En¨¦rgica reacci¨®n del Kremlin por el endurecimiento econ¨®mico y diplom¨¢tico norteamericano hacia el Este
La Uni¨®n Sovi¨¦tica pretende aislar diplom¨¢ticamente a Estados Unidos de sus aliados europeos para tratar de bloquear la pol¨ªtica militar de la Administraci¨®n Reagan y atenuar el impacto de las sanciones econ¨®micas norteamericanas tomadas contra Mosc¨² y Varsovia, seg¨²n medios diplom¨¢ticos occidentales de la capital sovi¨¦tica. Las ¨²ltimas declaraciones de los l¨ªderes sovi¨¦ticos van en este sentido. Despu¨¦s de las duras palabras del presidente, Le¨®nidas Breznev, el pasado viernes, uno de los m¨¢s firmes candidatos a su sucesi¨®n, el miembro del Politbur¨® y secretario del PCUS, Constantin Chernenko, dijo en Tbilisi, capital de Georgia, que EE UU ha sido incapaz de superar "la prueba de la distensi¨®n".
"Si Washington demuestra ser incapaz de superar un anticomunismo primario; si persiste con su pol¨ªtica de amenazas y diktats, nosotros somos lo sufientemente fuertes y podemos esperar. No nos asustan ni las sanciones ni las posturas belicosas" a?adi¨®.En opini¨®n de los analistas occidentales, los dirigentes del Kremlin consideran que Estados Unidos ha ido muy lejos en su pol¨ªtica de sanciones contra la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Polonia, e interpretan las declaraciones de algunos l¨ªderes occidentales, como el presidente Ronald Reagan y la primera ministra Margaret Thatcher, como una invitaci¨®n a la revuelta.
La apreciaci¨®n diplom¨¢tica occidental respecto a la pretensi¨®n sovi¨¦tica de aislar a los aliados occidentales se basa, en primer lugar, en la denuncia sistem¨¢tica del hegenionismo norteamericano, una denuncia que se traduce por una inquietud real ante los planes del Pent¨¢gono.
En segundo t¨¦rmino, el profundo disgusto por el embargo a que la Casa Blanca somete el material destinado a la construcci¨®n del gasoducto eurosiberiano y la supresi¨®n de la cla¨²sula de naci¨®n m¨¢s favorecida para Polonia -por lo cual la URSS tendr¨¢ que redoblar su ayuda material en apoyo del r¨¦gimen del general Wojciech Jaruzelski- en unos momentos en que Breznev se refiere frecuentemente a la dificultades econ¨®micas de su pa¨ªs, incluso ante los m¨¢s altos mandos del Ej¨¦rcito.
Despu¨¦s de apoyar en Occidente a los grupos pacifistas y anti-nucleares -que ellos mismos no autorizan dentro de las fronteras de la URSS-, las autoridades del Kremlin se dirigen ahora directamente a los pa¨ªses occidentales como forma de sondear sus opiniones frente a Washington, en v¨ªsperas de la inauguraci¨®n de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperaci¨®n en Europa (CSCE) en Madrid -el pr¨®ximo d¨ªa 9-, cuyo foro deber¨ªa ser la caja de resonancia de la pretensi¨®n sovi¨¦tica.
Esta nueva pol¨ªtica sovi¨¦tica va dirigida de manera especial hacia los pa¨ªses occidentales implicados en la construcci¨®n del gasoducto.
Apoyo a Francia
Entre ellos, Francia ha sido objeto de un elogio especial. El pasado s¨¢bado el ¨®rgano oficial del PCUS, Pravda, public¨® un largo art¨ªculo destinado a analizar el giro que se registra entre Par¨ªs y Washington, a pesar de los obst¨¢culos de los partidarios de la guerra fr¨ªa.
El diario hace referencia a la oposici¨®n del presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, contra la pol¨ªtica norteamericana de boicoteo, pero no hace referencia a la protesta de Mitterrand contra, la disoluci¨®n del sindicato independiente polaco Solidaridad.
Pravda no ocult¨® sus cr¨ªticas por la reciente visita a Berl¨ªn Oeste de la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, acompa?ada del canciller federal alem¨¢n, Helmut Kohl.
En la l¨ªnea del presidente Reagan, Margaret Thatcher atac¨®, en t¨¦rminos en¨¦rgicos a la Uni¨®n Sovi¨¦tica, al se?alar que "en cada d¨¦cada desde la guerra, se les ha recordado a los l¨ªderes sovi¨¦ticos que su despiadada ideolog¨ªa solo sobrevive porque es mantenida por la fuerza. Pero esta llegando el d¨ªa cuando la ira y la frustraci¨®n del pueblo es tan grande que la fuerza no puede contenerlas".
Los l¨ªderes sovi¨¦ticos pueden haber concluido que la polarizaci¨®n de la pol¨ªtica internacional ha ido tan lejos que es in¨²til buscar la distensi¨®n, y que lo importante es intentar que algunos pa¨ªses occidentales no sigan la pol¨ªtica de Washington.
Esta voluntad del Kremlin por oponer a determinados aliados occidentales a Estados Unidos ha quedado reflejada igualmente en un reciente discurso de Breznev ante los ministros de Asuntos Exteriores del Pacto de Varsovia reunidos en la capital sovi¨¦tica.
En este mensaje, el jefe del Estado y del partido comunista de la URSS record¨® a los pa¨ªses occidentales que permanec¨ªan comprometidos con la distensi¨®n pese a las presiones de la Administraci¨®n norteamericana.
La vista puesta en China
De esta forma, en espera de d¨ªas mejores, la URSS vuelve su mirada hacia la normalizaci¨®n de relaciones con China, cuyas llamadas a¨²n est¨¢n muy lejos de haber sido bien recibidas por Pek¨ªn, despu¨¦s de una primera ronda de conversaciones en Pek¨ªn, despu¨¦s de tres a?os de interrupci¨®n. Sin embargo, tanto Breznev como Chernenko se han referido en sus ¨²ltimos discurios a que las relaciones entre Mosc¨² y Pek¨ªn quedar¨¢n normalizadas en breve plazo.
Aunque en medios diplom¨¢ticos se considera que las declaraciones de los l¨ªderes de las superpotencias estan destinados a hacer propaganda, se considera que la Uni¨®n Sovi¨¦tica esta abandonando claramente la pol¨ªtica de distensi¨®n con EE UU.
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