El Vaticano y el Opus Dei
LA PUBLICACION de los documentos oficiales que formalizan la decisi¨®n de Juan Pablo II -ya anunciada por un portavoz vaticano el pasado 23 de agosto- de convertir al Opus Dei en prelatura personal, de ¨¢mbito internacional y con sede en Roma, ha sido recibida sin sorpresas por la jerarqu¨ªa cat¨®lica. Las especialmente buenas relaciones del Papa con la instituci¨®n que fundara Jos¨¦ Mar¨ªa Escriv¨¢ de Balaguer comenzaron hace a?os. Esos nexos no pertenecen s¨®lo al orden de lo personal y a la historia de amistad y colaboraci¨®n que el obispo polaco Karol Wojtyla encontraba de siempre en sus visitas a Roma por parte del Opus Dei. Se incluyen, sobre todo y de manera relevante, en el nuevo cristianismo de que el Pont¨ªfice se ha hecho valedor.Son muchos los signos, en efecto, de que el Papa considera necesaria una renovaci¨®n en profundidad de la Iglesia y de que el Opus Dei y otras instituciones de su g¨¦nero pueden y deben ser el veh¨ªculo adecuado para este designio. Moderno casi hasta lo revolucionario en sus formas y m¨¢s integrista en sus planteamientos teol¨®gicos y morales, el Opus Dei resulta un espejo en el que el Pont¨ªfice puede ver reflejadas sus intenciones de renovaci¨®n y de revisi¨®n dentro de la Iglesia. Forzando las analog¨ªas, cabr¨ªa establecer un paralelo hist¨®rico entre los servicios prestados por los jesuitas al papado tras el Concilio de Trento y las esperanzas de Juan Pablo II en que el Opus Dei y otros movimientos seglares cumplan tareas semejantes para interpretar las directrices y orientaciones del Concilio Vaticano II y poner en acto esas mediadas conclusiones.
Las reticencias que los obispos han mostrado ante la decisi¨®n de crear esta prelatura personal parecen responder a la sospecha de que el Opus Dei -y quiz¨¢ otras instituciones, como la italiana Comuni¨®n y Liberaci¨®n- podr¨ªan convertirse en una especie de comando de acci¨®n directa de las decisiones vaticanas, sorteando o ignorando en algunos casos la opini¨®n de la jerarqu¨ªa episcopal. Los defensores de la decisi¨®n del Papa argumentan, sin embargo, que la Iglesia tendr¨¢ en adelante un mecanismo de actuaci¨®n m¨¢s acorde con las necesidades de los tiempos que corren, y especialmente d¨®cil y d¨²ct¨ªl a la voluntad del Vaticano. Para citar palabras textuales del comunicado de la Oficina de Informaci¨®n del Opus Del en Espa?a, las prelaturas personales dotar¨¢n a la Iglesia de "estructuras mas ¨¢giles y flexibles para hacer frente a las necesidades evangelizadoras del mundo" y para "difundir en todos los ambientes la llamada universal a la santidad y al apostolado en la vida ordinaria y, m¨¢s concretamente a¨²n, en el ejercicio del trabajo profesional".
Tal vez con el prop¨®sito de disipar los temores de los ordinarios, el comunicado de la Oficina de Informaci¨®n insiste, por lo dem¨¢s, en que la nueva figura jur¨ªdica no supone mayor independencia respecto a los obispos diocesanos, "petici¨®n que jam¨¢s ha hecho el Opus Dei, por ser absolutamente ajeno al carisma fundacional y al servicio que se presta a las iglesias locales". En apoyo de esa tesis tranquilizadora, la nota informativa recuerda que la declaraci¨®n oficial de la Sagrada Congregaci¨®n para los Obispos se?ala que los sacerdotes del clero diocesano pertenecientes a la sociedad sacerdotal de la Santa Cruz adscrita a la prelatura "no pasan a formar parte del clero de la prelatura, sino que quedan a todos los efectos bajo el r¨¦gimen exclusivo de su propio ordinario". En cualquier caso, algunos analistas consideran, como aspecto positivo de la nueva situaci¨®n, que la prelatura personal hace desaparecer todo pretexto para las pr¨¢cticas de secretismo que caracterizaron la imagen convencional del Opus Dei como instituci¨®n dispuesta a sacrificar a los principios de eficacia y rendimiento otras consideraciones y valores, entre ellos la trasparencia y claridad de sus actuaciones y la identificaci¨®n p¨²blica de sus miembros.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.