El FDR salvadore?o presenta un plan de paz para su pa¨ªs

Representantes al m¨¢s alto nivel del Frente Democr¨¢tico Revolucionario (FDR), aliado pol¨ªtico de la guerrilla salvadore?a, entregaron ayer al Gobierno mexicano un plan de paz para su pa¨ªs, que deber¨¢ ser discutido con la Administraci¨®n de Alvaro Maga?a. La comisi¨®n est¨¢ formada, entre otros, por el presidente del FDR, Guillermo Ungo, y la comandante guerrillera Ana Guadalupe Mart¨ªnez.Esta nueva iniciativa de paz para El Salvador, que hoy ser¨¢ dada a conocer ante la Prensa, coincide con una nueva fase de la guerra civil, caracterizada por la consolidaci¨®n de la guerrilla en los escenarios habituales de Moraz¨¢n y Chalatenango, de donde no ha podido desalojarla el Ej¨¦rcito.

La detenci¨®n en San Salvador de seis dirigentes moderados del FDR y tres sindicalistas, que se encuentran en poder de la polic¨ªa de Hacienda, se constituye mientras tanto en arma de chantaje en manos del Gobierno, pese a la inmediata denuncia del hecho ante la opini¨®n p¨²blica internacional. Este suceso parece una repetici¨®n de lo ocurrido en diciembre de 1980, cuando los m¨¢ximos l¨ªderes del FDR fueron secuestrados y asesinados. El sacerdote Jes¨²s Delgado, que ofici¨® la misa dominical en sustituci¨®n del arzobispo de San Salvador, denunci¨® que estas detenciones pretenden sabotear una posible negociaci¨®n entre el Gobierno y la oposici¨®n.

"Ni los rebeldes dan muestras de poder ganar la guerra", dijo, "ni las fuerzas armadas son lo suficientemente capaces para detener los sabotajes que se extienden a todo el pa¨ªs". La ofensiva guerrillera de octubre pretende forzar al Gobierno a negociar el nuevo plan de paz, que, seg¨²n todos los indicios, obrar¨ªa ya en poder de las autoridades salvadore?as.

El presidente Maga?a acaba de invitar a la guerrilla a deponer sus armas e incorporarse al proceso de democratizaci¨®n, lo que no supone ning¨²n cambio en las actitudes oficiales mantenidas has ahora, pero cada vez son m¨¢s insistentes los rumores, nunca sufientemente confirmados, de que estar¨ªan en marcha los contactos previos para una negociaci¨®n formal. Fuentes norteamericanas costarricenses as¨ª lo han hecho saber, aunque los principales protagonistas del conflicto no se ha atrevido hasta ahora a hablar de un di¨¢logo que, en el mejor de los casos, no habr¨ªa pasado de la fase preliminar. Gestos como la reciente liberaci¨®n de 84 militares que estaban en poder de la guerrilla pretenden inclinar la opini¨®n de Ej¨¦rcito a favor de una salida negociada a un conflicto que de otra manera podr¨ªa prolongarse indefinidamente.