Cuatro muertos por explosi¨®n de Goma 2 en una f¨¢brica de Oviedo

Una explosi¨®n de Goma 2 mientras se efectuaba la operaci¨®n de encartuchado en vainas de pl¨¢stico en uno de los talleres que tiene la empresa Explosivos Rio Tinto en el monte de la Zorera (La Manjoya), a cinco kil¨®metros de Oviedo, produjo ayer cuatro muertos y un herido leve.

Los t¨¦cnicos consultados por este peri¨®dico afirmaron que en ese tipo de explosiones resulta pr¨¢cticamente imposible desentra?ar sus causas, "porque no queda nadie para contarlo". En algunas de las viviendas pr¨®ximas a la f¨¢brica cayeron las techumbres y se rompieron los cristales de las ventanas, al tiempo que se escuchaba un fuerte estampido, que pudo percibirse incluso en la zona alta de Oviedo. Los dos ¨²ltimos accidentes registrados en esta f¨¢brica fueron en 1968, con dos muertos, y en 1957, con siete fallecidos.La explosi¨®n de ayer ocurri¨® en una cartucher¨ªa semiautom¨¢tica que envaina la Goma 2 por un procedimiento semiautom¨¢tico. Los tres trabajadores del taller, un hombre y dos mujeres, introduc¨ªan manualmente la pasta explosiva en una m¨¢quina, cuyas h¨¦lices empujan la masa hasta sacarla por unos orificios hacia los cartuchos. El taller de tipo bunker, de cinco por doce metros -ayer ten¨ªa en su interior unos 150 kilogramos d¨¦ material explosivo- estaba protegido, en la parte de atr¨¢s por el monte de la Zorera, y por delante, por un muro de hormig¨®n armado. El derrumbe de este muro caus¨® la muerte a uno de los empleados que no trabajaba en este taller, dedicado a encartuchar calibres especiales de m¨¢s de 45 mil¨ªmetros de di¨¢metro para su utilizaci¨®n en obras civiles (voladuras de carreteras, minas, etc¨¦tera).

Federico Olascoaga, director de la f¨¢brica de La Manjoya, manifest¨® ayer que el accidente pudo producirse por una manipulaci¨®n indebida, circunstancia pr¨¢cticamente descartada por otros empleados, que conoc¨ªan la profesionalidad y destreza de sus compa?eros; a un cortocircuito, que el propio director consideraba igualmente poco probable, o a un golpe sobre el material explosivo.

Los cad¨¢veres de los tres trabajadores del taller sufrieron los efectos de la explosi¨®n, quedando totalmente irreconocibles y dispersos sus restos por el monte. Uno de los muertos, el que no trabajaba en el taller, fue alcanzado por el derrumbe del muro cuando caminaba por el pasillo que une los centros encartuchadores de Goma 2 con los polvorines, a donde es transportado el matenal en carretillos para su almacenamiento.

Instantes despu¨¦s del tr¨¢gico accidente, los familiares de los fallecidos protagonizaron pat¨¦ticas escenas de dolor y desesperaci¨®n en las oficinas de la f¨¢brica de La Manjoya. Los muertos fueron Benedicto Alvarez Alvarez, de 52 a?os; las hermanas Mar¨ªa Josefa y Mar¨ªa Paz Gonz¨¢lez Men¨¦ndez, de 49 y 53 a?os, respectivamente, y Laudelino Alvarez Iglesias, de 45 a?os. Este ¨²ltimo, el ¨²nico que no trabajaba en el taller, hab¨ªa solicitado, y ya lo ten¨ªa concedido, el traslado por motivos de salud a un puesto de traba o de menor peligro, para abandonar su actividad de embalador de explosivos.

Armando Alvarez Mangas, herido de escasa consideraci¨®n, seg¨²n las primeras impresiones, se encontraba a pocos metros del taller donde se produjo la explosi¨®n. Lo ¨²nico que recordaba ayer en el hospital era un gran ruido.