'Aleluya', una empresa dif¨ªcil
Cuando King Vidor se plante¨® la realizaci¨®n de su primera pel¨ªcula sonora, en 1928, opt¨® por un tema dif¨ªcil en la industria de Hollywood: la vida de los negros. Era impensable en aquella ¨¦poca que un filme en el que no apareciera ning¨²n blanco pudiera constituir un ¨¦xito de taquilla. No le valieron, pues, a Vidor, sus triunfos anteriores (El gran desfile, Y el mundo marcha), y trat¨® de convencer a los estudios aportando su propio sueldo como garant¨ªa.No acabaron ah¨ª sus cuitas. Una vez concluida la pel¨ªcula, se vio obligado a buscar alg¨²n local que quisiera estrenarla. Tal como ahora ocurre con la mayor¨ªa de las pel¨ªculas que no pueden competir con el poder econ¨®mico de las multinacionales, King Vidor fue proyectando Aleluya en peque?os circuitos ante cr¨ªticos y especialistas, con la esperanza de que sus comentarios despertaran la curiosidad de los due?os de los cines y se decidieran a estrenarla.
Aleluya se emite hoy a las 21
30 horas por la segunda cadena.
Y as¨ª fue Aleluya es, probablemente, la primera pel¨ªcula de la historia de la que se publicaron cr¨ªticas antes del estreno. Ello estimul¨® a los propietarios de peque?os locales donde comenz¨® a exhibirse. M¨¢s tarde, cuando pas¨® a las grandes cadenas, se trataba realmente de una reposici¨®n.
El inter¨¦s de Vidor por el mundo de los negros no fue una improvisaci¨®n. Hombre del Sur, estaba habituado a sus costumbres y cultura, aunque no llegara a conocerlas en todo su sentido: "La sinceridad y el fervor de sus expresiones religiosas me intrigaban", escribe el director, "as¨ª como la aut¨¦ntica simplicidad de sus impulsos sexuales. En muchos casos, la mezcla de estos dos factores parec¨ªa ofrecer un contenido fuertemente dram¨¢tico".
Una inmensa ci¨¦naga
La pel¨ªcula recog¨ªa la vida cotidiana de una colectividad, sus ritos religiosos y sus canciones. Lentamente, surg¨ªa un conflicto dram¨¢tico, que concluye en una de las secuencias m¨¢s famosas de la pel¨ªcula: aquella en la que el evangelista negro persigue al raptor de su novia a trav¨¦s de una inmensa ci¨¦naga.
Los problemas derivados del sonoro son narrados por el director con minuciosidad de detalles: no exist¨ªa a¨²n la posibilidad del sonido pregrabado, y en una pel¨ªcula que basaba gran parte de sus aciertos en las canciones corales, la dificultad para sincronizar el sonido fue tan extremada que el montador sufri¨® un ataque de locura, que le oblig¨® a recluirse durante alg¨²n, tiempo. Contemplando hoy la pel¨ªcula, resulta incomprensible entender c¨®mo lograron finalmente que el sonido de cada canci¨®n, de cada baile, de cada escena coral, se ajustara con tanta precisi¨®n a la imagen.
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