El Banco de Espa?a reconoce el fracaso de la pol¨ªtica econ¨®mica en 1982 y propone un programa de estabilizaci¨®n para 1983
Los objetivos de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno para 1982 han fracasado en l¨ªneas generales, a excepci¨®n de una ligera desaceleraci¨®n en el proceso de p¨¦rdidas de empleo, seg¨²n reconoce de forma t¨¢cita un informe elaborado por el Banco de Espa?a. El an¨¢lisis del banco central se completa con un esbozo del programa econ¨®mico y financiero que deber¨ªa adoptarse para 1983 por el Gobierno que salga de las urnas, y que en s¨ªntesis, aunque no se denomine as¨ª, es un programa de estabilizaci¨®n para enderezar los errores de 1982.
El Banco de Espa?a, en este terreno, propone para 1983 una pol¨ªtica monetaria m¨¢s restrictiva , que debe hacer compatible un crecimiento del 2% del producto interior bruto, con una inflaci¨®n del 11% como m¨¢ximo y con un mantenimiento de la peseta.Para ello propone techos a los incrementos salariales y advierte de los riesgos de un mayor incremento del d¨¦ficit p¨²blico.
El informe del Banco de Espa?a reconoce que en 1982 se ha producido una baja tasa de crecimiento real del producto interior, que a final de a?o se situar¨¢ en torno al 1,5%. De este crecimiento, un 1,1% corresponde a aportaciones del sector exterior, y un 0,4%, a demanda interna. La mayor parte del exiguo crecimiento se consigui¨® en el primer semestre.
La inflaci¨®n, por otra parte, pr¨¢cticamente no ha disminuido en 1982, lo que supone una importante quiebra en la pol¨ªtica de desaceleraci¨®n de los precios seguida a partir de los pactos de la Moncloa e incrementa nuestro diferencial de inflaci¨®n con el resto de pa¨ªses industriales. Seg¨²n el Banco de Espa?a, a finales de a?o la inflaci¨®n puede situarse entre un 14,5% y un 15%. No obstante, en el citado an¨¢lisis se afirma que la aceleraci¨®n de la inflaci¨®n fue mayor en el primer semestre, debido a una serie de factores irregulares (precios agrarios, entre otros), y que sin estos factores se podr¨ªa haber conseguido una inflaci¨®n del 13%.
Por otra parte, no se ha conseguido la reactivaci¨®n perseguida ni los objetivos de mejora del mercado de trabajo. La ligera desaceleraci¨®n en la p¨¦rdida de empleos (unos 60.000 en 1982) con respecto al a?o anterior est¨¢ muy lejos de las metas propuestas por el Gobierno a finales de 1981, en la presentaci¨®n de los Presupuestos Generales del Estado.
R¨¢pido deterioro de la balanza de capitalesLa balanza de pagos por cuenta corriente mejora en 1982, reduci¨¦ndose el d¨¦ficit en unos mil millones de d¨®lares; pero la balanza de capitales empeora de forma muy r¨¢pida, corno consecuencia de la escasa captaci¨®n de cr¨¦ditos exteriores por parte de las empresas espa?olas y de la p¨¦rdida de reservas de nuestro pa¨ªs (que alcanzaban, sin contar el oro, a 1.740 millones de d¨®lares a finales de septiembre, frente a 48 millones en igual mes del a?o anterior; a finales de a?o puede alcanzarse la cifra de 2.500 millones de d¨®lares, aunque para expertos ajenos al banco central la situaci¨®n podr¨ªa agravarse en el ¨²ltimo trimestre, como consecuencia de la repercusi¨®n en nuestras exportaciones de las crisis que atraviesan los pa¨ªses latinoamericanos y los pa¨ªses exportadores de petr¨®leo).
Esta situaci¨®n de la balanza de capitales es a¨²n peor si se tiene en cuenta que Espa?a, al terminar el a?o, contar¨¢ con una deuda externa de 27.000 millones de d¨®lares, con unos vencimientos del principal del orden de 3.500 millones de d¨®lares.
1983: restricci¨®n monetaria y topes salariales
El informe del Banco de Espa?a subraya la estrecha relaci¨®n que existe entre el endeudamiento exterior y el d¨¦ficit del sector p¨²blico, y recalca especialmente la relaci¨®n del volumen del d¨¦ficit del sector p¨²blico con la posibilidad de mantener un control monetario que corrija tendencias inflacionistas e impida r¨¢pidas perturbaciones en el mercado de cambios.
En 1982, el aumento. de disponibilidades l¨ªquidas -los primeros meses fueron muy expansivos- ha financiado precios y no actividad.
Se han mantenido las rentas nominales y ha ca¨ªdo el consumo privado entre 0,5% y 0,3%. El informe del Banco de Espa?a, que deber¨¢ ser tenido muy en cuenta por el Gobierno que salga de las urnas, afirma que la inflaci¨®n deber¨¢ alcanzar como m¨¢ximo un 11% en 1983, si se quiere lograr un crecimiento econ¨®mico del 2% sin provocar grandes desequilibrios y evitar una devaluaci¨®n de la peseta.
Para lograr circunscribir la inflaci¨®n a la citada tasa, seg¨²n el Banco de Espa?a, habr¨ªa que limitar el incremento de los salarios nominales al 11% (entre un 8% y un 9% en convenios) y compatibilizar el mismo con una reducci¨®n en mil millones de d¨®lares en el d¨¦ficit de la balanza de pagos.
El informe del banco central sit¨²a el crecimiento de cuentas corrientes, dep¨®sitos a plazos y dep¨®sitos de ahorro en torno a un 13%; pero, si se consideran los incrementos de otros activos (letras aceptadas, papel comercial), el aumento de todos los activos l¨ªquidos en manos del p¨²blico puede alcanzar el 15%.
En cuanto al d¨¦ficit p¨²blico, el Banco de Espa?a afirma que el registro de caja por operaciones no financieras debe situarse en 828.000 millones de pesetas, frente a unos 880.000 millones este a?o, y el d¨¦ficit p¨²blico por registro de caja total (es decir, incluyendo las operaciones del cr¨¦dito oficial) deber¨ªa reducirse a 960.000 millones de pesetas, frente a un bill¨®n en 1982. El informe del Banco de Espa?a advierte a continuaci¨®n que, si la inercia de 1982 contin¨²a el a?o pr¨®ximo, el d¨¦ficit de caja total podr¨ªa alcanzar 1,13 billones de pesetas.
El cr¨¦dito interno a los sectores p¨²blico y privado, seg¨²n estas previsiones, deber¨ªa situarse en torno al 15% (un 24% para el sector p¨²blico y un 13% para el sector privado).
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.