Reapertura en Pek¨ªn del dialogo chino-sovi¨¦tico
La llegada el pasado domingo a Pek¨ªn del viceministro sovi¨¦tico de Asuntos Exteriores, Le¨®nidas llitchov, ha sorprendido en medios occidentales de la capital china. El sovi¨¦tico era esperado hoy, martes, en un vuelo regular. Contra tales previsiones, llitchov lleg¨® a Pek¨ªn a bordo de un aparato especial. As¨ª la diplomacia sovi¨¦tica trata de demostrar su decidida voluntad de mejorar las relaciones chino-sovi¨¦ticas, como se viene insistiendo en discursos oficiales.
llitchov llevar¨¢ a cabo, en primer lugar, conversaciones exploratorias con su colega chino, Qian Qichen. Como consecuencia de los resultados de estas primeras entrevistas, los dos viceprimeros ministros podr¨ªan decidir, en una segunda fase, abrir formalmente las conversaciones. Un procedimiento similar fue empleado en las precedentes negociaciones de 1979.El car¨¢cter extraoficial de los contactos que comenzar¨¢n en los pr¨®ximos d¨ªas -a¨²n sin fecha fija- explica el por qu¨¦ ayer la agencia oficial china Xinhua no anunci¨® la presencia en Pek¨ªn de llitchov, confirmada, sin embargo, por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Fuentes diplom¨¢ticas informaron que los primeros intercambios de puntos de vista servir¨ªan para fijar el marco y las modalidades de las eventuales negociaciones pr¨®ximas. Se tratar¨¢ de decidir si las conversaciones se limitar¨¢n a las cuestiones fronterizas, como lo propuso la URSS el pasado mes de febrero, o si abarcar¨¢n el conjunto del contencioso chino-sovi¨¦tico.
En una declaraci¨®n oficial, el Ministerio chino de Asuntos Exteriores indic¨® ayer que las entrevistas tratar¨¢n sobre "las relaciones entre China y la Uni¨®n Sovi¨¦tica".
La llegada de Ilitchov a Pek¨ªn se produjo una semana despu¨¦s del llamamiento de Le¨®nidas Breznev, en Bak¨², para negociar una normalizaci¨®n entre ambos pa¨ªses "en base al sentido com¨²n, el respeto mutuo y beneficios rec¨ªprocos".
Pek¨ªn notific¨® esta informaci¨®n el pasado 26 de septiembre sin hacer comentario alguno.
Silencio en Mosc¨²
Por otra parte, las autoridades sovi¨¦ticas permanecieron ayer silenciosas respecto a la presencia en la capital china de llitchov. Esta reserva est¨¢ acompa?ada de la ausencia de cr¨ªticas hacia China en la Prensa oficial sovi¨¦tica de estos d¨ªas, informa desde Mosc¨² France Presse.As¨ª, la Prensa ha suprimido de sus p¨¢ginas todo ataque al militarismo y al hegemonismo de China, y en el comunicado oficial sovi¨¦tico-laosiano firmado hace unos d¨ªas no hay menci¨®n alguna de China, salvo para incluirla en una eventual conferencia internacional sobre la situaci¨®n en el sureste de Asia.
Para los medios occidentales acreditados en Mosc¨² no ha pasado inadvertido el hecho de que, por primera vez en muchos a?os, la televisi¨®n sovi¨¦tica difundiera hace unos d¨ªas un documental sobre arte chino acompa?ado de comentarios elogiosos.
De todas formas, esos mismos c¨ªrculos occidentales comentan que la respuesta china a las declaraciones apaciguadoras de los sovi¨¦ticos no es del total agrado del Kremlin. Las autoridades de Pek¨ªn siguen desconfiando de la pol¨ªtica de normalizaci¨®n impulsada por Mosc¨² en las ¨²ltimas semanas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.