Asesinado en Pamplona el director de la mutua Asepeyo

Alberto Toca Echeverr¨ªa, de 54 a?os de edad, casado, padre de siete hijos y director de la delegaci¨®n en Pamplona de la Mutua Patronal de Accidentes de Trabajo, Asepeyo, result¨® muerto ayer viernes como consecuencia de los disparos realizados por dos individuos quienes, a cara descubierta, entraron en su despacho de la citada mutua, a primeras horas de la tarde. En el momento de producirse el atentado, Alberto Toca que, al parecer, estaba vinculado a c¨ªrculos de la extrema derecha, se encontraba acompa?ado por el director m¨¦dico de Asepeyo, Jos¨¦ Luis Sinu¨¦s, quien no sufri¨® herida alguna.

Sobre las 12.50 horas de ayer, dos j¨®venes, uno de ellos muy corpulento, y vestidos ambos con pantalones oscuros, anorak y cazadora azules, entraron en la delegaci¨®n de esta mutua de seguros, situada en la calle Castillo de Maya, n¨²mero 42, de Pamplona, dirigi¨¦ndose a una de las secretarias que se encuentran justo al lado de la puerta de entrada y a quien preguntaron por Alberto Toca "delegado de Asepeyo".Tras conocer cual era el despacho del delegado de la mutua, los dos individuos se encaminaron hacia ¨¦l y abrieron, sin detenerse, la puerta del mismo. Desde el mismo umbral, y seg¨²n testigos presenciales, preguntaron: "?T¨² eres Alberto Toca?". A lo que ¨¦ste, que se encontraba acompa?ado en ese momento por el director m¨¦dico de Asepeyo, Jos¨¦ Luis Sinu¨¦s, contest¨® que s¨ª.

Acto seguido, los dos j¨®venes, sin mediar m¨¢s palabras, esgrimieron sendas pistolas, con las que efectuaron cuatro disparos sobre Alberto Toca. Como consecuencia de los disparos, Alberto Toca cay¨® sobre la mesa y fuego al suelo, donde, al parecer recibi¨® un nuevo disparo.

Los trabajadores de Asepeyo, as¨ª como tres m¨¦dicos de Barcelona que estaban visitando la mutua, al oir los disparos se echaron, instint¨ªvamente al suelo, momento que fue aprovechado por los dos individuos para salir del edificio "como si acabaran de tomar unos vinos", seg¨²n uno de los testigos. Una vez en la calle, los dos j¨®venes emprendieron una veloz carrera y se perdieron por las en ese momento concurridas calles de la ciudad de Pamplona.

Fuertes controles policiales en la ciudad

Nada m¨¢s tener conocimiento del suceso se montaron, en diversos puntos de Pamplona, principalmente en las salidas de la capital navarra, fuertes controles policiales que inspeccionaban minuci¨®samente todos los veh¨ªculos por lo que se formaron, en ocasiones, importantes atascos circulatorios.

Alberto Toca, que al parecer era antiguo militante de la Comuni¨®n Tradicionalista, estaba casado y ten¨ªa siete hijos, uno de ellos subnormal. Era muy conocido en Pamplona y fue, durante un tiempo, presidente de la Asociaci¨®n Navarra de Familiares de Amigos de Subnormales (ANFAS), que en los ¨²ltimos tiempos, atraviesa serias dificultades econ¨®micas y est¨¢ a punto de cerrar sus centros en la provincia. Al parecer, Alberto, estaba relacionado con personas de ideolog¨ªas ultraderechistas. Se desconoce si hab¨ªa sido amenazado.

Un hermano de Alberto, Ignacio Toca, al parecer, y seg¨²n han informado fuentes de absoluta solvencia, estuvo en la cima de Montejurra acompa?ando a Sixto de Borb¨®n en 1976, el a?o en que murieron dos personas en incidentes producidos por los partidarios de Sixto. Ignacio Toca, que fue presidente de la hermandad de Montejurra y con quien Alberto, seg¨²n estas fuentes, manten¨ªa una identidad y afinidad ideol¨®gica absoluta, ten¨ªa una gran influencia sobre su hermano.