Breznev, el hombre que desdramatiz¨® la vida pol¨ªtica de los sovi¨¦ticos
El clima h¨²medo y gris de noviembre en Mosc¨² sirve de fondo id¨®neo a los cuatro d¨ªas de luto por la muerte de Le¨®nidas Breznev. Contrasta abiertamente con el fr¨ªo y soleado domingo 7 de noviembre, cuando el pa¨ªs celebr¨® el 65 aniversario de la revoluci¨®n sovi¨¦tica y el pueblo contempl¨® por ¨²ltima vez a su l¨ªder. Aunque el certificado de defunci¨®n revel¨® problemas cardiacos, mucha gente cree que el permanecer durante cuatro horas de pie ante el mausoleo de Lenin, a ocho grados bajo cero, en la plaza Roja de Mosc¨², durante el desfile militar y la manifestaci¨®n popular, no era lo m¨¢s indicado para la salud de Le¨®nidas Breznev cuando estaba a punto de cumplir 76 a?os.Ahora su cuerpo yace en la Casa de las Columnas, de Mosc¨², un edificio del siglo XVIII en el que sol¨ªan albergarse entonces los nobles. Fue en este mismo escenario en el que Lenin estuvo de cuerpo presente cuando muri¨®, durante el crudo invierno de 1924. En aquel entonces la gente ten¨ªa que encender hogueras en las calles mientras hac¨ªa cola para dar su ¨²ltimo adi¨®s al fundador del Estado sovi¨¦tico. Tambi¨¦n yaci¨® en la Casa de las Columnas Jos¨¦ Stahn en 1953; fue entonces cuando muchos curiosos fueron aplastados en una avalancha humana cuando la multitud intentaba acercarse al hombre que durante tanto tiempo estuvo envuelto en el misterio.
Normalidad organizada
Hoy todo parece m¨¢s normal y organizado. Mosc¨² se ha convertido en una ciudad cerrada en el sentido pleno de la palabra. Los autom¨®viles sin matr¨ªcula de Mosc¨² son obligados a dar la vuelta en los accesos a la ciudad; la polic¨ªa ha pedido a los automovilistas que no estacionen sus veh¨ªculos en el centro de la ciudad y que restrinjan al m¨¢ximo sus visitas al centro.
Las familiares banderas rojas cuelgan por todas partes ataviadas con crespones negros. Las funciones teatrales han sido suspendidas y ¨²nicamente se escenifican obras solemnes apropiadas durante el per¨ªodo de duelo oficial. En la televisi¨®n, los espect¨¢culos musicales y de variedades han sido igualmente cancelados.
Los ni?os m¨¢s peque?os, que tienen vacaciones durante el per¨ªodo del luto oficial, corren alegremente y encuentran muy dif¨ªcil ce?irse a las recomendaciones de sus padres para que se moderen y no se comporten ruidosamente en estos d¨ªas. El trabajo sigue como siempre. No hay ning¨²n drama, ninguna sorpresa, y probablemente, por vez primera en la historia, la muerte de un l¨ªder sovi¨¦tico abre una etapa normal de transici¨®n.
En el momento del entierro de Breznev ser¨¢n disparadas piezas de artiller¨ªa en las 36 ciudades donde el dirigente muerto vivi¨® y trabaj¨®, incluyendo las capitales de todas las Rep¨²blicas sovi¨¦ticas; las sirenas de todas las f¨¢bricas silbar¨¢n en se?al de duelo y todo el trabajo se parar¨¢ durante cinco minutos para marcar la despedida.
No es contradictorio el hecho de que una anciana se santig¨¹e y rece al Todopoderoso en nombre de "tu difunto siervo Le¨®n¨ªdas". El nombre de Breznev es invocado en los rezos de las parroquias al igual que en los de las congregaciones ortodoxas para que el alma de "tu siervo sea liberada de todas sus ataduras, de todas las promesas no cumplidas, y que le sean perdonados todos sus pecados, conocidos y desconocidos, que cometi¨® desde su juventud hasta su luerte".
Su familia y sus amigos m¨¢s ¨ªntimos, aunque son fervorosos comunistas, se reunir¨¢n nueve dias despu¨¦s de su muerte, de acuerdo con las costumbres ortodoxas, y nuevamente lo har¨¢n cuarenta d¨ªas m¨¢s adelante, porque no hay ninguna costumbre alternativa a los ritos mortuorios de la tradici¨®n religiosa. El pr¨®ximo a?o, en el primer aniversario de su muerte, tendr¨¢ lugar una sencilla ceremonia, y Le¨®nidas Breznev habr¨¢ entrado en la historia.
Ni purgas, ni procesos
El tiempo no est¨¢ maduro todav¨ªa para dejar sentado un juicio definitivo de sus logros o de sus fracasos. Pero consigui¨® mantenerse en el poder durante 18 a?os sin realizar ni una sola purga, ni un solo juicio espectacular, ni ser v¨ªctima de ning¨²n levantamiento serio. Por lo menos Breznev ser¨¢ recordado como un hombre que dio 18 a?os de tranquilidad a su pa¨ªs y a una generaci¨®n completa de ciudadanos sovi¨¦ticos.
Dieciocho a?os es el lapso, hoy, de una generaci¨®n. Cuando los muchachos sovi¨¦ticos cumplen 18 a?os son llamados a filas y tambi¨¦n a esa edad pueden votar o ser elegidos. Uno podr¨ªa pensar que una generaci¨®n es un plazo lo suficientemente amplio como para olvidarse de la ¨²ltima gran guerra. Pero, de cualquier modo, pocos muchachos sovi¨¦ticos han crecido sin saber que perdieron algunos de sus allegados durante la contienda o que sufrieron profundamente las consecuencias de la conflagraci¨®n mundial, y si no fue durante la guerra, en el Gulag.
De todas maneras, la vida de la Uni¨®n Sovi¨¦tica se ha transformado gradualmente en algo mejor y m¨¢s normal, y a partir de ahora, estas condiciones se dan por supuestas. El per¨ªodo durante el cual se desarroll¨® el liderazgo de Le¨®nidas Breznev ser¨¢ evaluado por los historiadores desde diferentes puntos de vista, pero lo que resulta realmente importante para sus conciudadanos es que sus esfuerzos por preservar la paz mundial fueron sinceros. Incluso sus m¨¢s acendrados rivales nunca negaron esto. Deberemos esperar un cierto tiempo hasta que su mandato pueda ser enjuiciado objetivamente. Ser¨ªa tan injusto verter sobre ¨¦l todas las culpas de todos los errores como atribuirle todos los ¨¦xitos. En particular, el rumbo tomado por la pol¨ªtica exterior sovi¨¦tica ha sido igualmente producto de los esfuerzos del nuevo secretario general del PCUS, Yuri Andropov.
Breznev va a ser enterrado en la plaza Roja, no lejos de la tumba de Jos¨¦ Stalin. Pero, a diferencia de la era Stalin, la era Breznev no va a terminar inmediatamente y ¨¦l va a tener la oportunidad de permanecer en los libros de historia igual que como fue visto a lo largo de su vida, como un destacado hombre de Estado comunista.
Su tipo de liderazgo, si no su estilo personal, es probable que sobreviva por alg¨²n tiempo mientras la mayor¨ªa de sus colegas permanezcan traba ando, ya que es evidente que las principales directrices pol¨ªticas, tanto internas como exteriores, son el resultado del pensamiento y del raciocinio colectivos. La presteza y la agilidad en la transferencia de poderes, aunque haya sorpendido a algunos, s¨®lo sirven para asegurar la continuidad de la pol¨ªtica dom¨¦stica y exterior de la URSS. En su discurso ante la sesi¨®n plenaria del Comit¨¦ Central del Partido Comunista de la URSS, Yuri Andropov insisti¨®, de hecho, en esto, y ello se reflej¨® tambi¨¦n en los ¨²ltimos discursos pronunciados por Breznev.
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