Desaparece un procesado en el sumario de la colza al que se hab¨ªa concedido la libertad provisional

Alfonso Molina Garc¨ªa, implicado en el esc¨¢ndalo de la colza y procesado por presunto delito contra la salud p¨²blica, se encuentra en paradero desconocido. Alfonso Molina era empleado de la empresa L¨ªpidos Ib¨¦ricos y responsable de la firma Moba, a trav¨¦s de cuyo comercio se vendi¨® colza a la empresa JAP de Extremadura. El desaparecido se encontraba en libertad provisional desde el mes de mayo, aunque esta orden fue revocada por el juez a filiales de septiembre.

Alfonso Molina Garc¨ªa, procesado en el sumario de la colza sobre quien pesa una orden de prisi¨®n, se encuentra en paradero desconocido. El pasado 8 de mayo, Alfonso Molina Garc¨ªa abandon¨® la prisi¨®n de Carabanchel, en Madrid, despu¨¦s de pagar una fianza de cien mil pesetas, que le fue impuesta por el juzgado. Sin embargo, cuatro meses despu¨¦s, la Audiencia Nacional revoc¨® la orden de libertad provisional dada por el juez Adolfo de Barcala, instructor del sumario, y orden¨® el reingreso en prisi¨®n del procesado.La orden dada por la Audiencia Nacional no ha sido a¨²n acatada. Alfonso Molina se encuentra, al parecer, en paradero desconocido, habiendo abandonado su domicilio habitual de Vilassar de Mar, en Barcelona.

Alfonso Molina Garc¨ªa hab¨ªa sido detenido el 14 de julio de 1981, poco despu¨¦s de iniciadas las investigaciones relacionadas con los envenenamientos de la colza. Las primeras diligencias policiales pusieron al descubierto que hab¨ªa servido de intermediario y comisionista para la venta de aceites de L¨ªpidos Ib¨¦ricos a la empresa JAP, de Extremadura. En el momento de su detenci¨®n era propietario y gerente de una empresa denominada Moba, dedicada tambi¨¦n a la compraventa de aceites.

Alfonso Molina entr¨® a trabajar en la empresa L¨ªpidos Ib¨¦ricos de Barcelona, en calidad de auxiliar administrativo, mucho antes que la citada firma y sus responsables se dedicaran al negocio del contrabando de la colza. Fue en el seno de esta empresa donde empez¨® a conocer los secretos de la comercializaci¨®n del aceite.

El d¨ªa que Alfonso Molina Garc¨ªa decidi¨® independizarse comercialmente invirti¨® todos sus ahorros en un sal¨®n de futbolines y m¨¢quinas del mill¨®n; el negocio no le funcion¨® todo lo bien que hab¨ªa proyectado y volvi¨® al mundo del aceite para crear as¨ª una firma a la que bautiz¨® con el nombre de Moba. Las relaciones comerciales entre Moba y L¨ªpidos Ib¨¦ricos son confusas y complicadas.

La polic¨ªa detuvo el 14 de julio al responsable de Moba, y antiguo administrativo de L¨ªpidos Ib¨¦ricos. En esa fecha Moba hab¨ªa realizado diversas operaciones con la empresa de Jos¨¦ Antonio Pastor Ruiz, de Extremadura. Alfonso Molina no s¨®lo hab¨ªa vendido a Pastor Ruiz aceite de colza de contrabando, sino tambi¨¦n cargamentos de triole¨ªnas que sirvieron para la adulteraci¨®n de los aceites comestibles.

Por todas estas razones Alfonso Molina Garc¨ªa fue detenido y procesado. El 23 de julio de 1981 el juez Barcala dict¨® auto de procesamiento y orden de prisi¨®n incondicional. En mayo de 1982 el mismo juez Barcala revoc¨® la orden de prisi¨®n incondicional fijada contra Alfonso Molina y dict¨® un auto concedi¨¦ndole la libertad provisional y fij¨¢ndole una fianza de cien mil pesetas.

En el auto del juez Barcala se aseguraba que la responsabilidad de Alfonso Molina Garc¨ªa era "muy limitada en comparaci¨®n a la del resto de los procesado?, y que se le conced¨ªa la libertad provisional atendiendo a su buena conducta, a su carencia de antecedentes y en la creencia de que no tratar¨ªa de eludir la acci¨®n de la justicia.

El auto del juez Barcala fue duramente contestado por las asociaciones de afectados por la colza, cuyos portavoces, al conocer la noticia, manifestaron su firme decisi¨®n de recurrir y reclamar la prisi¨®n contra Molina.

La pol¨¦mica entablada sobre la libertad de Alfonso Molina Garc¨ªa se cerr¨® a mediados del pasado mes de septiembre, cuando la Audiencia Nacional, revoc¨® la libertad provisional del procesado y orden¨® su ingreso en prisi¨®n. La orden a¨²n no ha sido cumplida y Alfonso Molina no s¨®lo no est¨¢ en prisi¨®n sino que est¨¢ ilocalizable.

El letrado Tom¨¢s Lamarca, defensor de Molina Garc¨ªa, manifest¨® ayer a EL PA?S que no sab¨ªa donde se encontraba su cliente. Con anterioridad desapareci¨® tambi¨¦n de su domicilio el industrial Ignacio Baixeras, gerente de L¨ªpidos Ib¨¦ricos, que sigue en paradero desconocido.