Humor negro

Lleva este inteligente grupo muchos a?os haciendo un teatro de manipulaci¨®n de objetos, creando una especie de humanoides tiernos, lamentables, tristemente c¨®micos. Corre por ¨¦l la ya vieja corriente del humor negro de la degradaci¨®n de la condici¨®n humana: algo que llega directamente de Beckett y, sobre todo, de un mundo de grafistas y pintores que le han seguido. Por ejemplo -por citar s¨®lo uno-, Topor.El espect¨¢culo sin palabras -sonidos onomatop¨¦yicos, pero inteligibles- debe mucho, sobre todo, a las historietas gr¨¢ficas de los peri¨®dicos y revistas intelectuales. Son sus figuras en movimiento, en acci¨®n. El guionista-director y sus compa?eros han creado a partir de todo ello sus ideas est¨¦ticas, su pI¨¢stica, enriquecida en alg¨²n momento por las formas y colores de Joan Mir¨®. Su trabajo es preciso, deliberadamente pobre el harapo, la suciedad, el desdoro, forman parte de esa est¨¦tica. Fue, en tiempos, un grupo numeroso; se ha ido deshaciendo con el tiempo y quedan de ¨¦l solamente tres h¨¢biles manipuladores. Aun que la ideolog¨ªa expresada tenga cierta antig¨¹edad, conecta todav¨ªa con el p¨²blico: en la Sala Olimpia sus manipulaciones fueron seguidas con risas, premiadas con ovaciones.