El Gobierno regional emprende una campa?a contra las urbanizaciones ilegales

El Gobierno regional gastar¨¢ varios millones de pesetas en publicidad en vallas, emisoras de radio y anuncios en Prensa para combatir "con sus propias armas" la proliferaci¨®n de urbanizaciones ilegales. Seg¨²n ha sabido EL PAIS, la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas pretende informar a los posibles compradores de parcelas y viviendas, destinados principalmente a segunda residencia, en los alrededores de los grandes n¨²cleos urbanos o zonas costeras, de la calificaci¨®n administrativa de dichas ofertas urban¨ªsticas. De esta manera se pretende ahuyentar a los posibles compradores de las sociedades que no cumplen los requisitos urban¨ªsticos o que venden terrenos r¨²sticos a precios tur¨ªsticos. Esta es la ¨²nica manera, en opini¨®n del consejero, Juan Jos¨¦ Parrilla, de evitar la construcci¨®n de viviendas ilegales.

"La ¨²nica manera de impedir el caos urban¨ªstico es frenarlo antes de que se convierta en una realidad, mucho m¨¢s dif¨ªcil de evitar", comenta el consejero, que calcula la existencia de m¨¢s de 10.000 viviendas ilegales en la provincia. "Lo que nosotros no podernos hacer, por falta de medios materiales y humanos, es derribar esas construcciones", dice, "adem¨¢s de que moralmente es bastante complicado". El consejero distingue, por su parte, entre urbanizaciones ilegales "que en un futuro podr¨ªan cumplir los requisitos exigidos" y las manifiestamente fuera de la ley.La campa?a, no obstante, pretende informar a los posibles compradores sobre cada una de las urbanizaciones o fincas parceladas que se vienen ofreciendo publicitariamentc. No entrar¨¢, por tanto, en las actuaciones administrativas correspondientes a cada caso.

En una primera fase, a realizar durante las pr¨®ximas Navidades, la Consejer¨ªa iniciar¨¢ una campa?a modesta, con un coste pr¨®ximo al mill¨®n de pesetas, "a la espera de los presupuestos del a?o pr¨®xirno". La informaci¨®n al comprador se centrar¨¢ en denunciar, con nombres y apellidos, las treinta urbanizaciones ilegales que hay controladas, y que se encuentran en fase de expansi¨®n.

"El asunto es m¨¢s complicado de lo que parece", dice Parrilla. "Queremos que el posible comprador sepa que cuando le venden una parcela r¨²stica, con una publicidad c¨®mplice, ese suelo no es urbanizable. Tienen que saber que la sociedad est¨¢ a salvo, y normalmente con buenos beneficios, porque, en realidad, ha vendido terrenos... que los nuevos due?os terminan por construir en ellos y en sentirse enga?ados cuando la Comisi¨®n de Urbanismo los considera ilegales y los incluye en la lista de edificaciones a derribar".