Las promesas socialistas

Escribo en relaci¨®n a lo que dijo el alcalde de Barcelona, Narc¨ªs Serra, en un mitin celebrado en Matar¨®: "La reforma sanitaria del Ayuntamiento estaba basada en la fijaci¨®n de un horario de trabajo para cada m¨¦dico". Como m¨¦dico no vinculado al ayuntamiento ni a ninguna instituci¨®n sanitaria, ya que mi actividad la desarrollo en la Universidad, hago unas breves consideraciones desprovistas de intereses personales. Basar la reforma sanitaria en la fijaci¨®n de un horario estricto para los m¨¦dicos puede tener una eficacia electoralista, pero est¨¢ impregnada de demagogia. Sus extremos m¨¢s grotescos llegan a hacer reducir el sueldo (la paga de puntualidad y asistencia) a aquellos profesionales que no cumplen estrictamente el horario porque se ausentan del hospital para dar conferencias o asistir a congresos o reuniones cient¨ªficas, como de hecho est¨¢ ocurriendo en las instituciones sanitarias del Ayuntamiento. En.los pa¨ªses de elevado nivel sanitario se valora el rendimiento, no un horario contabilizado al minuto. Por esta raz¨®n, las conferencias o los trabajos presentados en congresos por un miembro de un centro se consideran un prestigio para el mismo y jam¨¢s se penalizan. Estoy de acuerdo en mantener un orden horario, pero flexible. De insistir en la rigidez horaria, se conseguir¨¢n m¨¦dicos funcionarios, pero no florecer¨¢n figuras prestigiosas como la saga Barraquer, Arruga, Trueta, Puigvert, Piulachs... / .