Los editores 'piratas' y alternativos celebran en Francfort su sexta 'Contraferia del Libro'
En una aldea pr¨®xima a Francfort (Rep¨²blica Federal de Alemania), en un viejo molino, rodeado todo por prados enfangados, se celebr¨® por sexta vez la 'Contraferia del Libro', centro de reuni¨®n de editores piratas, alternativos y alg¨²n que otro establecido, que presentaron una producci¨®n marginal, centrada en temas contraculturales. La entrada costaba tres marcos (135 pesetas) y superar los charcos, la falta de indicadores y el caos organizativo.
A la puerta de la sede de la 'Contraferia del Libro', una chica pon¨ªa un sello de tinta en la mano a los visitantes, "por si quieres salir y volver a entrar". Muy cerca, la feria oficial, la feria de Francfort prosegu¨ªa su rito, que este a?o trat¨® de la religi¨®n y puso de manifiesto la grave crisis que padece el mundo editorial.Moverse por las estrechas es caleras y los pasillos del viejo molino de la 'Contraferia del Libro' es una tortura, entre la masa de gente, ni?os y perros, en busca quiz¨¢ de la contracultura, de la canina vida alternativa. Hay un momento de caos, cuando alguien trata de bajar a un inv¨¢lido, en un carro ortop¨¦dico que ocupa toda la escalera, y la muchedumbre no se mueve ni hacia arriba ni hacia abajo. Uno grita desde lo alto de la escalera: "Parad, malditos, ?no os dais cuenta de que es un inv¨¢lido? ?Y vosotros quer¨¦is ser ecologistas?".
Huele a perro y a sudor. Son varios pisos, con las variopintas especies de la vida alternativa: travestidos venden libros del Movimiento Rosa, homosexuales, y piden firmas para la supresi¨®n del art¨ªculo 175 del C¨®digo Penal, que afecta a la homosexualidad, y denuncian la "represi¨®n contra los maricas".
La liberaci¨®n de la ternura
La lista de reuniones y discusiones anuncia temas como Liberaci¨®n de la ternura, y a?ade: "No como medio de estimulaci¨®n sexual, sino como fuerza para oponerse a la amenaza contra nuestras condiciones de vida". La frase puede contener varias evocaciones de la figura de Ernesto Che Guevara, de cuya muerte se han cumplido este mes los quince a?os y que alguna vez dijo que habr¨ªa que endurecerse sin llegar jam¨¢s a perder la ternura. Otro tema ten¨ªa este ep¨ªgrafe: La izquierda en los a?os setenta, y trata de "echar por la borda, de forma abierta y sin compasi¨®n, la maldita lengua cotidiana de los adultos esclavizados". Climaterio, un enfrentamiento cr¨ªtico con el envejecimiento de la mujer. T¨ªa, introducci¨®n en los m¨¦todos naturales de curaci¨®n. Sancho Panza, despeserado por los tonelacios, lectura de prosa y l¨ªrica. Exhibici¨®n de v¨ªdeos sobre la lucha contra la central nuclear de Brockdo.En una esquina, un grupo hace una demostraci¨®n pr¨¢ctica de c¨®mo se imprimen pasquines. En una mesa se ofrecen unas bolas de energ¨ªa que presentan un aspecto poco apetitoso, pero que seguramente no saben peor que la bazofia que se sirve en los restaurantes de la feria oficial.
En Oberursel, la sede de la 'Contraferia del Libro", no hay ni moquetas, ni estanter¨ªas de pl¨¢stico, ni cemento, ni agresivos ejecutivos que firman contratos de traducci¨®n y venta ole nuevos best seller. Hay toda una pujante contracultura, que encierra un esfuerzo tit¨¢nico de abr¨ªrse camino al margen de los cauces establecidos.
Feminismo, ecolog¨ªa, pacifismo, lucha contra la energ¨ªa nuclear, movimientos homosexuales, de nuevo Wilhelm Reich resurgido una vez m¨¢s de sus cenizas, solidaridad con el Tercer Mundo, turcos y emigrantes en la RFA, curanderismo y ciencias ocultas, mucha mugre. Y c¨®mo no, una exposici¨®n sobre Polonia, todo ello concentrado en un viejo molino de las afueras de esa ciudad, ese monstruo de vidrio y cemento que es Francfort, una especie de Manhattan de v¨ªa estrecha.
La 'Contraferia del Libro' celebr¨® su sexta edici¨®n. La primera naci¨® en 1968, pero fue flor efimera de un d¨ªa, como el movimiento estudiantil que la apoyaba. Ahora lleva ya seis ediciones, en su intento de "crear una contraopini¨®n p¨²blica, con medios propios, para responder a la cerraz¨®n del sistema establecido".
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