Nueva pol¨¦mica ante el anuncio de medidas de control deontol¨®gico en la radiotelevisi¨®n francesa

La radio estatal francesa France Inter ha perdido desde que los socialistas est¨¢n en el poder m¨¢s de cuatro millones y medio de oyentes. Estas estad¨ªsticas aproximativas que constituyen una de las piedras de toque de las cr¨ªticas de la oposici¨®n al Gobierno de Mitterrand se han sabido precisamente cuando se ha anunciado la posibilidad de que los periodistas de la radio y de la televisi¨®n francesas del monopolio estatal se sometan a un cat¨¢logo de recomendaciones de orden deontol¨®gico, seg¨²n ha anunciado la presidenta de la denominada alta autoridad, Mich¨¨le Cotta.

El anuncio de dicha posibilidad eriza de nuevo a las redacciones de los medios informativos del Estado, cuando a¨²n no se han calmado las pol¨¦micas recientes, todas ellas provocadas por las intervenciones moralistas, picajosas y, en todo caso, incomprensibles de ese organismo supremo del mundo de lo audiovisual.Conviene recordar que la alta autoridad en este pa¨ªs ha sido instituida por el poder socialista como ¨®rgano supremo de los medios informativos del monopolio de radio y televisi¨®n. Est¨¢ compuesta por nueve miembros: seis han sido nombrados por el presidente de la Rep¨²blica y por el de la Asamblea Nacional, y los otros tres, por el presidente del Senado. Quiere esto decir que, en teor¨ªa, salvo los tres ¨²ltimos (el presidente del Senado pertenece a la oposici¨®n conservadora liberal), los dem¨¢s son de sensibilidad pro gubernamental. La presidenta fue nombrada por el presidente de la Rep¨²blica.

La alta autoridad entr¨® en funciones el pasado mes de septiembre, sus poderes son omn¨ªmodos y, en principio, debe garantizar la independencia de estos medios. Sus primeras intervenciones no han sido afortunadas. Y, lo que se considera m¨¢s grave, la interpretaci¨®n hecha por la alta autoridad de su misi¨®n, cuando la ha aplicado a casos concretos, hace pensar que, desde que lo decret¨® el ex presidente Georges Pompidou, "los periodistas de los medios audiovisuales ya sab¨ªan que eran la voz de Francia". Pero, de momento, se han convertido en periodistas sometidos a libertad altamente vigilada.

D¨ªas pasados, el l¨ªder de la oposici¨®n neogaullista, Chirac, protest¨® ante ese organismo por la parcialidad que, a su juicio, revelaba un reportaje sobre un sanatorio de ancianos administrado por la villa de Par¨ªs, de la que ¨¦l es alcalde. En su respuesta, la alta autoridad le dio la raz¨®n a Chirac e inquiet¨® a los profesionales de la RTV estatal.

Seg¨²n ese organismo, su misi¨®n consiste en vigilar "el respeto al pluralismo y el equilibrio de los programas", as¨ª como la objetividad de los mismos. La autoridad estima que su trabajo le permite establecer "el equilibrio de los tiempos reservados a las dos tesis presentes" en una emisi¨®n.

Objetividad y equilibrio

Las protestas han surgido de todas partes; no se entiende que la autoridad pueda juzgar oportuna o no una informaci¨®n, puesto que se suprime la capacidad de informar de los profesionales. Se rechaza que la autoridad en cuesti¨®n pueda medir la objetividad y el equilibrio de las informaciones.El diario independiente Le Monde anotaba sobre esta pol¨¦mica: "Todos saben, en esta profesi¨®n, que no existe un metro para medir la imparcialidad, y que la honestidad de la informaci¨®n reposa, principalmente, en la honestidad del profesional y en la de sus superiores. Y tambi¨¦n sobre la actitud y las distancias que estos ¨²ltimos adopten frente al acontecimiento".

Pocos d¨ªas despu¨¦s, la alta autoridad se vio obligada a intervenir de nuevo, forzada en esta ocasi¨®n por el consejero cultural del presidente de la Rep¨²blica, R¨¦gis Debray. Este ¨²ltimo, en Quebec, critic¨® p¨²blicamente la emisi¨®n literaria de m¨¢s ¨¦xito en Francia (y en Quebec igualmente, puesto que se retransmite), Ap¨®strofes, dirigida por Bernard Pivot. Debray entiende que el ¨¦xito que consigue esta emisi¨®n est¨¢ basado en la vulgaridad. Acus¨® a Pivot de ser "un dictador" y "un arbitrario", porque ¨¦l elige los libros que se comentan en la emisi¨®n. Y anunci¨¦ la supresi¨®n de Ap¨®strofes.

Todo el pa¨ªs literario y penod¨ªstico se levant¨® a una voz contra el revolucionario Debray, consejero del presidente. La alta autoridad se call¨®. Pero el presidente Mitterrand, que se encontraba en ?frica, lo primero que hizo al poner pie en el aeropuerto de Orly fue declarar que "la emisi¨®n de Pivot me gusta much¨ªsimo". Acto seguido, la alta autoridad intervino para afirmar que "la libertad de creaci¨®n y de expresi¨®n de Pivot ser¨¢ completa".

Tras casi a?o y medio de gesti¨®n de los socialistas, nadie puede decir en Francia que existe menos libertad en los medios de informaci¨®n del Estado. S¨®lo los excesos demag¨®gicos de la oposici¨®n lo hacen creer a los m¨¢s ingenuos. Pero tanto la oposici¨®n como los profesionales independientes o sensibles al poder coinciden en que "es pr¨¢cticamente imposible hacerlo peor". La emisora nacional France Inter, que era una de las tres grandes de la radio (con RTL y Europa 1), desde que los socialistas est¨¢n en el poder ha perdido 4.500.000 de radioescuchas.

El problema de fondo que se les plantea a los socialistas con la RTV, que tienen en sus manos, es que, al considerarse como los m¨¢s aut¨¦nticos depositarios de la democracia, se consideran tambi¨¦n obligados a definir las libertades en cada momento.