Lanzas en favor de 'Moby Dick'
La desaparici¨®n de la ballena azul, el mayor animal que jam¨¢s hubo sobre la Tierra, es pr¨¢cticamente irreversible.
?Cu¨¢l ha sido la causa de la protesta, especialmente en los ¨²ltimos a?os, contra la caza de la ballena? Puede que se deba en parte al hecho de que existen sustitutos perfectamente adecuados y a veces m¨¢s baratos que se pueden emplear en todos los numerosos productos fabricados con aceite de ballena, tales como pinturas, jabones y champ¨²s, perfumes y cosm¨¦ticos, cremas de zapatos, margarina, aceite para cajas de cambio, cera para coches, aceite para el curtido de cuero, fertilizantes, pienso para pollos y para animales peleteros criados en granja, como el vis¨®n y la chinchilla. Estos sustitutos se fabrican a partir de la jojoba, de semillas de girasol, sebo, ma¨ªz, soja, adem¨¢s de numerosas sustancias sint¨¦ticas.Quiz¨¢, parte de la repugnancia en matar ballenas se base en el hecho de que nadie sabe hasta qu¨¦ punto se ha reducido el antiguamente amplio n¨²mero de ballenas, en otras palabras, cu¨¢ntas existen a¨²n y cu¨¢ntas son necesarias para la continuaci¨®n de la especie.
Puede que la protesta se deba en parte a nuestro propio inter¨¦s. ?Qu¨¦ podr¨ªan descubrir los cient¨ªficos sobre las ballenas que fuera de beneficio a la especie humana? Algunos investigadores han llegado a afirmar que la extinci¨®n de las ballenas podr¨ªa ser peligrosa para nosotros: tienen la hip¨®tesis de que la relaci¨®n entre las ballenas y el plancton que comen, y cuyo desarrollo al parecer se ve fomentado por los desperdicios de las ballenas es tal que sin ballenas podr¨ªa darse una notable reducci¨®n de plancton, cuesti¨®n nada jocosa ya que el plancton produce gran parte del ox¨ªgeno que respiramos.
Si bien la protesta en defensa de las ballenas es reciente, no sucede lo mismo con el inter¨¦s por estos animales. La historia de la caza de ballenas data de hace cientos y aun miles de a?os. Los primitivos n¨®rdicos fueron quiz¨¢ los primeros en cazar y comer ballenas. En el norte de Noruega se han encontrado trozos de hueso de ballena incrustados en cabezas de arpones de piedra de m¨¢s de 4.000 a?os de antig¨¹edad. Los esquimales de Alaska cazaban ya ballenas en el a?o 1800 antes de Cristo. En el siglo XII, los vascos montaron la primera factor¨ªa organizada para el aprovechamiento de ballenas en el golfo de Vizcaya; los vascos, que mataban las ballenas a su paso por las costas de Espa?a y Francia, fueron los culpables de la casi total destrucci¨®n de la llamada ballena de Vizcaya.
En el Jap¨®n medieval y en el Nuevo Mundo tambi¨¦n era com¨²n la caza de ballenas junto a la costa. Los indios de la costa norteamericana cazaban las ballenas desde canoas. A principios del siglo XVIII cambi¨® la naturaleza de la caza de ballenas, y en lugar de cazarlas desde la costa, se emprend¨ªan viajes de tres y cuatro a?os en embarcaciones mayores. Posteriormente, todo el equipo necesario para transformar la grasa de ballena en aceite se instal¨® a bordo de los barcos balleneros. En el siglo XIX, la industria ballenera se convirti¨® en una de las m¨¢s importantes de Nueva Inglaterra. Y, sin embargo, en el momento m¨¢s ¨¢lgido de esta industria, entre 1820 y 1860, los balleneros capturaron ¨²nicamente 8.000 ejemplares de todas las especies.
En aquellos d¨ªas, la persecuci¨®n y caza de las ballenas era algo emocionante y peligroso, ya que los botes balleneros, de madera, eran peque?os, de unos ocho metros de eslora. Los seis hombres de la tripulaci¨®n intentaban matar la ballena con un arp¨®n de hierro, de algo m¨¢s de un metro, fijado a una soga de doscientas brazas. Si el primer arp¨®n se clavaba bien, la ballena pod¨ªa remolcar al bote unos cuantos d¨ªas hasta que los hombres pod¨ªan lanzar otro arp¨®n, hasta que la ballena se agotaba y se ahogaba o hasta que mor¨ªa desangrada. Para los hombres que iban en un bote tan peque?o, la ballena representaba un peligro muy real, ya que pod¨ªa f¨¢cilmente volcarlo o hundirlo al sumergirse en las profundidades. La moderna caza de ballenas es un asunto muy diferente. No hace falta ser valiente, s¨®lo tener un est¨®mago fuerte.
Cada trece minutos
En los ¨²ltimos cincuenta a?os se han exterminado m¨¢s de dos millones de ballenas de todas las especies. Por t¨¦rmino medio, se mata una ballena cada trece minutos. Esta matanza acelerada se ha conseguido por el uso de m¨¦todos modernos de rastreo y caza de ballenas. En muchas ocasiones, los botes de caza salen despu¨¦s de que las ballenas hayan sido localizadas por aviones o helic¨®pteros de reconocimiento. Las ballenas, que se desplazan en grupos o familias, suelen sumergirse al aproximarse los botes, pero el sonar las sigue hasta que se ven obligadas a salir a la superficie a respirar. A veces, las ballenas se vuelven a sumergir, pero una tercera inmersi¨®n es normalmente imposible, ya que no les queda mucho aire.El bote de caza, m¨¢s r¨¢pido que la ballena, se acerca en ese momento y dispara a quemarropa. Disparan arpones de dos metros y cerca de cien kilos, con un ca?¨®n de 90 mil¨ªmetros. Una granada de acci¨®n retardada, acoplada a la cabeza del arp¨®n, hace explosi¨®n en los intestinos de la ballena; casi siempre hace falta un segundo arp¨®n para matarla. Aunque se dice que una hembra de la especie de ballenas azules, la especie de mayor tama?o, en cierta ocasi¨®n arrastr¨® a un bote ballenero de treinta metros, con los motores a pleno funcionamiento en marcha atr¨¢s, durante ocho horas y media, a una velocidad de cinco nudos por hora, un moderno barco factor¨ªa puede desguazar una ballena de veinticinco a treinta metros en menos de una hora.
?Qu¨¦ se perder¨ªa si se extinguieran las ballenas? Se habr¨ªa perdido el tema central de muchos libros, Moby Dick entre ellos, y de algunos mitos. Se ha pensado algunas veces que el narval, cuyo largo y retorcido colmillo es un diente en realidad, es el causante de las leyendas de unicornios. La desaparici¨®n de las ballenas supondr¨ªa la desaparici¨®n de una criatura que ha sobrevivido durante cuarenta millones de a?os (la edad de los restos de f¨®siles m¨¢s antiguos).
Para los japoneses, puede que las ballenas no signifiquen m¨¢s que 14.500 empleos en una industria en declive que tendr¨¢ que acabar antes o despu¨¦s, debido al hecho de que si contin¨²a la caza de ballenas pronto no quedar¨¢ ninguna que cazar. Sin embargo, para un bi¨®logo, una ballena es un animal interesante, digno de estudio. Se cree que las ballenas empezaron a desarrollarse hace sesenta millones de a?os, cuando unos mam¨ªferos cuadr¨²pedos cubiertos de pelo regresaron al mar en busca de alimento o de refugio.
El animal de mayor tama?o
Se dieron unos cambios que le permit¨ªan a este animal vivir toda su vida en el agua: desaparecieron las patas traseras, las delanteras se transformaron en aletas, cuyos huesos guardan un parecido asombroso con los de la mano del hombre; el rabo se ensanch¨®, convirti¨¦ndose en la fuerte aleta caudal; el pelo, excepto algunos restos alrededor de la boca, desapareci¨®; las fosas nasales se trasladaron a la parte superior de la cabeza, y el cuerpo creci¨® enormemente, debido a la liviandad del agua. Se reconoce universalmente que la ballena es uno de los animales m¨¢s desarrollados y, sin embargo, sabemos muy poco de ellas: de su fisiolog¨ªa, de su organizaci¨®n social, de sus desplazamientos migratorios, de sus canciones, de sus envarados en grupos, etc¨¦tera.Es muy posible que la ballena azul est¨¦ ya totalmente perdida, quedan tan pocos ejemplares que quiz¨¢ su regeneraci¨®n sea ya imposible. El tama?o de estas criaturas es incre¨ªble: es el mayor animal que ha habitado jam¨¢s sobre la tierra, llegando a alcanzar longitudes de hasta 33 metros; pesa hasta 120 toneladas americanas (una tonelada americana son 907,2 kilos). Es tres veces mayor que el mayor de los dinosaurios y mayor que treinta elefantes, y su peso equivale al de 2.000 hombres. S¨®lo su coraz¨®n puede llegar a pesar 540 kilos, y su lengua, hasta trescientos kilos. Sus arterias son tan grandes que un ni?o peque?o podr¨ªa gatear por ellas.
Seg¨²n Cleveland Amory, Arist¨®teles Onassis se sent¨ªa orgulloso de que los taburetes del bar de su yate, el Cristina, estaban tapizados con piel de los ¨®rganos sexuales de ballenas. Pero puede que m¨¢s impresionante que su inmenso cuerpo sea su cerebro, el m¨¢s desarrollado (neocortical o nuevo cerebro) y tambi¨¦n el mayor, tanto en tama?o como en proporci¨®n a su cuerpo, de cualquier criatura de cualquier era, incluyendo al hombre.
Puede que sea demasiado tarde para la ballena azul y quiz¨¢ tambi¨¦n para otras especies. Se ha calculado que, si se detuviera inmediatamente la caza de ballenas, har¨ªan falta de cincuenta a cien a?os para que las reservas del oc¨¦ano Ant¨¢rtico alcanzaran el nivel de hace diez o doce a?os.
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