La gran fiesta socialista se prolong¨® hasta la madrugada
A las 2.35 de la madrugada de ayer Felipe Gonz¨¢lez salud¨® a todo el pa¨ªs, a trav¨¦s de las c¨¢maras de RTVE, como el pr¨®ximo presidente del Gobierno. Los millares de personas que se agolpaban frente al hotel Palace, ante al Congreso de los Diputados, descorcharon su alegr¨ªa y ya no parar¨ªan de gritar y aplaudir hasta m¨¢s all¨¢ de las cinco de la ma?ana. En Barcelona, el electorado socialista festej¨® el triunfo en la gran concentraci¨®n del mercado del Borne y por las principales calles de la ciudad.
El espect¨¢culo en Madrid era indescriptible y emocionante. Desde la Plaza Mayor, Puerta del Sol, Carrera de San Jer¨®nimo, Cibeles, Recoletos o Gran V¨ªa, el desfile de caravanas de coches que saludaban haciendo sonar los cl¨¢xones de sus coches era interminable. Eran momentos de confraternizaci¨®n en los que la gente se abrazaba y brindaba por la esperanza que en ese momento comenzaba a tener visos de realidad. Muchos automovilistas exhib¨ªan banderas nacionales con el emblema de la Constituci¨®n junto a la del PSOE y recorr¨ªan incansablemente las principales calles del centro. El encuentro con alg¨²n automovilista de Alianza Popular provocaba largos intercambios de bocinazos que no pasaban a mayores.Era una explosi¨®n de j¨²bilo de todos aquellos que saben que han votado a una nueva generaci¨®n, a una opci¨®n que a¨²n es capaz de despertar las esperanzas e ilusiones de miles de personas."
Rosas y claveles en la madrugada madrile?a
Las rosas y claveles rojos eran el distintivo com¨²n de todos los que en la madrugada de ayer empezaban a respirar el cambio. En puestos itinerantes y espont¨¢neos se vend¨ªa champa?a en vasos de pl¨¢stico blanco con lo que la gente iba calentando el ¨¢nimo y empezaba a soltar el comedimiento inicial.
La gran fiesta hab¨ªa empezado alrededor de las 21.00 horas en dos puntos clave de Madrid: la plaza Mayor y la carrera de San Jer¨®nimo. Ambas zonas estuvieron constantemente acordonadas por polic¨ªas municipales y nacionales que, en todo momento se mostraron distendidos y colaboradores. Cierto es que la concurrencia no lleg¨® a provocar ninguna clase de incidente en toda la noche. Incluso las caravanas de automovilistas se paraban religiosamente ante el rojo de los sem¨¢foros.
La Plaza Mayor de Madrid, donde el alcalde Enrique Tierno hab¨ªa convocado a los madrile?os para seguir los avances de los resultados, presentaba desde primera hora de la noche un ambiente que recordaba las fiestas de la plaza del Dos de Mayo de hace cinco a?os, en el sentido de que aquellos tambi¨¦n descubr¨ªan y ya ensayaban nuevas formas de vida. Cientos de muchachos esperaban tumbados en el suelo los avances electorales a la vez que se divert¨ªan revisando la "Sopa de ganso" de los Hermanos Marx o los cortos de la Pantera Rosa que pod¨ªan verse a trav¨¦s de dos pantallas gigantes instaladas en la plaza.
La gente repart¨ªa flores y tragos y en todo momento el ambiente era de una limpieza llena de optimismo. A partir de las 2.30 de la madrugada, la certeza de que el PSOE era el ganador indiscutible y el ambiente creado por la orquesta Plater¨ªa y los grupos de rock hizo aumentar la temperatura en la plaza hasta l¨ªmites insospechados. El alcalde Enrique Tierno y Alfonso Guerra hablaron desde la Casa de la Panader¨ªa de un momento en que todas las ilusiones y esperanzas eran posibles. Los aplausos cerrados de los concentrados fueron el saludo al mensaje socialista.
Muchos de los asistentes a la Plaza Mayor abandonaron este lugar en grandes bloques humanos para bajar por Sol hasta la Carrera de San Jer¨®nimo donde, frente al cuartel electoral del PSOE, el hotel Palace, cientos de personas festejaban la victoria del cambio.
Aqu¨ª, si bien la concentraci¨®n comenz¨® hac¨ªa las 9.30 de la noche, el punto ¨¢lgido se logr¨® cuando Alfonso Guerra le¨ªa por televisi¨®n (sobre la puerta del Palace hab¨ªa una gran pantalla conectada con RTVE) los primeros sondeos en los que se les daba como ganadores absolutos. Los aplausos y vivas al partido se hicieron ya casi ininterrumpidos. En algunos rostros pod¨ªan verse l¨¢grimas cuando Guerra dedicaba el triunfo socialista al presidente del partido, Ramon Rubial, quien cumpl¨ªa a?os el d¨ªa 28.
El mensaje de Felipe Gonz¨¢lez, ya como futuro presidente del Gobierno con toda seguridad, fue el desbordamiento definitivo a una hora en la que la Carrera de San Jer¨®nimo estaba totalmente abarrotada de gentes que aclamaban al l¨ªder del cambio. Canciones, copas, brindis, m¨¢s aplausos hasta que poco antes de las cuatro, el PSOE ped¨ªa a sus electores que se marcharan a sus casas. Las caravanas automovil¨ªsticas sirvieron para dispersar la concentraci¨®n y para que los cl¨¢xones recordaran por toda la ciudad que ya hay nuevas caras en el poder.
Tristeza en las sedes de los partidos perdedores
En el hotel madrile?o en el que la coalici¨®n AP-PDP esperaba el desarrollo de los resultados, numerosos militantes llegaron a celebrar el haber superado los cien esca?os con los principales hombres del partido. Desde las 23.00 horas hasta las tres de la madrugada, el trasiego de coches que iba y ven¨ªa era incesante, aunque no lleg¨® a producirse ninguna concentraci¨®n importante.
Muy distinto era el ambiente en las sedes de los partidos perdedores. En UCD, el ambiente era de desolaci¨®n. Hubo incluso l¨¢grimas que Landelino Lavilla intent¨® enjugar a base de bromas.
Algo semejante ocurr¨ªa en la sede del partido comunista, donde pocos dirigentes llegaron a desfilar por la sede. El pesimismo era tangible entre todos los escasos asistentes seg¨²n iban llegando las noticias, especialmente la del descenso del Partido Comunista Unificado de Catalu?a.
El CDS de Adolfo Suarez, que hab¨ªa convocado a sus candidatos en el hotel Versalles, ofrec¨ªa un espect¨¢culo casi pat¨¦tico. Solamente se elevaron los ¨¢nimos hacia la una de la madrugada, cuando el l¨ªder del partido hizo una r¨¢pida visita.
Barcelona tuvo su gran fiesta en el Borne
Los socialistas catalanes siguieron celebrando ayer su victoria en una fiesta en el antiguo mercado del Borne de Barcelona que dur¨® hasta altas horas de la madrugada y que cont¨® con la asistencia de sus principales l¨ªderes que bailaron al son del Gato P¨¦rez y de las orquestas Maravella y Serpentina.
La celebraci¨®n hab¨ªa comenzado en las distintas sedes en Catalu?a del partido socialista, al conocerse los primeros resultados. En Barcelona, por ejemplo, desfilaron por el centro del Partido Socialista Catal¨¢n unas dos mil quinientas personas que, en medio de flores rojas y champa?a, vitoreaban a su primer candidato, Raimon Obiols. El candidato se mostr¨® cauto en su primera aparici¨®n, todav¨ªa sin corbata, recalcando, sobre todo, la alta participaci¨®n. Horas despu¨¦s, Obiols reapareci¨®, ya con corbata, pero sin recatar la alegr¨ªa que le proporcionaba la victoria. La algazara del triunfo socialista catal¨¢n, que hizo comentar a los corrillos la posibilidad de que Obiols vaya a ser el pr¨®ximo secretario general, se traslad¨® al Portal de l'Angel.
Durante la noche del 28 al 29, la ejecutiva del PSC-PSOE hab¨ªa recomendado serenidad, e incluso desaconsej¨® la propuesta de la Federaci¨®n de Barcelona de concentrar a militantes y simpatizantes en la plaza de Catalunya. A ¨²ltima hora, y casi de tapadillo, se convoc¨® al gent¨ªo que se acercaba a la sede del partido socialista, en la calle Nicaragua, al baile organizado en el Portal de l'Angel, donde el vecindario, sorprendido, sal¨ªa a los balcones. "Ustedes nos perdonar¨¢n, pero hoy estamos de fiesta; esperamos que lo comprendan y lo pasen lo mejor que puedan", dijo el improvisado presentador del acto que dio paso a la m¨²sica de la orquesta "M,5". Al Portal de l'Angel, junto a la plaza de Catalunya, asistieron m¨¢s de 15.000 personas. Los aplausos atronaron cuando subieron al estrado el candidato Obiols, el primer secretario Joan Revent¨®s, y el alcalde de Barcelona, Narcis Serra. Ya en esas horas de euforia, los l¨ªderes socialistas catalanes hablaron de que hacia falta trabajar mucho y de que confiaban en la juventud para conseguir el cambio. Mientras tanto, por las distintas calles de la ciudad, las Ramblas entre otros lugares, sonaban los bocinazos de la victoria. Los ¨²ltimos compases del triunfo, en el Portal de l'Angel, se oyeron m¨¢s all¨¢ de las cinco de la madrugada.
La alegr¨ªa de los socialistas, militantes y simpatizantes, se dej¨® ver tambi¨¦n, aunque en menores proporciones al no haber ninguna fiesta organizada en la calle, en las ciudades de Tarragona, L¨¦rida y Gerona. En esta ¨²ltima ciudad, los ciudadanos deseosos de festejar con champa?a el triunfo socialista, se concentraron a las puertas del Ayuntamiento.
En otras grandes ciudades, la fiesta se hizo en los recintos cerrados de grandes hoteles sin que los votantes socialistas se animaran a salir a la calle. En Valencia estuvieron en el hotel Astoria. Bilbao celebr¨® los resultados en los escenarios: hotel Villa de Bilbao y el PSOE y EE en el hotel Ercilla. El entusiasmo fue menor que cuando las elecciones auton¨®micas ante la falta de convocatoria de los partidos nacionalistas. Sevilla celebr¨® su fiesta en un cine en el que durante los ¨²ltimos d¨ªas se pudo ver la pel¨ªcula Que vienen los socialistas y donde hubo actuaciones de rock y sevillanas hasta altas horas de la madrugada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.