Luis Antonio de Villena publica 'Ante el espejo', "el libro de una adolescencia prohibida"
Ante el espejo, la primera novela de Luis Antonio de Villena, publicada por Argos Vergara, se presenta el lunes en Madrid. De Villena, que se inici¨® en la prosa con un libro de cuentos, Para los dioses turcos, dice de esa novela que "sigue los esquemas literarios de la confesi¨®n a la manera de las de Rousseau o san Agust¨ªn", y que cuenta, "desde la historia de un ni?o que quiere ser escritor, el tema de la anormalidad esencial del artista". Es "la novela de una adolescencia prohibida".
"Ante el espejo es, por supuesto, una novela. Una novela que utiliza la forma de la memoria", dice Luis Antonio de Villena, "el esquema literario de la confesi¨®n y, por otra parte, imita el discurrir fragmentario de la memoria misma". Cuenta la primera novela de Villena "un mundo aparentemente brillante bajo el que hay una serie de contradicciones, temores y etc¨¦tera, que suponen justo lo contrario de esa brillantez. Y en ese mundo que desaparece hay la historia de un ni?o que quiere ser escritor, que se siente siempre diferente y que plantea, en s¨ª mismo y por supuesto en la novela, el tema de la anormalidad del artista"."El libro", dice Villena, "se hubiera llamado Nacido bajo el signo de Saturno si no existiera ya un c¨¦lebre estudio sobre artistas pl¨¢sticos con ese nombre, y que explica que los artistas son seres saturnales, tocados con la gracia de la distinci¨®n o de la diferencia. El ni?o de mi historia es, precisamente, un ni?o saturnal".
La estructura de Ante el espejo se ci?e, seg¨²n Villena, "a la clave de la memoria, a las asociaciones con que ¨¦sta funciona, sin obligarse a ning¨²n otro hilo argumental. As¨ª", dice, Ios distintos cap¨ªtulos del libro van tocando diversos temas y personajes a medida que van siendo recordados". Empieza el libro "en alg¨²n vago momento de la infancia, en alg¨²n recuerdo difuso de la primer¨ªsima ni?ez", y termina "cuando acaba la adolescencia, cuando el ni?o se da cuenta de lo que deja y empieza a pensar en lo que le espera".
"Hay un cap¨ªtulo final puesto en el tiempo en que se escribe el libro, donde el protagonista se da cuenta de que sus memorias terminan, y piensa que para ser fiel a ese ni?o saturnal, muy fuerte y muy d¨¦bil al mismo tiempo, tendr¨ªa que ser capaz en un momento determinado de renunciar a su fama en favor de la vida. As¨ª el drama del ni?o y del escritor es la figura y la fuerza de las dos, de la vida y de la literatura". "Y ¨¦l sue?a", dice Villena, "que la verdadera victoria de alguien as¨ª es haber triunfado para luego renunciar al triunfo, convertirse en una especie de voluntario perdedor tan pronto se da cuenta, percibiendo que s¨®lo pierde verdaderamente aquel que antes ha ganado".
Esta historia que trasciende al final del libro al autor hipot¨¦tico de la novela, "se da en el libro, porque el protagonista es un ni?o que todo lo ha ganado familia, brillo social, etc¨¦tera, pero que todo lo pierde, porque pierde lo que desea: es un ni?o homosexual que nunca se plantea esta palabra y pierde su infancia sin reconocer la raz¨®n de su propia peculiaridad".
Ante el espejo de Luis Antonio de Villena ha sido esperado como un libro de alguna manera escandaloso "sexualidad", dice Luis Antonio de Villena, "no hay nunca de hecho el ni?o no realiza nunca sus deseos, pero hay sexo en cuanto que es un ni?o que frecuentemente se siente atra¨ªdo afectivamente por alguno de sus compa?eros. Sin embargo la visi¨®n, la imagen del compa?erismo, del afecto, etc¨¦tera, entre dos personas del mismo sexo nunca se transforma en una relaci¨®n en t¨¦rminos de sexo puro. Es afecto, ternura que la sociedad y la familia en que vive le han impedido. Por lo cual, el escritor cuando escribe en ese cap¨ªtulo final, siente y sabe que nunca fue adolescente. Que se lo prohibieron. No vivi¨® ese amundo natural de la adolescencia, sino otro de brillantes apariencias. En este sentido mi novela es la historia de una frustraci¨®n, la de un ni?o saturnal nunca realizado".
Babelia
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