Expectaci¨®n en medios financieros y pol¨ªticos por la trascendencia de la crisis de Explosivos R¨ªo Tinto
La congelaci¨®n temporal de la amortizaci¨®n de los pr¨¦stamos bancarios que comunic¨® Uni¨®n Explosivos R¨ªo Tinto (ERT) a sus acreedores el pasado viernes ha provocado un notable revuelo en diversos medios financieros y pol¨ªticos. En los primeros se califica esta decisi¨®n de unilateral y sin precedentes en Espa?a, aunque reconocen que ha sido una pr¨¢ctica extendida en algunos pa¨ªses desarrollados en los ¨²ltimos a?os de crisis. Para los segundos, la medida puede tener unos efectos superiores a los previstos y engrosar el caudal de problemas que est¨¢n saliendo a la luz en las ¨²ltimas semanas y cuyo fin se desconoce. En este sentido se citan los ejemplos de las cajas rurales o el sector sider¨²rgico, a los que habr¨¢ de enfrentarse con car¨¢cter de urgencia el nuevo Gobierno que salga de las urnas.
La trascendencia de la crisis financiera que atraviesa ERT viene definida por la propia importancia de la compa?¨ªa. Con un volumen de facturaci¨®n que super¨® los 165.000 millones de pesetas en el ejercicio de 1981, encabeza el sector qu¨ªmico espa?ol y ocupa uno de los primeros lugares entre las empresas privadas de nuestro pa¨ªs. La importancia de su deuda tambi¨¦n alcanza un significado especial. Unos 115.000 millones de pesetas constituyen el grueso del endeudamiento de esta sociedad, que presenta adem¨¢s una deficiente estructura. Pr¨¢cticamente la mitad tiene su vencimiento a corto plazo, menos de un a?o, y la comunidad bancaria no parece muy dispuesta a continuar renovando sus cr¨¦ditos indefinidamente.
Ventas importantes, pero insuficientes
Explosivos, por su parte, ha venido manteniendo importantes incrementos en sus vol¨²menes de ventas, que a pesar de todo se han mostrado insuficientes para hacer frente a los r¨¢pidos incrementos en sus deudas que le provocaban el juego combinado de las sucesivas subidas de los tipos de inter¨¦s y de las subidas del d¨®lar frente a la peseta.As¨ª, de los 85.000 millones de pesetas a los que ascendieron las ventas de ERT en 1978, y que reportaron un beneficio de 386 millones, con una sustantiva reducci¨®n frente a los 2.500 obtenidos en el ejercicio anterior, se pas¨¦ a una facturaci¨®n r¨¦cord en el pasado a?o, donde los resultados quedaron reducidos a 120 millones de pesetas.
El tremendo incremento de los gastos financieros registrados, la ca¨ªda de algunos sectores en los que la compa?¨ªa tiene comprometida parte de su actividad, como son los de pl¨¢sticos e inmobiliarias, y las dificultades para encontrar financiaci¨®n en los mercados nacionales, donde ten¨ªa las puertas de la bolsa pr¨¢cticamente cerradas para conseguir nueva financiaci¨®n, al estar cotizando sus acciones por debajo de la par, y representar la emisi¨®n de obligaciones para las empresas privadas unos costes superiores al 20%, llevaron a los responsables de la empresa a aceptar endeudarse en los mercados internacionales, en unos momentos en los que el d¨®lar se cotizaba en torno a las ochenta pesetas, y los tipos de inter¨¦s apenas rebasaban los dos d¨ªgitos.
La ¨²nica soluci¨®n fue continuar endeud¨¢ndose, parte para amortizar las pr¨¦stamos anteriores y parte para acometer las nuevas inversiones que se hac¨ªan necesarias para conseguir una racionalizaci¨®n de la actividad productiva y una disminuci¨®n en los costes. En este sentido, los responsables de ERT han seguido pr¨¢cticamente al pie de la letra el contenido de su programa de saneamiento iniciado en 1978, y para este a?o tienen una inversi¨®n prevista que asciende a unos 10.000 millones de pesetas.
Sin embargo, a los representantes de la banca, conmovidos por las posibles repercusiones de la crisis financiera de los pa¨ªses del Cono Sur, no les pareci¨® excesivamente seguro continuar aceptando la pol¨ªtica de endeudamiento a corto plazo de la compa?¨ªa. "La bola de nieve se iba haciendo demasiado grande a base de rodar, y hab¨ªa que pensar en la forma de pararla antes de que nos sepultase a todos", seg¨²n palabras del representante de una entidad extranjera acreditada en nuestro pa¨ªs. A la vista de estas conclusiones, los responsables de ERT debieron pensar otro tanto, y se decidieron por una v¨ªa intermedia entre la simple suspensi¨®n de pagos y la estricta renegociaci¨®n de sus deudas con las entidades acreedoras.
Medios pr¨®ximos a la compa?¨ªa han puesto en repetidas ocasiones ¨¦nfasis en se?alar que Explosivos jam¨¢s ha presentado resultados negativos ni ha acometido planes globales de reestructuraci¨®n de plantillas. Asimismo, han se?alado que sus proveedores han cobrado normalmente sus productos sin problemas.
No obstante, en algunos medios directamente relacionados con el mundo de la pol¨ªtica se mira con cierta suspicacia la decisi¨®n de ERT y se recuerda que los responsables de la entidad y sus bancos financiadores, especialmente el t¨¢ndem Hispano Americano-Urquijo, han presionado ante la Administraci¨®n para conseguir ayudas para la empresa siguiendo el ejemplo de lo que los Gobiernos norteamericano o alem¨¢n han realizado con grandes empresas, como la Chrysler o AEG, en las que curiosamente tambi¨¦n actu¨® como asesor financiero el banco neoyorquino de negocios Lenham Brothers.
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