El asesinato de una alta ejecutiva en el Waldorf Astoria que conmovi¨® a la alta sociedad neoyorquina
La v¨ªctima era directiva de un banco estadounidense en M¨¦xico. Fue el primer crimen en uno de los hoteles m¨¢s conocidos de Nueva York y sucedi¨® durante la 37? Asamblea General de las Naciones Unidas en 1982, en medio de fuertes medidas de seguridad. Este fue el relato de su misteriosa muerte.
Que una mujer aparezca asesinada en una ciudad como Nueva York, con una poblaci¨®n de ocho millones de habitantes y una media diaria de cinco muertes violentas, no suele ser noticia. Pero la excepci¨®n confirma la regia, y la excepci¨®n, en este caso, ha sido el asesinato de una mujer de treinta a?os, Kathleen J. Williams, alta ejecutiva de una conocida entidad bancaria, en uno de los hoteles m¨¢s exclusivos el mundo, el Waldorf Astoria de la capital neoyorquina.
El asesinato de Kathleen J. Williams, segunda vicepresidenta del Chase Manhattan Bank en M¨¦xico, ha conmovido a la jet society y a la opini¨®n p¨²blica. No es para menos. Se trata del primer crimen cometido en el Waldorf en sus 51 a?os de historia, y ha ocurrido en un momento en que el establecimiento hotelero se hallaba sometido a una protecci¨®n policial especial, debido al n¨²mero de dignatarios extranjeros que en ¨¦l se alojan con motivo de la 37? Asamblea General de las Naciones Unidas, cuyo per¨ªodo de sesiones comenz¨® la pasada semana.
Entre las personalidades extranjeras que se encuentran en el Waldorf est¨¢ el presidente filipino, Ferdinand Marcos, que se aloja, protegido por agentes especiales del Servicio Secreto, en las Waldorf Towers, una impresionan te estructura de 47 pisos situada en uno de los laterales del Waldorf Astoria
Su mano estrujaba todav¨ªa la llave de la habitaci¨®n, la n¨²mero 1.982
La polic¨ªa neoyorquina se encuentra totalmente despistada por el asesinato de Kathleen J. Williams, cuyo cad¨¢ver fue encontrado el mi¨¦rcoles en una de las escaleras del hotel, en el piso 19, con tres pu?aladas en el cuello y la yugular seccionada. Sus joyas y pertenencias personales estaban intactas, aunque en su monedero no se encontr¨® dinero. Su mano estrujaba todav¨ªa la llave de la habitaci¨®n, la n¨²mero 1.982, que no lleg¨® a ocupar.
La tesis policial es que la v¨ªctima se perdi¨® en el innumerable sinf¨ªn de ascensores y pasillos del hotel y que al intentar pasar del ala este al oeste, donde se encontraba su habitaci¨®n, fue apu?alada hasta la muerte por un desconocido. Aunque la tesis del robo no est¨¢ totalmente descartada, parece que otros motivos son los que causaron la muerte de Kathleen J. Williams.
Se especul¨® que quiz¨¢ supiera demasiado sobre la evasi¨®n de capitales en M¨¦xico
Directiva en M¨¦xico
La muerta ocupaba un alto cargo en la sucursal del Chase Manhattan Bank en la capital mexicana, donde era conocida por el apelativo cari?oso de Missie. A este respecto, se especula con la posibilidad de que Kathleen J. Williams, que hab¨ªa llegado a Nueva York para participar en una convenci¨®n organizada por su empresa, tuviera demasiados conocimientos sobre la evasi¨®n de capitales registrada en la rep¨²blica mexicana con motivo de la crisis financiera que en la actualidad sacude al pa¨ªs.
Con un dominio perfecto del espa?ol y del franc¨¦s, Kathleen J. Williams ten¨ªa a su cargo en la capital mexicana las visitas a clientes y la supervisi¨®n de una serie de operaciones bancarias. ?Sab¨ªa demasiado y por eso fue precisa su eliminaci¨®n? La polic¨ªa no lo sabe, y el capit¨¢n de la polic¨ªa de Nueva York Eugene Burke, a cargo de la investigaci¨®n, ha manifestado que no se tienen pistas ni sospechosos del asesinato. Seg¨²n ha demostrado la autopsia practicada, la v¨ªctima no presentaba tampoco s¨ªntomas de haber sido violada; la soluci¨®n del caso no se presenta precisamente f¨¢cil, y quiz¨¢ las autoridades est¨¦n ante uno de esos misterios que no se solucionan nunca.
*Dos a?os m¨¢s tarde, una juez del distrito de Manhattan conden¨® a un hombre identificado como Juan Robles, de 21 a?os, a una pena m¨¢xima de 25 a?os de prisi¨®n por el por el asesinato y robo a la ejecutiva. El asesinato de Williams fue el primero cometido en el prestigioso hotel, pero no el ¨²ltimo. En 1999 un hu¨¦sped brasile?o fue brutalmente golpeado y asesinado en su habitaci¨®n del piso 27. Le robaron 50.000 d¨®lares.
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