Tradiciones valencianas para la comitiva papal

Numerosas tradiciones valencianas, no necesariamente lit¨²rgicas, jalonaron la comitiva de Juan Pablo II a su paso por la ciudad del Turia. La sorpresa del Papa al llegar a la Plaza de la Virgen, ante los ancianos, fue descubrirse en el tapiz de flores que presid¨ªa el recinto orando ante una imagen de la patrona de Valencia, la Virgen de los Desamparados. Despu¨¦s su sorpresa no cesar¨ªa al tener el privilegio de celebrar la ordenaci¨®n de di¨¢conos con el Santo C¨¢liz. La tradici¨®n asegura que es el aut¨¦ntico, el que Jesucristo ofreci¨® a sus disc¨ªpulos en la ¨²ltima cena. Desde Jerusal¨¦n pasar¨ªa a Roma y en el a?o 258 entrar¨ªa a la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica a trav¨¦s del monasterio de San Juan de la Pe?a. Concretamente el Santo C¨¢liz permanece en Valencia desde 1424, salvo cortos periodos en que fue trasladado a cobijos ajenos a guerras e invasiones. Las bandas de m¨²sica realizaron un generoso esfuerzo, junto con falleros y falleras congregados en menor n¨²mero de lo esperado, por poner la nota musical de la jornada.El saludo a los componentes del milenario Tribunal de las Aguas, bajo los arcos de la puerta de los Ap¨®stoles, de la Catedral, donde todos los jueves se re¨²nen, era el puente tendido con la historia valenciana pasada, en la que Juan Pablo II tuvo dos predecesores. De los tres papas que Espa?a ha aportado a la historia de la Iglesia cat¨®lica, dos fueron valencianos. Calixto III (1455-1458) y su sobrino Alejandro VI (1492-1503), de la familia de los Borja de J¨¢tiva, protagonizaron peque?os cap¨ªtulos de la historia papal.