Killing Joke, el esoterismo en m¨²sica
Con Killing Joke, grupo ingl¨¦s de tendencia crepuscular, se nos vino encima el realismo en musica. Era en Rock-Ola este fin de semana y era un todo Madrid m¨¢s o menos joven cuya admiraci¨®n por tan letales humoristas no ha parado en barras los ¨²ltimos dos a?os. El concierto de Killing Joke, sin embargo, estuvo por debajo, tanto de sus presupuestos intelectuales, como de sus posibilidades estrictamente musicales.Y eso sucedi¨®, m¨¢s que nada, debido a lo lamentable del sonido, en una sala que no suele caracterizarse por semejante fallo. En efecto, la m¨²sica de Killing Joke posee un car¨¢cter que podr¨ªamos llamar tribal o, pasando del entorno al sentimiento, de trance. Ritmos mun¨®turios, matizados por la voz y la guitarra, que te¨®ricamente deben impeler a una especie de toma de conciencia visceral, capaz de liberar la animalidad reprimida de forma que logremos conectarnos con un cosmos.
Tal vez lo anterior sea un poco demasiado para un grupo de m¨²sica moderna. Y ciertamente lo es. Del cacao trascendentalista sobre el que esta buena gente ha construido su trabajo se derivan las virtudes y carencias de ¨¦sta. Para ellos "existen reyes y esclavos, ara?as hembras que devoran a las ara?as macho, grandes se?ores y seres animalizados, gentes moralmente fuertes y moralmente d¨¦biles... Y lo realista es entender esto y que cuando el mundo regurgite (?menci¨®n a una segura cat¨¢strofe milenarista?), uno, el individuo, pueda cabalgar sobre esa eclosi¨®n". Como quien patina en una tabla de surf, a?adir¨ªa yo. Como puede percibirse, la teor¨ªa esot¨¦rica de estos se?ores (debida sobre todo a Jaz, cantante, y Geordie, guitarra) bordea peligros¨ªsimamente lo que se conoce por nazismo. Dicen ellos que est¨¢n patrocinados por la masoner¨ªa egipciaca, que han realizado un recorrido inci¨¢tico que pasa por el monolito de Glastonbury, los alineamientos prec¨¦lticos y las l¨ªneas de Nazca. ?Deben ser cre¨ªdos a pies juntillas? Ni lo s¨¦ ni me importa. Sus palabras han de ser conscientes, por cuanto no parecen dichas para salir del paso, y conforman un lenguaje con el cual los esot¨¦ricos que en el mundo han sido se sentir¨¢n m¨¢s o menos familiarizados.
La m¨²sica recogida en sus dos primeros elep¨¦s, que fue la practicada en el Rock-Ola, conten¨ªa canciones como Sigue al l¨ªder, Danza guerrera y otros de ese estilo. Cuando se expuso al p¨²blico por primera vez, aquello parec¨ªa la renovaci¨®n del rock duro, pero una consideraci¨®n suplementaria les hubiera relacionado con grupos de tranbe, como los alemanes Can. Claro, si la escuchamos en un teatro, con toda la atenci¨®n focalizada hacia la bocana del mismo, sus efectos f¨ªsico-an¨ªmicos pueden notarse sin mayores problemas. En un club o un polideportivo, lleno de distracciones e incomodidades, el factor volumen de sonido se convierte en fundamental para reclamar dicha atenci¨®n. A casi todo el mundo el grupo le gust¨® como entidad capaz de hacer una gran m¨²sica, casi todos sintieron la misma decepci¨®n con respecto al resultado real de su puesta en escena. Una l¨¢stima; ahora es cosa de esperar la llegada de Siouxsie And The Banshees para intentarlo de nuevo.
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