El poeta Valladares se somete en Par¨ªs a un reconocimiento m¨¦dico tras permanecer 22 a?os detenido en una c¨¢rcel cubana

Desde las primeras horas de la tarde de ayer, el poeta cubano Armando Valladares se encuentra hospitalizado en Par¨ªs, donde se someter¨¢ a un examen m¨¦dico completo en las instalaciones militares de Val de Grase, las mismas en las que efect¨²a sus chequeos Fran?ois Mitterrand. El jefe del Estado franc¨¦s ha sido el principal art¨ªfice de la liberaci¨®n de Valladares, quien permaneci¨® 22 a?os en la c¨¢rcel acusado de actividades contrarrevolucionarias.

A Valladares le esperaba en el aeropuerto de Orly, a las 12.30 horas, su esposa -Marta-, otros familiares, un representante del Gobierno franc¨¦s, efectivos de seguridad y una nube de fot¨®grafos y periodistas, ante los que se mostr¨® conmovido tras haber caminado casi normalmente al bajar del avi¨®n.El escritor cubano hab¨ªa partido la v¨ªspera de La Habana a bordo de un avi¨®n de Cubana de Aviaci¨®n, llegado al aeropuerto madrile?o de Barajas a las 10.40 horas Sin dejarse ver por los numerosos periodistas que aguardaban su Hegada, Valladares se traslad¨® a un avi¨®n oficial del GLAM (Groupement des Liaisons Aeriennes Ministerielles), que despeg¨® pocos minutos despu¨¦s rumbo a la cap?tal francesa.

"Estoy emocionado", fueron sus primeras palabras despu¨¦s de haber abrazado y besado, sollozando, a su mujer. Se declar¨® cansado y manifest¨® deseos de reposar. Casi sonriente, agradeci¨® la intervenci¨®n, ante Fidel Castro, de Mitterrand y la de su consejero personal, Regis Debray, presente igualmente en el aeropuerto para recibir al nuevo exiliado cubano.

Valladares presentaba un aspecto fr¨¢gil, con el pelo al rape y un traje gris. Camin¨® sin grandes problemas. Los periodistas disparaban preguntas, los fot¨®grafos sus flashes, pero sus palabras no desbordaron "la emoci¨®n, el cambio tan r¨¢pido y brusco" tras veintid¨®s a?os de c¨¢rcel. Inmediatamente despu¨¦s de su presentaci¨®n a la Prensa fue conducido al hospital, donde permanecer¨¢ varios d¨ªas.

Boda en la c¨¢rcel

En el aeropuerto reencontr¨® a su esposa, con la que se hab¨ªa casado estando ya en la c¨¢rcel y a la que "no he visto desde hace varios a?os". Marta es hija de otro preso a quien su hija visitaba frecuentemente en la c¨¢rcel en la que se encontraba el poeta ahora liberado.La se?ora de Valladares viaj¨® a Par¨ªs desde Miami, donde reside normalmente, para esperar al poeta. Seg¨²n manifest¨® alg¨²n allegado al matrimonio, a pesar de estar casados por lo civil, debido a sus convicciones religiosas no cohabitar¨¢n hasta que no se celebre la ceremonia religiosa, en Miami probablemente, dentro de algunas semanas.

Su esposa reside en el domicilio del dramaturgo espa?ol Fernando Arrabal, quien, en compa?¨ªa de algunos escritores franceses, tambi¨¦n se encontraba en el aeropuerto. Arrabal le hab¨ªa escrito una carta al propio presidente de la Rep¨²blica, Fran?ois Mitterrand, para que intercediera ante Fidel Castro en favor de Armando Valladares.

A Orly acudieron la cu?ada del poeta y otros amigos cubanos. Seg¨²n estos ¨²ltimos, hac¨ªa a?o y medio que no dispon¨ªan de noticias suyas. Y durante ese tiempo, piensan, Valladares fue debidamente tratado en la c¨¢rcel para curar la par¨¢lisis que afectaba a sus dos piernas.

La agencia informativa cubana Prensa Latina asegur¨® ayer que Valladares simulaba "una paraplejia" y que de lo que sufr¨ªa, en realidad, era de una "polineuropat¨ªa por carencia".

Gestiones francesas

La liberaci¨®n de Valladares es el resultado ¨²ltimo de la intervenci¨®n personal de Mitterrand, que el pasado mes de diciembre dirigi¨® un carta en tal sentido a Fidel Castro. Despu¨¦s el ministro de la Cultura, Jack Lang, y el consejero del presidente, Debray, en viajes sucesivos, parece ser que insistieron, fruct¨ªferamente, ante el l¨ªder cubano.Nadie sospecha que la libertad de Valladares haya podido ser la factura de un mercado de cualquier tipo. Sin decirlo expresamente, el Gobierno franc¨¦s cree haberse apuntado un tanto en el sector de la diplomacia secreta.

Y seg¨²n manifestaci¨®n de varios responsables oficiales, lo que s¨ª es cierto es que "este gesto de Fidel Castro mejora las relaciones franco-cubanas".