda de extradici¨®n de dicho agente presentada por las autoridades norteamericanas al Gobierno espa?ol.

Vestido con un traje gris claro de verano, Korkala lleg¨® esposado a la sede de la Audiencia Nacional, tribunal al que compete el enjuiciamiento de los asuntos de extradici¨®n. Tras concluirse el acto judicial, fue nuevamente esposado para conducirle a la prisi¨®n de Carabanchel, donde se encuentra detenido desde que lleg¨® a Espa?a, en febrero pasado. Durante media hora George Korkala tuvo ocasi¨®n de exponer al tribunal espa?ol sus relaciones con el FBI, primero, y con la CIA, despu¨¦s, y los motivos que le llevaron a romper con esta ¨²ltima organizaci¨®n, en enero de este a?o, y solicitar asilo pol¨ªtico en la Embajada espa?ola en Beirut (L¨ªbano).El presidente de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, Gonzalo de la Concha, que ayer presidi¨® el tribunal que debe decidir, en un plazo de tres d¨ªas, sobre la extradici¨®n de Korkala, cort¨® a veces con sequedad las preguntas del letrado Juan Moll¨¢, defensor del ex agente, relativas a hechos concretos protagonizados por ¨¦ste antes de su ruptura con la CIA y a las amenazas de muerte recibidas posteriormente. El representante del ministerio fiscal se mostr¨® de acuerdo con la extradici¨®n del ex agente, limit¨¢ndose a preguntarle si ten¨ªa alguna responsabilidad penal en Espa?a.

Korkala, propietario de una empresa especializada en m¨¦todos de seguridad y relacionado comercialmente, por ello, con los servicios secretos y policiales de numerosos pa¨ªses, acept¨® colaborar, primero con el FBI y, posteriormente, con la CIA, a fin de introducir agentes americanos en la Uni¨®n Sovi¨¦tica y en los pa¨ªses ¨¢rabes del Oriente Pr¨®ximo. En los ¨²ltimos tiempos de su colaboraci¨®n con la CIA el escenario de su actuaci¨®n fue L¨ªbano, donde, en noviembre de 1981, fue secuestrado por los servicios secretos sirios. El colaborador de la CIA se qued¨® sorprendido cuando dichos servicios secretos le informaron que conoc¨ªan al detalle los planes de la CIA para introducirse en los pa¨ªses ¨¢rabes.

Puesto en libertad a principios de 1982, Korkala tuvo conocimiento de los proyectos americanos de intervenci¨®n en Oriente Pr¨®ximo, que, seg¨²n manifest¨® el ex agente, inclu¨ªan planes de desestabilizaci¨®n de algunos pa¨ªses ¨¢rabes y de invasi¨®n de L¨ªbano. Korkala, seg¨²n ha manifestado en varias ocasiones, y ayer una vez m¨¢s ante el tribunal espa?ol, se neg¨® a participar en dichos planes, rompi¨® con la CIA y vino a Espa?a tras solicitar asilo pol¨ªtico en la Embajada espa?ola en L¨ªbano.

El Gobierno de Estados Unidos present¨® a continuaci¨®n ante las autoridades espa?olas una demanda de extradici¨®n del ex colaborador de la CIA, con base en una sentencia de un tribunal norteamericano sobre una supuesta venta de armas realizada por agentes de la CIA, a ¨²ltimos de 1979, a un grupo de supuestos guerrilleros de El Salvador. La parte compradora en esta operaci¨®n resultaron ser agentes de polic¨ªa de Nueva York.

Por este hecho, Korkala fue condenado, junto al agente de la CIA Frank Terpil y otros dos agentes cuyos nombres han sido cuidadosamente ocultados, a un total de 53 a?os, en julio de 1981, mientras se encontraba en misi¨®n en L¨ªbano. A ra¨ªz de estos hechos, Korkala fue detenido durante quince d¨ªas en Estados Unidos, antes de ser enviado a L¨ªbano en enero de 1980.

Trasfondo de la operaci¨®n

Seg¨²n declar¨®, ayer el ex agente ante el tribunal espa?ol que debe decidir sobre su extradici¨®n a Estados Unidos, la venta de armas y el posterior proceso judicial que se sigui¨® fue una cobertura de la CIA para introducir a los agentes, aparentemente quemados en dicha operaci¨®n, en los pa¨ªses ¨¢rabes.El defensor de Korkala insisti¨® en este aspecto durante su intervenci¨®n ante el tribunal espa?ol, negando que la operaci¨®n de venta de armas al supuesto grupo guerrillero fuera real, y tuvo duras palabras, para con la sentencia del tribunal norteamericano, a la que calific¨® de inmoral Entrando en el an¨¢lisis de los posibles motivos que han llevado al Gobierno de Estados Unidos a solicitar la extradici¨®n de Korkala varios meses despu¨¦s de producidos los hechos en que se basa dicha petici¨®n de extradici¨®n, el defensor de Korkala manifest¨® que tales motivos tienen claramente una motivaci¨®n pol¨ªtica.

"Se trata", dijo, "de castigarle y de silenciarle, como consecuencia de su ruptura con la CIA y de su denuncia en una entrevista a la CBS contra la pol¨ªtica norteamericana en Oriente Pr¨®ximo".