Antoni Miralda presenta un libro sobre su vida de artista 'kitsch' y anticonvencional
Es el autor de una gran 'mona' de chocolate
Un traje oscuro y a rayas, ce?ido como torero, con tirantes negros y forro de piel oscura y brillante. Facciones agudas que acent¨²an un semblante de media sonrisa, de iron¨ªa largu¨ªsima, como la coleta torera y las botas altas, listas para el zapateado que no arrancar¨¢, porque el taconeo lo lleva en el cerebro, donde sus neuronas no paran. Pierre Restany ha escrito un libro -Miralda! 'Una vie d'artiste' - sobre esa obra nada convencional que le ha situado en la ¨²nica cresta de la vanguardia est¨¦tica que jam¨¢s ha existido.
Antoni Miralda, cuarenta a?os, nacido en Tarrasa, siempre mareado por el sue?o y por el avi¨®n, se identifica, seg¨²n su bi¨®grafo Restany, con un papagayo. Los colores de loros, cotorras y animales charlatanes, la textura crom¨¢tica de los objetos, y si son comestibles mejor, le fascinan. Ahora Miralda, recapitula y ofrece en un libro que sintetiza sus performances, su trabajo de m¨¢s de quince a?os. Un trabajo que levanta carcajadas, olas de indignaci¨®n y admiraci¨®n, y sustanciosas sumas en d¨®lares. El libro abre colecci¨®n de una joven, elegante, exquisita y ambiciosa editorial de temas de arte, Ambit.
'Mona' de Pascua
Los recuerdos m¨¢s recientes de las creaciones miraldianas a¨²n permanecen en Barcelona. Hace un par de a?os ide¨® la gran mona de Pascua de chocolate, en la que consigui¨® que los mejores pasteleros confeccionaran, contra la opini¨®n de su gremio, una gran maqueta de Barcelona, donde destacaban los grandes edificios y monumentos de chocolate. "Mi ¨²nica idea y aportaci¨®n fue conseguir que las familias que jam¨¢s hab¨ªan pisado la galer¨ªa Joan Prats, entraran con abuelas, palmones, gritos de admiraci¨®n y todo el foll¨®n, en una sala de arte como ¨¦sta, y todo para ver la mona". Miralda no cre¨® la mona sino que, en este caso, cre¨® a sus espectadores. El espect¨¢culo eran esos ojos, hipnotizados por la pasteler¨ªa, metidos en una galer¨ªa.El merengue rosado e inmenso con que visti¨® a Christa Leem, con motivo de la presentaci¨®n de una revista de la apertura a¨²n pre democr¨¢tica; la pasarela de anchoas, butifarras dulces catalanas, garnatxa y panes-flauta, con que celebr¨® la presencia de Jean Pierre Rampal y de Shigenori Kudo; o la inauguraci¨®n de una casa de la high society barcelonesa, son algunas de las actuaciones que el artista tarraconense ha realizado en tierras catalanas. Iron¨ªa y ambig¨¹edad, descaro y monumentalismo barroco y kitsch, provocaci¨®n y adulaci¨®n al mal gusto dominante, destrucci¨®n de estereotipos, pero tambi¨¦n profundizaci¨®n en los aspectos m¨¢s populares y espont¨¢neos de la cultura de masas, parecen ser las coordenadas por donde deambula la sonrisa miraldiana.
El arte de Miralda enlaza directamente con el conceptualismo, y con nombres como John Cage, Nam June Paik -el iniciador del video-arte- o el artista de los grandes envoltorios, Christo. Como en todos ellos, su actuaci¨®n se reduce a veces al gesto m¨ªnimo, de resultados espectaculares, de canviar s¨®lo la mirada, ya sea ofreciendo cromatismos absurdos en los manjares, ya sea en el trastocamiento de los c¨®digos de uso de utensilios y colores. En Miralda, sin embargo, la preferencia por el espect¨¢culo pastelero y gastron¨®mico es evidente y casi diferencial. Incluso sus ¨²ltimas actuaciones sin comida, se refieren a objetos relacionados con la alimentaci¨®n.
Pero la ambivalencia es uno de los terrenos preferidos del artista de Tarrasa: "Si me gusta realizar desfiles y procesiones, si me fascinan, es porque me dan miedo y me aterrorizan, llevan dentro el orden del militarismo".
Juega en ¨¦l el doble valor de Jano, el dios que mira con un rostro hacia atr¨¢s, hacia la convenci¨®n, el valor kitsch, la satisfacci¨®n burguesa, y el rostro que mira hacia adelante, como cr¨ªtica progresista, como iron¨ªa esc¨¦ptica ante los valores y estereotipos. Miralda construye obras reversibles. Su desfile para las fiestas de la cosecha en Kansas entusiasm¨® a sus patrocinadores, los ganaderos y campesinos ricos del Midle West, pero, visto con ojos europeos en el libro ahora editado, aparece como una mascarada, una gigantesca mofa que denuncia la ¨¦tica mon¨¢rquica y aristocratiz ante de una riqu¨ªsima clase media engordada por el sebo y el ma¨ªz. "No s¨¦ si quiere decir algo o no, pero un ex general de la OAS es uno de los coleccionistas que tiene m¨¢s cosas m¨ªas".
Proyectos de pareja doblez han circulado por su cabeza, y en algunos casos han llegado a manos de quienes deciden sobre esas cosas. El libro no recoge, por desgracia, sus ideas de c¨®mo pod¨ªa haberse celebrado el Mundial 82. Por ejemplo, unos espacios construidos en el hueco que dejan las torres de la Sagrada Familia, con forma de porr¨®n, deb¨ªan convertirse en una atracci¨®n permanente para los visitantes, con exposiciones, comedores y espect¨¢culos. La idea no gust¨®. A Miralda le fascinar¨ªa tambi¨¦n poder organizar una cabalgata de los Reyes en Barcelona. A pesar de que nunca ha dejado de relacionarse con Catalu?a y de hacer proyectos aqu¨ª, jam¨¢s ha encontrado el calor suficiente como para entrar a saco en la iconografia y en la mitolog¨ªa riqu¨ªsimas de este pa¨ªs.
Su ¨²ltimo delirio imaginativo ha consistido en la animaci¨®n de las llamadas Fiestas del nuevo Mundo en Miami, con la implantaci¨®n de un sencilla imagen de un grabado de 1520, una sirena de doble y simb¨®lica cola, dibujada por el catal¨¢n Joan Joffre. La double-tailed catalan siren se convirti¨® en antifaz, en abanico sostenido por dedos f¨¢licos, en mesas en que las escamas eran ostras, y la piel caviar. "Es una imagen que qued¨® perfectamente grabada en el cerebro de miles de personas, de todas las clases y condiciones, porque en cualquier fiesta de cualquier tipo aparec¨ªa aquellos d¨ªas la imagen de la sirena catalana de cola doble". Miralda, va a recordar hoy, y ma?ana, en la presentaci¨®n del libro, el poder extraordinario de la imaginaci¨®n, principalmente cuando est¨¢ s¨®lo al servicio de la imaginaci¨®n. Como el arte puro. Nada.
Babelia
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