La polic¨ªa polaca retiene durante m¨¢s de nueve horas a Walesa para evitar su intervenci¨®n en un mitin
La polic¨ªa polaca arrest¨® en la ma?ana de ayer, aniversario de los sucesos de diciembre de 1970, a Lech Walesa en su domicilio de Gdansk. para impedir que hablara en los actos organizados espont¨¢neamente por los trabajadores ante el monumento a los muertos en la matanza de hace doce a?os. El l¨ªder obrero fue devuelto por la polic¨ªa a su domicilio a ¨²ltima hora de la tarde. En fuentes oficiales se inform¨® que Walesa hab¨ªa sido conducido a declarar ante el Tribunal de Cuentas, cuya citaci¨®n a declarar hab¨ªa ignorado el dirigente obrero.
La v¨ªspera del aniversario, el presidente del sindicato prohibido Solidaridad, Lech Walesa, hab¨ªa sido citado a declarar por presuntas irregularidades en la contabilidad de la secci¨®n de Gdansk del sindicato independiente ahora prohibido. Walesa no se present¨® a la oficina del fiscal, y fue arrestado, a las 10.20 horas, en su casa.Tan s¨®lo tres horas m¨¢s tarde, la emisora local de radio hablaba del caso en t¨¦rminos ir¨®nicos: "Pol¨ªtica es pol¨ªtica y dinero es dinero", y mencion¨® a Sof¨ªa Loren, Ingmar Bergman y Elton John, que tambi¨¦n estuvieron complicados en delitos fiscales y no se presentaron a la polic¨ªa. "Sus motivos tendr¨ªan", coment¨® la emisora de Gdansk.
En los alrededores de la casa de Walesa -un barrio de grandes bloques de viviendas-, la polic¨ªa controlaba cada calle. Casi un centenar de periodistas extranjeros, con sus int¨¦rpretes, fueron detenidos y trasladados a una comisaria del centro de Gdansk, de donde salieron, los periodistas, tras dos horas de detenci¨®n, y los int¨¦rpretes polacos, despu¨¦s de cuatro horas. A una de las int¨¦rpretes polacas la polic¨ªa le pregunt¨® cu¨¢les eran los motivos que la hab¨ªan llevado a venderse al imperialismo.
El 'criminal' Walesa
La intenci¨®n de las autoridades polacas se orienta claramente a darle el rango de criminal, delincuente com¨²n, a Walesa, una "persona privada, ex presidente de un sindicato prohibido", como dijo hace d¨ªas el portavoz del Gobierno polaco Jerzy Urban.
La persona privada Walesa plantea todav¨ªa serios quebraderos de cabeza al r¨¦gimen, a la vista del despliegue de fuerzas realizado en torno a su casa ayer en Gdansk. Al mismo tiempo, la detenci¨®n de Walesa puede: ser detonante de disturbios, que vendr¨ªan bien a los sectores m¨¢s duros del partido, que consideran que todav¨ªa es prematura la suspensi¨®n, aunque s¨®lo sea provisional, del estado de guerra.
A las dos de la tarde de ayer, los alrededores del astillero Lenin, donde en agosto de 1980 empez¨® la huelga que culmin¨® con la fundaci¨®n de Solidaridad, estaban materialmente tomados por las unidades especiales de la polic¨ªa (Zomo), que no dejaban aproximarse a los transe¨²ntes y trataban de mantener bajo control el cambio de turno de los obreros del astillero.
Los trabajadores sal¨ªan, y algunos remoloneaban por la zona donde los polic¨ªas les obligaban a circular. Se escuchaban comentarios ir¨®nicos: "Esta es la democracia", "Mira, parece que guardan un tesoro", dirigidos a los polic¨ªas que formaban un cord¨®n en torno a las tres gigantescas cruces que conmemoran los muertos de 1970.
El monumento, a las mismas puertas del astillero Lenin, fue inaugurado el 16 de diciembre de 1980, en un acto de reconciliaci¨®n nacional al que asistieron entonces las autoridades comunistas, la Iglesia cat¨®lica y el sindicato independiente, el famoso tri¨¢ngulo que hoy ha sido roto.
Unas flores distintas
Un obrero recordaba: "Por aqu¨ª sal¨ªa yo en 1970, y me acerqu¨¦ a un coche donde vend¨ªan soda, cuando empezaron a disparar". En la pared de la plaza del monumento, una inscripci¨®n con el texto del salmo que dice: "El Se?or dar¨¢ fuerza a su pueblo. El Se?or dar¨¢ a su pueblo la bendici¨®n de la paz
Un trabajador del astillero comentaba, a la vista de los polic¨ªas: "Ayer, ellos pudieron poner sus flores, y a nosotros no nos dejan". Se refer¨ªa a la ofrenda floral realizada el mi¨¦rcoles por representantes del Movimiento Patri¨®tico de Renacimiento Nacional (PRON), organizaci¨®n creada por el Consejo Militar de Salvaci¨®n Nacional (WRON) para tratar de dar una base social m¨¢s amplia al r¨¦gimen.
Dentro del astillero hab¨ªa quedado una masa de unos 2.000 obreros, que empezaron a gritar "Solidaridad, Solidaridad". A las 14.40 horas se oy¨® un enorme aullido, se abrieron de repente las barreras del astillero, y los 2.000 obreros se lanzaron contra los polic¨ªas, que huyeron a toda velocidad.
Los trabajadores se quedaron en torno al monumento, en medio de un viento helado y huracanado, empezaron a cantar el himno nacional, Todav¨ªa no est¨¢ perdida Polonia, y lanzaron gritos de "venceremos", "Solidaridad es una fuerza" y "queremos a Lech".
Entre la gente surgieron varias coronas, que fueron depositadas al pie de las cruces. La mayor¨ªa de los obreros reconoc¨ªa que "tenemos miedo". Uno de ellos dec¨ªa: "Se puede perder el trabajo en cualquier momento, ya hubo 3.000 despedidos en el astillero. En los nuevos sindicatos, hasta ahora, s¨®lo se apuntaron 380". Los obreros estaban ya informados de la detenci¨®n de Walesa, "porque siempre se saben esas cosas. El tel¨¦fono viviente fanciona".
Los reunidos bajo las cruces del monumento gritaban: "No teng¨¢is miedo" y "Todos al monumento", mientras la polic¨ªa permanec¨ªa a distancia sin intervenir, pero provista de lanzagranadas de gases lacrim¨®genos y escudos protectores.
A las cuatro de la tarde, la gente se empez¨® a reunir en la iglesia de Santa Br¨ªgida, la parroquia del astillero Lenin, donde se celebr¨® una misa. En una nave de la iglesia, algunos r¨®tulos dec¨ªan "viva Walesa" y "queremos vivir con dignidad".
Al comienzo de la misa, algunos asistentes se acercaron con una pancarta al altar, y el sacerdote les pidi¨® que la retiraran y advirti¨® que la misa se celebraba por las intenciones de la patria que es nuestra casa, Polonia. Celebr¨® la misa el sacerdote Henryk Jankowski, a quien se considera el capell¨¢n de Walesa. El sacerdote inici¨® la misa con las palabras: "Oremos por nuestros hermanos muertos en 1970, los de la baja Silesia y los que luchan por la dignidad humana", y pidi¨® que la emoci¨®n no suba a l¨ªmites que el individuo no sea capaz de controlar.
En la homil¨ªa, Jankowski pidi¨® prudencia, paciencia y madurez La tesis del sacerdote fue recomendar paciencia a los asistentes y dijo que, de la misma forma en que la semilla sembrada no produce fruto en el momento, sino que se pudre y da frutos en el futuro, lo mismo hay que hacer ahora. El cura Jankowski dijo que la Iglesia tiene que cumplir tareas dif¨ªciles para suavizar la situaci¨®n. "Esto se repiti¨® muchas veces a lo largo de los ¨²ltimos 35 a?os". "Estamos muriendo como las semillas que luego dan fruto, pero viviremos con la esperanza de que las generaciones futuras recogan la cosecha".
El sacerdote hizo una alusi¨®n a los "vecinos" que podr¨ªan pretender penetrar en el proceso de recogida del trigo, y dijo: "No necesitamos vecinos bondadosos, tenemos diez dedos y podemos servirnos nosotros mismos".
Al final de la misa, el sacerdote pidi¨® una oraci¨®n por el Papa, por los internados y los ausentes, y a?adi¨®: "Deploro que Lech no est¨¦ entre nosotros, pero creo que ¨¦l recibir¨¢ nuestra oraci¨®n". Finalmente apel¨® a la juventud para que se comportara con madurez al regresar a casa: "Guardad una actitud digna del polaco que da testimonio de la verdad". Los asistentes a la misa levantaron la mano con los dedos en se?al de victoria y cantaron la canci¨®n que concluye con la estrofa "devu¨¦lvenos, Se?or, la patria libre".
Al salir de la iglesia hubo conatos de manifestaci¨®n, que fueron disueltos por la polic¨ªa con lanzamiento de gases lacrim¨®genos, a los que la gente respondi¨® con gritos de "traidores, traidores".
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