Autorizada en el Reino Unido la investigaci¨®n con embriones humanos de hasta 14 d¨ªas

El Consejo de Investigaci¨®n M¨¦dica del Reino Unido ha elaborado unas pautas a seguir en la manipulaci¨®n de ¨®vulos humanos fertilizados, en las que declara aceptable la investigaci¨®n durante el per¨ªodo de posible implantaci¨®n, lo que, seg¨²n los expertos, fija un l¨ªmite m¨¢ximo de dos semanas desde la fertilizaci¨®n. La pol¨¦mica sobre el tema surgi¨® a ra¨ªz de unas declaraciones del doctor Edwards, uno de los padres del primer beb¨¦-probeta, la ni?a Louise Brown, en las que utilizaba la palabra experimentos respecto a sus observaciones de ¨®vulos humanos sobrantes de la fertilizaci¨®n in vitro.

El Consejo de Investigaci¨®n M¨¦dica brit¨¢nico ha autorizado los experimentos con embriones humanos crecidos en laboratorios hasta dos semanas de edad, seg¨²n ha declarado alguno de sus miembros tras la publicaci¨®n de unas pautas ¨¦ticas. Sin embargo, la publicaci¨®n de estas pautas por el consejo no ha aminorado la pol¨¦mica en torno a esta cuesti¨®n.En las pautas publicadas en el ¨²ltimo n¨²mero del British Medical Journal, el citado consejo aprueba "la investigaci¨®n cient¨ªfica razonable que comporta experimentos sobre los procesos y productos de la fertilizaci¨®n in vitro", o en su terminolog¨ªa vulgar, en probeta. La declaraci¨®n del consejo, sin embargo, no es precisa en cuanto a la edad de los embriones.

El consejo se?ala que los embriones humanos no deber¨ªan ser cultivados "m¨¢s all¨¢ del estadio de implantaci¨®n" en el ¨²tero materno. Los m¨¦dicos suponen que esto significa hasta que el embri¨®n est¨¢ listo para ser introducido en la madre, normalmente entre siete y nueve d¨ªas, como en los casos planteados por los pioneros brit¨¢nicos de los beb¨¦s probeta, Robert Edwards y Patrick Steptoe.

La doctora Anne McLaren, miembro del Consejo de Investigaci¨®n M¨¦dica, de la unidad de desarrollo de mam¨ªferos de Londres, se?al¨® que el per¨ªodo de implantaci¨®n llega de hecho hasta los trece o catorce d¨ªas.

Este l¨ªmite coincide con las pautas propuestas en Estados Unidos por el Instituto Nacional de Sanidad. A los catorce d¨ªas de su gestaci¨®n, un embri¨®n humano mide 9,2 mil¨ªmetros. Normalmente se necesitan varios ¨®vulos fertilizados para intentar una fertilizaci¨®n in vitro. S¨®lo uno de ellos es introducido en el ¨®vulo, y la cuesti¨®n es entonces: ?qu¨¦ hacer con los sobrantes? El Consejo de Investigaci¨®n Medica se?ala que no han de ser conservados para un uso cient¨ªfico no especificado, y afirma que antes de llegar a almacenar o congelar estos embriones se han de llevar a cabo experimentos con animales, pues no se sabe si este proceso puede da?arles.

El Consejo de Investigaci¨®n M¨¦dica es el organismo central en este campo en el Reino Unido. Las pautas fueron redactadas por un comit¨¦ especial creado en 1978, y ampliado en 1982, para abordar este pol¨¦mico tema. El comit¨¦ cont¨® con la participaci¨®n de cient¨ªficos, observadores de los servicios de sanidad y el obispo anglicano de Durham.

La investigaci¨®n con estos embriones es ¨¦ticamente aceptable para el citado consejo, siempre que "no se intente transferir al ¨²tero ning¨²n embri¨®n utilizado en estos experimentos". La declaraci¨®n del consejo a?ade que "el objetivo de la investigaci¨®n ha de estar claramente definido" y versar sobre problemas como la contracepci¨®n, la infertilidad y las enfermedades hereditarias. El consejo pide para estos experimentos la aceptaci¨®n de los donantes y rechaza la utilizaci¨®n de esperma de bancos de esperma, a no ser que haya sido recogido para un objetivo concreto de investigaci¨®n.