Libre y sin 'silla de ruedas'
Quiz¨¢ la sensaci¨®n de sentirse libre hizo que el cubano Armando Valladares, veintid¨®s a?os preso, abandonara su famosa silla de ruedas y se lanzara a buen ritmo y con paso templado a las escaleras del avi¨®n que le llevaba a Madrid.
Lo cierto es que se vio a un hombre bien trajeado, que aparenta los 43 a?os que tiene, con el pelo corto, pero no excesivamente, con una bolsa de pl¨¢stico en la mano izquierda, con una sonrisa en la cara... y con entera capacidad para andar por su propio pie.
Incluso cuando estaba a punto de entrar en el avi¨®n de Cubana de Aviaci¨®n II-62m, un Iflushin sovi¨¦tico, matr¨ªcula CU-t1226, alz¨® el brazo en se?al de triunfo y salud¨® a la Prensa, que se agolpaba en la pista habanera del Jos¨¦ Mart¨ª. Algunos metros m¨¢s atr¨¢s, su acompa?ante hasta Par¨ªs, el encargado de negocios de Francia en Cuba, Pierre Charasse, se quedaba al pie de la escalerilla del avi¨®n en una maniobra quiz¨¢ involuntaria, pero que permiti¨® a todo el mundo observar c¨®mo Armando Valladares sub¨ªa ligero y sin problemas los escalones.
Abajo, todo un despliegue de las fuerzas de seguridad cubanas, inclu¨ªdo Jos¨¦ Abrahantes, viceministro del Interior, que desde m¨¢s de una hora antes hab¨ªan tornado los alrededores del avi¨®n y la peque?a sala de protocolo donde se hicieron todos los preparativos.
Valladares, acompa?ado de Charasse, hab¨ªa salido unos minutos antes de las instalaciones del aeropuerto, bajo la luz de los focos de la televisi¨®n y entre un cord¨®n de polic¨ªa, que permiti¨® las fotos, pero no el acercamiento, con lo que se quebr¨® toda posibilidad de declaraciones.
Esta desusada publicidad a la salida de Valladares es evidente que se debe a un inter¨¦s de las autoridades cubanas para demostrar que su par¨¢lisis era falsa, tal y como hab¨ªan informado en repetidas ocasiones. Ni que decir tiene que la demostraci¨®n result¨® bien visible, y aunque nadie puede qitarle los veintid¨®s a?os de c¨¢rcel, con todos los sufrimientos obvios, tambi¨¦n hay que reconocer que no perdi¨® la movilidad de las piernas.
Armando Valladares fue detenido, junto con diecis¨¦is personas, en 1960. Seg¨²n los peri¨®dicos de la ¨¦poca y el acta judicial, se les requisaron abundantes explosivos y propaganda contrarrevolucionaria. Seg¨²n datos cubanos, este entonces joven de veinti¨²n a?os hab¨ªa sido polic¨ªa en la ¨¦poca de Batista, y aunque ha presentado toda clase de documentos acreditativos, estos antecedentes han sido negados en el exterior. Al triunfar la revoluci¨®n, dej¨® la polic¨ªa y pas¨® a ser viajante-vendedor de comercio y, posteriormente, empleado en el Ministerio de Comunicaciones Revolucionario.
Valladares fue condenado entonces a treinta a?os de prisi¨®n, que se redujeron en 1973, tras una revisi¨®n de su causa, a veinticinco, por lo que su liberaci¨®n deb¨ªa haberse producido en 1986, ya que nunca acept¨® los planes de rehabilitaci¨®n penitenciaria. En prisi¨®n hizo varias huelgas de hambre, a consecuencia de las cuales, seg¨²n m¨¦dicos cubanos, padeci¨® una polineuropat¨ªa muscular, que le causaba dificultades motrices, pero que, tras un tratamiento en el hospital Frank Pais, le fue curada, sin que andar significara para ¨¦l, desde entonces, ning¨²n problema.
Desde mediados de los a?os setenta se inici¨® una campa?a en el exterior para su liberaci¨®n, basada, en primer lugar, en esa circunstancia de par¨¢lisis, e incluso se organiz¨® una colecta que recaud¨® fondos para adquirir una silla de ruedas y envi¨¢rsela a trav¨¦s de organizaciones internacionales humanitarias.
Otra raz¨®n de que su caso fuera muy conocido en el exterior se debe a la campa?a organizada por los Pen clubes literarios, a ra¨ªz de la publicaci¨®n. de un libro de poemas que se titulaba, precisamente, Desde mi silla de ruedas. El libro fue prologado, entre otros, por su m¨¢ximo valedor en Francia, Pierre Golendorif, que fue compa?ero de prisi¨®n de VaRadares en Cuba, donde, tras un per¨ªodo de estancia period¨ªstica, fue encarcelado como agente de la CIA. As¨ª, Armando Valladares se convirti¨® en el poeta paral¨ªtico de los calabozos cubanos, mientras que para las autoridades de este pa¨ªs s¨®lo era un preso que nunca fue poeta ni intelectual, y que tampoco era paral¨ªtico.
Las m¨²ltiples peticiones para su liberaci¨®n fueron recogidas recientemente por el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, quien logr¨¦ de su colega cubano, Fidel Castro, un indulto que personalmente comunic¨® al asesor galo, Regis Debray, la pasada semana. Con la salida ayer de Cuba y la llegada a Par¨ªs, donde, al parecer, har¨¢ declaraciones y posteriormente ser¨¢ internado en un centro hospitalario, finaliza la larga experiencia carcelar¨ªa en Cuba de Armando Valladares, poeta, polic¨ªa, viajante de comercio o empleado del Ministerio de Comunicaciones.
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