Las promesas socialistas

Nac¨ª en Alemania pero he vivido casi siempre aqu¨ª. He regresado de un viaje de negocios y he pulsado los ¨¢nimos en mi pa¨ªs de origen. Como se sabe, acaba de producirse un rotundo cambio de. gobiemo en Bonn que significa, al menos por ahora, el final de una ¨¦poca de desastrosa pol¨ªtica econ¨®mica que ha llevado a Alemania a -un.enorme endeudamiento. A m¨ª me parece un t¨®pico echarle la culpa de la crisis ¨²nicamente a los jeques ¨¢rabes y a Reagan: la realidad es que en ninguna parte del mundo las econom¨ªas socialistas han llevado el bienestar a los pueblos. Y no hay que mirar a la Uni¨®n Sovi¨¦tica o a Polonia, pues basta dirigir la vista hacia Francia. La receta que anunci¨® por TV Felipe Gonz¨¢lez para reducir el paro (disminuci¨®n de las horas de trabajo, jubilaci¨®n a los 60 a?os, prolongaci¨®n de las vacaciones y demora de la entrada de la juventud en la etapa laboral) me parece indignante. ?Qu¨¦ rica es Espa?a ?Qui¨¦n pagar¨¢ eso?. La ¨²nica f¨®rmula para salir adelante consiste en arrimar el hombro m¨¢s que antes y, si hace falta, trabajar alguna hora m¨¢s o renunciar a alg¨²n dia de vacaciones.Somos v¨ªctimas de la demagogia y de nuestros propios ideales de procurar un reparto m¨¢s justo de la riqueza. Reconozco que el socialismo no es lo mismo que el comunismo, pero es su primo hermano. Hemos tenido grandes. inventores, como Isaac Peral con su submarino y De la Cierva con su autogiro, pero tengo mis dudas sobre la posibilidad de que Felipe Gonz¨¢lez invente un nuevo socialismo que traiga la felicidad. /