Abel Marin¨¦: "La mejor defensa del consumidor es una buena ley alimentaria y una Administraci¨®n eficaz"

El D¨ªa Internacional de la Alimentaci¨®n se celebr¨® ayer en Espa?a sin la reforma administrativa en profundidad que el Gobierno prometi¨® a ra¨ªz de la crisis provocada por el s¨ªndrome t¨®xico. Los distintos proyectos de ley del consumidor han quedado dormidos en los cajones del Congreso. El vicepresidente de la Asociaci¨®n Europea para el Derecho Alimentario (AEDE), Abel Marin¨¦, considera que, hoy por hoy, la mejor defensa del consumidor es una buena ley alimentaria y una administraci¨®n eficaz capaz de controlar el proceso alimentario. El doctor Marin¨¦ propone que el control de la industria alimentaria se realice mediante un sistema parecido al de la farmac¨¦utica.

Abel Marin¨¦ fue nombrado vicepresidente de la AEDE en el congreso de esta asociaci¨®n internacional que finaliz¨® el pasado d¨ªa 1 en Londres. Despu¨¦s de trabajar durante varios a?os en la Universidad de Salamanca, se ha trasladado a Barcelona para ejercer de catedr¨¢tico en la facultad de Farmacia."La legislaci¨®n alimentarla espa?ola no est¨¢ tan mal como algunos dicen, lo que sucede es que la Administraci¨®n, que tiene que aplicar esta legislaci¨®n, no funciona bien, y no por falta de recursos materiales o humanos, sino por desorganizaci¨®n y descontrol", dice Abel Marin¨¦. "En general" a?ade, "el problema de la alimentaci¨®n se reduce hoy a un c¨¢lculo b¨¢sico: la relaci¨®n que hay entre el riesgo y el beneficio en la producci¨®n alimentaria; es decir, a la hora de valorar, por ejemplo, los aditivos, hay que ver hasta qu¨¦ punto el beneficio que comportan compensa o no el riesgo".

Si el riesto es tolerable, Abel Marin¨¦ es partidario de que se utilicen, pues la sociedad tambi¨¦n se beneficia de que los alimentos pue dan comercializarse congelados "Ahora bien", contin¨²a Abel Marin¨¦, "esta evaluaci¨®n se ha de hacer con rigor. Y me temo que aqu¨ª no tenemos los elementos t¨¦cnicos y cient¨ªficos necesarios para eva luarlo. Por eso creo que la decisi¨®n de autorizar, por ejemplo, la utilizaci¨®n de ¨¢cido b¨®rico para la conservaci¨®n de los langostinos y las gambas es equivocada. El ¨¢cido b¨®rico prolonga su conservaci¨®n, pero es un producto que tiene consecuencias negativas sobre la salud. Y creo que en este tipo de decisiones cuentan determinadas presiones. Es posible que estas presiones est¨¦n basadas en h¨¢bitos del consumidor, pero en ese caso es m¨¢s aconsejable cambiar estos h¨¢bitos y consumir las gambas sin cabeza".

De hecho, la utilizaci¨®n del ¨¢cido b¨®rico qued¨® prohibida en 1965 y ahora se ha vuelto a autorizar. Esto, por lo menos, crea desconfianza en la Administraci¨®n. Para restaurar esta confianza no es tan necesaria, en opini¨®n de Abel Marin¨¦, una ley del consumidor ("la m¨¢s completa es la que present¨® el PSOE", dice) como una reforma administrativa y tambi¨¦n legislativa que subsane las lagunas que, sobre todo en el aspecto de la responsabilidad penal, tiene la actual normativa.

Voluntad de reformar

La reforma administrativa es m¨¢s un problema de voluntad pol¨ªtica que de recursos. "Existe una red en todo el pa¨ªs compuesta por el m¨¦dico, el veterinario y el farmac¨¦utico local que, tras un reciciaje, podr¨ªa ser un importante instrumento de control".

De que lo que fallan son las estructuras es una prueba lo sucedido con el aceite de colza, seg¨²n Abel Marin¨¦: "Que yo sepa, la venta ambulante de aceite estaba prohibida, y estaba prohibida la venta de cualquier producto que no estuviese acompa?ado de una etiqueta con el nombre del responsable, ete., ete. Incluso mucho antes de la primera muerte por el s¨ªndrome t¨®xico, asist¨ª a un congreso de laboratorios municipales que se celebr¨® en Madrid donde se dijo, con toda claridad, que en el ciritur¨®n industrial de la capital se vend¨ªa aceite adulterado. Es muy f¨¢cil que una de estas adulteraciones pueda tener las consecuencias que tuvo este caso".

La de la colza ha sido la intoxicaci¨®n colectiva deorigen alimentario m¨¢s importante de las ocurridas en el mundo hasta ahora, seg¨²n Abel Marin¨¦, por el elevado n¨²mero de v¨ªctimas y afectados en tan escaso tiempo. "Ning¨²n pa¨ªs puede librarse del riego de un accidente alimentario, pero es evidente que, sin control, este riesgo se multiplica", a?ade.

Para que este control sea efectivo, propone que la industria alimentaria funcione como la farmac¨¦utica y que las empresas productoras de alimentos controlen las materias primas en el origen y al ponerse a la venta.

Este control debe ser responsabilidad de profesionales independientes y debe ser preceptivo, si se quiere lograr una eficacia real, antes de que cualquier producto llegue al consumo.