Romeo Panciroli: "La sala de Prensa vaticana acredita periodistas sin hacer distinciones pol¨ªticas o religiosas"
Pregunta. ?Qu¨¦ significa ser el portavoz del Papa?Respuesta. Lo que ocurre es que la sala de Prensa del Vaticano, de la cual soy director, es la fuente de las noticias oficiales de la Santa Sede, mientras los otros, como Radio Vaticana o L'Osservatore Romano: son ¨®rganos de transmisi¨®n. Nosotros damos directamente las noticias a la Prensa, los otros son instrumentos de difusi¨®n, nosotros somos comunicadores de informaci¨®n directa y oficial. Por eso no hacemos cr¨®nica ni comentarios. Dejamos despu¨¦s a los diversos ¨®rganos de Prensa, radio y televisi¨®n cat¨®licos y laicos, que analicen o comenten nuestras noticias desde sus diversos puntos de vista.
Evidentemente no todas las noticias difundidas por la sala de Prensa vaticana proceden del Papa directamente, sino de los diversos organismos de la Santa Sede: secretar¨ªa de Estado, sagradas congregaciones, secretariados, comisiones pontificias, etc¨¦tera. Pero todo llega a la opini¨®n p¨²blica a trav¨¦s de la oficina de Prensa vaticana y tiene el carisma de la m¨¢xima facilidad.
El portavoz del Papa recuerda a EL PA?S que la difusi¨®n de las noticias del Vaticano en la posguerra se realiz¨® gradualmente: "El Vaticano y la Santa Sede, dice Panciroli, "no contaban con oficinas ni agencias propias para difusi¨®n de noticias, por eso los periodistas ten¨ªan que procurarse ellos mismos las noticias", y a?ade: "Los que conoc¨ªan a alguien que estaba bien informado les bastaba una llamada de tel¨¦fono para enterarse de alg¨²n nombramiento o de alguna audiencia importante del Papa; pero los otros estaban costre?idos a dirigirse al Osservatore Romano, el ¨²nico ¨®rgano de informaci¨®n disponible entonces, o bien a recoger en sus mismos parajes las noticias que llegaban al Osservatore. As¨ª naci¨® de aquel grupo de periodistas que iban creciendo cada vez m¨¢s la idea de poder reunirse en un local vaticano para poder recibir las mismas noticias que llegaban al diario vaticano. "A esta exigencia, dice Panricoli, respondi¨® Montini que era entonces sustituto de la secretar¨ªa de Estado. Concedi¨® a los periodistas los bajos de la construcci¨®n donde est¨¢n hoy las redacciones extranjeras del Osservatore Romano. Pidi¨® que se les brindara a aquellos periodistas un m¨ªnimo de instrumentos de trabajos y que un redactor del Osservatore fuera el encargado de transmitirles las noticias oficiales que iba a publicar el peri¨®dico de la Santa Sede. Aquella primera iniciativa fue oficializada y se le llamo servicio de Prensa del Osservatore Romano. Nacieron as¨ª las primeras tarjetas de acreditaci¨®n que entonces las firmaba el mismo sustituto de la secretar¨ªa de Estado, es decir, el futuro papa Pablo VI, de su pu?o y letra".
P. ?Cu¨¢ndo nace la actual sala de Prensa, moderna, de Via della Concilizione que usted dirige?
R. Despu¨¦s del concilio con la Instituci¨®n de la Comisi¨®n Pontificia de las Comunicaciones Sociales, la cual obtuvo los amplios locales a los que usted alude. Fue entonces cuando se redact¨® el primer estatuto de la sala de Prensa, el primer reglamento para la acreditaci¨®n de los periodistas. Fue tambi¨¦n entonces cuando empez¨® a redactarse diariamente el primer bolet¨ªn con las noticias oficiales de la Santa Sede.
P. ?Cu¨¢ntos informadores existen hoy acreditados ante el Vaticano?
R. Son exactamente 299 y representan agencias y peri¨®dicos de cinco continentes. Pero en los momentos de acontecimientos particularmente importantes como en los c¨®nclaves o durante los s¨ªnodos el n¨²mero de los acreditados temporalmente aumenta considerablemente. Por ejemplo, durante los funerales de Pablo VI fueron 902 de los cuales 296 de lengua inglesa, 172 de lengua francesa, 313 de lengua italiana, 32 de lengua alemana y 86 de lengua espa?ola y portuguesa".
A veces el mundo laico est¨¢ interesado en saber cu¨¢les son los criterios para poder ser acreditado como corresponsal permanente ante el Vaticano. En esto Panciroli es muy tajante: "No existe ning¨²n tipo de discriminaci¨®n. Mas aun, creo que la sala de Prensa del Vaticano es actualmente una de las pocas que acredita periodistas de cualquier raza, religi¨®n, credo pol¨ªtico o tendencia de su ¨®rgano de informaci¨®n. Lo ¨²nico que se pide son las pruebas de la profesionalidad. Debe tratarse de personas que trabajan exclusivamente en el campo de la informaci¨®n y que sean presentados por los di rectores de sus diversos diarios o agencias.
P. ?Nada m¨¢s?
R. Bueno, se pide tambi¨¦n y es necesario firmarlo, una actitud correcta hacia la Iglesia y la Santa Sede y est¨¢ prevista la expulsi¨®n temporal o definitiva y la retirada del carn¨¦ en casos de abuso del mismo o de otras transgresiones que puedan da?ar el buen nombre de la Santa Sede o acarrear perjuicios al desarrollo normal de las actividades de la sala de Prensa.
P. ?Qu¨¦ quiere decir concretamente todo esto?
R. Por supuesto no se refiere al hecho de que un periodista pueda presentar cr¨ªticamente las noticias dadas por el Vaticano. De hecho cada informador generalmente las comenta seg¨²n el color pol¨ªtico de su diario. Se refiere al hecho, por ejemplo, de publicar noticias notoriamente falsas o de adulterar o falsificar discursos del Papa. En general, todo lo que constituye una lesi¨®n grave de la llamada ¨¦tica, profesional.
P. ?Ha habido en los ¨²ltimos tiempos muchos casos de expulsi¨®n?
R. No, muy pocos. Un tema clave de la actividad del portavoz del Papa es el de los desmentidos. Y el m¨¢s delicado. Cuando un ¨®rgano de informaci¨®n de cualquier parte del mundo publica una noticia sensacional sobre el Papa o el Vaticano en general empieza a sonar el tel¨¦fono del padre Panciroli para pedir confirmaci¨®n o desmentido. Y ah¨ª nacen sus dolores. ?C¨®mo nace un desmentido? ?Es verdad que a veces no es posible fiarse de tales desmentidos? El portavoz del Papa responde: "Puedo asegurar que jam¨¢s un desmentido emanado por la sala de Prensa ha sido desmentido por la realidad. Lo que ocurre es que la formulaci¨®n del texto del desmentido es muy delicada.
Usted tiene que comprender que en muchas ocasiones est¨¢n comprometidas toda una serie de personas a las que hay que respetar. A veces el texto resulta dif¨ªcil de interpretar porque tiene que tenerse en cuenta muchas exigencias juntas entre ellas las de cosas que el Papa desea que se mantengan secretas hasta que ¨¦l las revele".
P. ?Entonces de verdad no ha habido nunca desmentido de un desmentido?
R. Le repito que no. Lo que puede haber a veces es la precisaci¨®n o la aclaraci¨®n de un comunicado que ha sido mal interpretado. Pero nunca nadie ha podido contradecir un desmentido nuestro oficial o aportar pruebas de lo contrario".
P. Hay quien piensa que en vez o adem¨¢s de una informaci¨®n puramente oficial la sala de Prensa podr¨ªa producir otro tipo de informaci¨®n para evitar en algunos casos la caza a la noticia clandestina. Por ejemplo, ciertas conferencias de Prensa o conversaciones informales con personajes de la Curia como el secretario de Estado, el sustituto de la secretar¨ªa de Estado, los prefectos de algunas congregaciones. ?Ser¨ªa te¨®ricamente posible?
R. Te¨®ricamente s¨ª. Pero habr¨ªa que cambiar el actual estatuto. Y sobre todo la sala de Prensa necesitar¨ªa para ampliar los cauces de informaci¨®n de m¨¢s medios materiales, de mayores instrumentos de trabajos de los que contamos en la actualidad. Pero nada se opone a ello".
P. Usted que sigue todos los viajes de Juan Pablo II y que ha conocido tan de cerca a Pablo VI el primer Papa que dej¨® el Vaticano para viajar por el mundo ?existen diferencias entre los viajes de ambos Papas?
R. Los problemas espirituales, pastorales, culturales y sociales ambos Pont¨ªfices los han abordado sustancialmente de igual modo, aunque con tonos y caracter¨ªsticas distintas.
En el programa de los viajes de este Papa existe mayor espacio para los j¨®venes. Pero es un hecho que el Papa Wojtyla se siente vinculado y quiere ser un continuador del pontificado de Pablo VI. Por otra parte, se trata de dos Papas empe?ados ambos en poner en pr¨¢ctica el Concilio".
P. Una confesi¨®n personal: ?cu¨¢l ha sido el momento m¨¢s amargo de su vida?
R. D¨¦jeme pensar un momento por favor: bueno, aunque pueda parecer obvio en realidad el momento de mayor dolor de mi vida fue la muerte de Pablo VI. Es el Papa bajo el que crec¨ª. Yo pude ver de cerca sus sufrimientos, sus dramas, sus alegr¨ªas. Por eso, cuando supe que su vida se hab¨ªa acabado se hab¨ªa acabado comprend¨ª que se hab¨ªa desplomado una de las columnas de la Iglesia, que se hab¨ªa ido uno de los Papas m¨¢s grandes deja ¨¦poca moderna. Y en ese momento, sent¨ª que tambi¨¦n para m¨ª, como sacerdote, empezaba a faltarme algo muy importante.
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