Las razones de Carrillo

Le escribo esta carta con la tristeza reciente ante la dimisi¨®n de Santiago Carrillo como secretario general del PCE y con la reflexi¨®n o la duda que me produce pensar en el extra?o sino de los ¨²nicos tres hombres que frente a las metralletas de Tejero mantuvieron una postura digna y valiente, firmes ante los disparos, con la cabeza bien alta, representantes, hasta el final, del pueblo espa?ol. ?D¨®nde se sentar¨¢n estos hombres en la pr¨®xima C¨¢mara? Borrados por sus propios partidos, solitarios en su dulce jubilaci¨®n o exiliados en el Grupo Mixto. Una dura lecci¨®n y una triste injusticia que parecen propiciadas por aquellos. para quienes su presencia resulta inso portable como recordatorio de su propia cobard¨ªa. Tan inc¨®moda memoria comprendo que les moleste y que traten de hacer desaparecer de la memoria del pueblo la imageri de sus esca?os vac¨ªos y sus cuerpecitos juveniles, de chicos guapos y moderados, ?tan fotog¨¦nicos ... !, amontonados en la moqueta.Como les resulta inc¨®modo un partido a su izquierda, que les recuerda sus vacaciones de cuarenta a?os, mientras otros sufr¨ªan c¨¢rceles y persecuciones de la dictadura. Hoy se ha cometido una injusticia hist¨®rica, pero muchos de esos 800.000 votantes recordaremos siempre la imagen de un hombre erguido, fumando impert¨¦rrito ante los culatazos de los golpistas el 23 de febrero. /