Varios miles de argentinos desfilaron en Buenos Aires en la 'marcha de la resistencia'
A media tarde de ayer finaliz¨® frente al edificio del Congreso, en Buenos Aires, la marcha de la resistencia convocada por madres, abuelas y familiares de los detenidos desaparecidos desde el golpe de Estado de 1976.
A pesar de la prohibici¨®n y del amenazante cerco policial, miles de personas se sucedieron durante toda la noche y la ma?ana para prolongar la marcha continua de veinticuatro horas que encabezaban las madres de plaza de Mayo, cubiertas con pa?uelos blancos y portando diversas pancartas.En la madrugada se encendieron antorchas y se improvisaron varios puestos sanitarios, con la colaboraci¨®n de estudiantes de medicina y m¨¦dicos, a lo largo de los doscientos metros de la avenida de Mayo que ocupaba la marcha en c¨ªrculos.
Madres y abuelas fueron atendidas de mareos y v¨®mitos, pero, una vez recuperadas, volv¨ªan a integrar las filas golpeando latas vac¨ªas o levantando antorchas encendidas, mientras el p¨²blico aplaud¨ªa y cantaba "luche y no deje de luchar, las madres son ejemplo de la lucha popular".
En uno de los extremos del cerco policial se levantaba una estatua de la libertad y en una de las aceras qued¨® depositada una enorme cruz en la que estaba escrito "El pueblo", que aparec¨ªa volcada sobre uno de sus brazos con una bota militar pegada en el otro extremo, el que quedaba m¨¢s alto. Una mujer permaneci¨® toda la noche vestida como la efigie de la Rep¨²blica y reclamando en una pancarta: "Por el art¨ªculo 18 de la Constituci¨®n nacional", el que habla precisamente de los derechos del hombre.
Refrescos de los bares cercanos
Los bares de la avenida de Mayo aportaron bebidas refrescantes, y esta ma?ana el p¨²blico que se dirig¨ªa a su trabajo en la zona, que es de oficinas y bancos, pasaba previamente por el lugar para marchar, aplaudir o simplemente hacer notar su presencia.Un fraile franciscano, vestido con su h¨¢bito, que hab¨ªa permanecido marchando durante toda la noche, debi¨® ser sostenido por otras dos personas cuando estaba a punto de desmayarse, pero se negaba a abandonar la fila.
A primeras horas de la ma?ana, la polic¨ªa cambi¨® sus fusiles de granadas lacrim¨®genas por largos bastones de madera, a la vez que se quitaban sus identificaciones de las solapas, como lo hacen cuando se disponen a reprimir violentamente. Sin embargo, la continua y masiva afluencia de p¨²blico evit¨® incidentes graves.
A mediod¨ªa, las madres de la plaza de Mayo recibieron a delegados de la Asociaci¨®n Bancaria y de empleados de comercio y a miembros de las Juventudes Pol¨ªticas, quienes les solicitaron que prolongaran un poco m¨¢s la marcha para permitir la adhesi¨®n de los empleados que sal¨ªan en ese momento de sus trabajos.
Madres de desaparecidos, intimidadas
Por la tarde se conoci¨® la denuncia de una madre que hab¨ªa regresado circunstancialmente a su domicilio de madrugada y que fue perseguida e intimidada por los ocupantes de un autom¨®vil sin identificaci¨®n visible.La se?ora, Elizabeth de Carreras, dijo tambi¨¦n que al llegar a su casa comprob¨® que hab¨ªan sido pegados en la fachada numerosos carteles con leyendas insultantes para las entidades defensoras de los derechos humanos. Otras madres aseguraron tambi¨¦n que en sus domicilios hay pintadas desde hace tiempo con la inscripci¨®n "madre de terrorista".
La se?ora de Carreras declar¨® que hacia las dos de la madrugada, cuando se dirigi¨® a su domicilio en el centro de Buenos Aires para descansar un poco, comprob¨® que un autom¨®vil marca Ford y modelo Falcon, como los usados habitualmente por los grupos paramilitares, ocupado por cinco personas, segu¨ªa su mismo camino.
Ante el temor que le caus¨® la situaci¨®n, la se?ora decidi¨® cruzar una plaza, pero cuando se dispon¨ªa a hacerlo el conductor del autom¨®vil gir¨® el volante y subi¨® tambi¨¦n a la acera. "En ese momento me puse a correr hasta mi casa y vi una patrulla policial que pasaba a marcha muy lenta, pero no intervino".
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