Garc¨ªa M¨¢rquez obtiene el Nobel de Literatura por una obra en la que ha confundido lo real con lo irreal
Cuando, con estricta puntualidad, el secretario permanente y miembro de la Academia sueca, Per Gillensten, anunci¨® ayer ante un centenar de periodistas y figuras del mundo literario, el nombre del colombiano Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez como el destinatario del premio Nobel de Literatura 1982, un murmullo de aprobaci¨®n recorri¨® la sala.En una breve y acertada fundamentaci¨®n, la Academia sueca se?ala que la concesi¨®n del Premio a Garc¨ªa M¨¢rquez no supone el descubrimiento de un escritor desconocido. Garc¨ªa M¨¢rquez, dice la Academia, "ha creado un universo propio -el mundo que rodea a Macondo, el pueblo por ¨¦l inventado-. Desde finales de la d¨¦cada del cincuenta, sus novelas y cuentos nos arrastran a ese extra?o lugar donde se dan cita lo milagroso y lo m¨¢s puramente real -el espl¨¦ndido vuelo de la propia fantas¨ªa-, fabulaciones desmedidas y hechos concretos que surgen del fondo del pueblo, alusiones literarias, gr¨¢ficas descripciones, palpables y a veces opresivas, realizadas con la precisi¨®n de un reportaje".
Se se?ala tambi¨¦n que en ese mundo creado por Garc¨ªa M¨¢rquez tal vez sea la muerte el m¨¢s importante director de escena entre bastidores. "Pero ese sentimiento tr¨¢gico de la vida, que alienta en las obras del escritor, expresa a su vez una fuerza vital a un tiempo aterradora y edificante de lo vivo y lo real". En sus fundamentos, la Academia sueca hace alusi¨®n, tambi¨¦n en forma escueta, a la fecunda obra del escritor y al reconocimiento internacional de inusitada magnitud que produjo la aparici¨®n, en 1967, de su novela Cien a?os de soledad, traducida a gran n¨²mero de idiomas y de la que se han editado millones de ejemplares.
"Cada nueva obra suya", agrega la Academia, "es considerada por una cr¨ªtica y un p¨²blico expectantes, como un acontecimiento de trascendencia internacional y se traduce y publica r¨¢pidamente en numerosos idiomas y grandes tiradas".
Cr¨®nica de una muerte anunciada completa, seg¨²n la Academia sueca, la imagen de un autor que re¨²ne en su persona un talento narrativo desbordante, casi abrumador y la maestr¨ªa del artista de la lengua, consciente de su t¨¦cnica, disciplinado y poseedor de un amplio bagaje literario.
Un continente creativo
Por ¨²ltimo, la Academia ubica al escritor laureado en el contexto de un continente cuya vitalidad creadora tiene reconocimiento universal. "La literatura latinoamericana muestra, desde hace un tiempo, una vitalidad que apenas se encuentra en otro ¨¢mbito literario y tiene conquistada una posici¨®n que es seguida con particular inter¨¦s en la vida cultura de nuestro tiempo".
"Es este un continente donde se entrecruzan multitud de impulsos y tradiciones. Elementos de cultura popular, por ejemplo, la narraci¨®n oral, reminiscencias de culturas indias altamente desarrolladas, corrientes del barroco espa?ol de diferentes ¨¦pocas, influencias del surrealismo y otras corrientes literarias europeas. Todo ello mezclado produce una bebida vivificante y rica en especies de las que ' Garc¨ªa M¨¢rquez y otros escritores latinoamericanos extraen su material e inspiraci¨®n", expresa finalmente la justificaci¨®n del premio otorgado a Garc¨ªa M¨¢rquez.
La adjudicaci¨®n del premio Nobel de Literatura Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez no caus¨® sorpresa en los medios suecos. Por el contrario, la calidad de su obra era ya conocida de un amplio sector de lectores adem¨¢s de la critica especializada. Varias de sus obras han sido traducidas al sueco.
Un premio anunciado
Muchos simples lectores que alguna vez establecimos una asociaci¨®n entre Cien a?os de soledad y El Quijote, nos vimos gratamente sorprendidos cuando el tambi¨¦n Premio Nobel e insigne: poeta chileno, Pablo Neruda, compar¨® a Garc¨ªa M¨¢rquez con Cervantes. El poeta ruso Evgeny A. Evtushenko, por su parte, dijo que Garc¨ªa M¨¢rquez era el m¨¢s grande escritor contempor¨¢neo.
Ambos juicios, provenientes de dos exponentes de culturas y formas de sentir tan dispares, dan otra clave de la dimensi¨®n universal del colombiano.
Hace tiempo Garc¨ªa M¨¢rquez se refer¨ªa al Premio Nobel en un amplio art¨ªculo escrito en EL PAIS. El escritor colombiano, al hilo del comentario de que los grandes escritores de los ¨²ltimos ochenta a?os se murieron sin el Nobel, hac¨ªa una reflexi¨®n sobre la Academia sueca de la que dec¨ªa ,no tiene miedo de equivocarse -y se equivoca mucho, por supuesto-, concede el premio una sola vez por una obra de toda la vida, y parece considerar que quien es bueno en una ciencia no puede serlo tambi¨¦n en el arte de las letras". A continuaci¨®n citaba la incongruencia de no que ni Leon Tolstoi, Henry James, Marcel Proust, Franz Kafka, Joseph Conrad, Joyce y Rainer Maria Rilke hubieran obtenido el galard¨®n.
Hay otros motivos de alegr¨ªa en la distinci¨®n que recibe Garc¨ªa M¨¢rquez: a diferencia de otros escritores de reconocida calidad, el colombiano ha sido y sigue siendo un cronista realista de la historia contempor¨¢nea, especialmente a trav¨¦s de sus notas period¨ªsticas, oficio del que nunca ha renegado. Prueba de ello es su puntual cita de los mi¨¦rcoles en las p¨¢ginas de opini¨®n de El PAIS. Es un hombre comprometido con la causa de los d¨¦biles y los oprimidos, con un sentido de la dignidad nacional y latinoamericana. Ha rescatado la memoria de escritores desaparecidos, ha defendido a presos, torturados y perseguidos. Para los pueblos latinoamericanos su consagraci¨®n equivale adem¨¢s al triunfo de los valores eternos del esp¨ªritu frente a la barbarie. Cuando de esos b¨¢rbaros no quede ni sombra de recuerdo, las obras de Garc¨ªa M¨¢rquez seguir¨¢n iluminando el coraz¨®n de multitudes con su destello inagotable.
Babelia
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