Sobre el general Pinilla

Una rectificaci¨®n sin queja alguna. La demando porque no es cierta la informaci¨®n que en la biografla del general Pinilla acabo de leer en EL PA?S. No, nunca ha sido el general disc¨ªpulo m¨ªo, sino m¨¢s bien al reves.Con Luis Pinilla he vivido hace muchos a?os, posiblemente los m¨¢s ardientes de. mi vida. Juntos los dos en aquella Academia del Frente de Juventudes de preparaci¨®n militar, ¨ªntimamente juntos, algo hicimos, mucho ins¨®lito proyectamos, y preparamos para el Ej¨¦rcito a quienes hoy'estar¨¢n por ah¨ª como comandantes o coroneles. Los alumnmos nos dec¨ªan algo que ya lo dice todo, Luis era el padre Pinilla, yo, el capit¨¢n Llanos, siendo ¨¦l el director y futidador y el cura el capell¨¢n.

Pasaron muchas cosas en aquellos cincuenta" y abandonamos un d¨ªa dejando la academia al general -despu¨¦s- Campano. A Luis, como siempre, le llamaba la juventud, al cura le tent¨® la aventura del pueblo.

Nos separamos pero tocados por un mismo talante, el de la utopia cristiana. Y hab¨ªa sido Luis quien m¨¢s me lo hab¨ªa potenciado; si hubo un verdadero disc¨ªpulo fue entonces el cura, y todav¨ªa lo sigue siendo. Entre los miles de hombres notables que este cura ha podido conocer ¨¦l m¨¢s ¨ªntegro es Luis Pinilla.

Nuestra lejan¨ªa despu¨¦s por caminos diferentes no pudo romper nada entre nosotros. Y hoy, cuando asombrosamente podemos leer que un general espa?ol dice "que hay que dejarlo todo para seguirle a EL", el gesto clave esta dado, y su leccion para mi y tantos bien llevada a plenitud.

Luis, perd¨®n, nada de. loas, ni de aplausos. Con tu proverbial sencillez la gratitud de este viejo alumno tuyo, que como tantos y tantos nos ponemos firmes ante ti, quebr¨¢ndonos despu¨¦s en el abrazo.

Gracias por las que nunca han acertado a darte y precisamente porque sabes transmitir la otra "gracia". T¨², ahora, con tus j¨®venes sin m¨¢s, el viejo cura aqu¨ª... Am¨¦n./ . .