Estados Unidos estudia la ampliaci¨®n de la fuerza multinacional de pacificaci¨®n de L¨ªbano

El presidente de L¨ªbano, Amin Gemayel, pidi¨® ayer al presidente Reagan el aumento de los efectivos de la fuerza multinacional presente ya en su pa¨ªs para asegurar la r¨¢pida retirada de todas las tropas extranjeras. El jefe del Estado norteamericano prometio estudiar "seriamente" la petici¨®n del dirigente liban¨¦s.

Al final de las entrevistas mantenidas en Washington entre ambos mandatarios, Reagan reafirm¨® ante la Prensa la necesidad de una "retirada r¨¢pida" de todas las fuerzas extranjeras. El presidente garantiz¨® el respaldo de Estados Unidos "en favor de la unidad, de la integridad trritorial y de la libertad de L¨ªbano".Reagan y Gemayel se han entrevistado, junto con sus principales colabradores, durante dos horas en la Casa Blanca. Los observadores pol¨ªticos de la capital norteamericana se?alan una identidad de puntos de vista entre los dos pol¨ªticos.

Reagan recibi¨® por la ma?ana en la Casa Blanca a Gemayel, que hac¨ªa su deb¨² internacional como l¨ªder de una naci¨®n devastada por a?os de guerra civil y sucesivas ocupaciones. El presidente liban¨¦s, cuyo Gobierno controla s¨®lo la capital del pa¨ªs, Beirut, reiter¨® su prop¨®sito de reconstruir la naci¨®n "de forma que todos los ciudadanos tengan id¨¦nticos privilegios, derechos y responsabilidades".

Para alcanzar esta meta dej¨® claro que L¨ªbano precisa ayuda econ¨®mica, apoyo pol¨ªtico y asistencia militar. El precio de la reconstrucci¨®n puede alcanzar la cifra de 15.000 millones de d¨®lares (casi dos billones de pesetas), y uno de los objetivos de Gemayel en Washington es obtener el respaldo de la Administraci¨®n norteamericana para conseguir parte de esta cifra de fuentes occidentales y del Banco Mundial.

Sobre la cuesti¨®n clave de la presencia en L¨ªbano de fuerzas extranjeras -que entre israel¨ªes, sirios y palestinos pueden alcanzar un total de 100.000 hombres-, Gemayel pretende que la fuerza multinacional que garantiza la paz en Beirut -y que est¨¢ integrada por norteamericanos, franceses e italianos- no se limite a vigilar la capital, sino que se extienda a otras zonas para acelerar la retirada de todas las tropas for¨¢neas. Eso requerir¨ªa la ampliaci¨®n de los contingentes armados de cada uno de los tres pa¨ªses occidentales.

Gemayel ha agradecido a Reagan "el papel fundamental desempe?ado por Estados Unidos en la supervivencia de L¨ªbano" y ha anunciado su apoyo a la iniciativa de paz para la zona presentada por Estados Unidos el d¨ªa 1 de septiembre pasado.

De fuente oficial estadounidense se precisa que el negociador norteamericano para Oriente Pr¨®ximo, Morris Drapper, llegar¨¢ de nuevo a la zona despu¨¦s de una nueva entrevista en Nueva York, este fin de semana, entre los responsables norteamericanos e Isaac Samir, ministro de Asuntos Exteriores israel¨ª.

Israel y Siria

Israel y Siria, los dos pa¨ªses que mantienen las principales fuerzas extranjeras en L¨ªbano, han declarado que no tienen intenci¨®n de permanecer en el pa¨ªs, pero el Gobierno de. Tel Av¨ªv quiere que se cree una especie de cord¨®n de seguridad en la zona sur del territorio liban¨¦s, junto a su frontera. Tel Aviv pretende, adem¨¢s, que sean las milicias cristianas de Saad Haddad -a quienes la Prensa internacional denunci¨® un¨¢nimemente como responsables de las matanzas en los campos palestinos de Sabra y Chatila- las encargadas de controlar y patrullar esa zona.

El presidente norteamericano dijo en una breve conferencia de Prensa que ignoraba por el momento si podr¨ªa lograrse un acuerdo en los pr¨®ximos d¨ªas para la retirada de L¨ªbano de las tropas israel¨ªes, sirias y palestinas: "No me arriesgar¨ªa a una previsi¨®n", dijo, se?alando que era un "problema inmediato" cuya soluci¨®n buscaba Estados Unidos. El presidente liban¨¦s expres¨® su deseo de que la fuerza multinacional permanezca en L¨ªbano hasta que todas las dem¨¢s tropas extranjeras sean evacuadas.

Gemayel, que estaba junto a Reagan en el p¨®rtico de la Casa Blanca, precis¨® que "el papel de Estados Unidos es un elemento indispensable para conseguir la paz no solamente en L¨ªbano, sino en el conjunto de la regi¨®n".

La reconstrucci¨®n de L¨ªbano

La reconstrucci¨®n del pa¨ªs ser¨¢ tan costosa que s¨®lo un esfuerzo colectivo internacional puede asumir su financiaci¨®n, se indicaba ayer en Washington. Se da por descontado que el esfuerzo econ¨®mico para la reconstrucci¨®n, que se cifra en casi dos billones de pesetas, debe ser acometido por el Banco Mundial, aunque Estados Unidos se encargue de coordinar la gigantesca operaci¨®n.

En la reuni¨®n que el Fondo Monetario Internacional celebr¨® en Toronto (Canad¨¢) el mes pasado, L¨ªbano pidi¨® ya la creaci¨®n de un grupo consultivo para coordinar esta ayuda.

Washington ha subrayado que, por el momento, no est¨¢ en disposici¨®n de aumentar su actual ayuda econ¨®mica y humanitaria a L¨ªbano, cifrada en 110 millones de d¨®lares (unos 14.000 millones de pesetas) despu¨¦s de la invasi¨®n israel¨ª de junio.

Estados Unidos, sin embargo, est¨¢ dispuesto a conceder una ayuda militar relativamente importante para permitir que L¨ªbano refuerce su Ej¨¦rcito, conipletamente debilitado y desorganizado despu¨¦s de siete a?os casi inactivo. Para conocer las necesidades militares libanesas, el secretario de Defensa, Caspar Weinberger, envi¨® a Beirut a comienzos de mes una misi¨®n de once expertos del Pent¨¢gono.

Los efectivos actuales del Ej¨¦rcito liban¨¦s se cifran en alrededor de 23.000 hombres, poqu¨ªsimos si se tiene en cuenta la capacidad militar de las tropas potencialmente rivales. En un primer paso, el Pent¨¢gono podr¨ªa contentarse con ayudar a L¨ªbano a doblar sus efectivos.