"Es necesario implicar en riesgos industriales a los principales intermediarios financieros"
Pregunta. ? Que criterio va a seguir su departamento en la asignaci¨®n de subvenciones?, y, m¨¢s concretamente, ?cu¨¢l va a ser la estrategia gen¨¦rica en lo que se refiere a los planes de reconversi¨®n industrial de los sectores en crisis?R. Me parece que todav¨ªa es pronto para poder hablar de planes de actuaci¨®n concretos. He pedido ya a mis colaboradores que me hagan un estudio exacto de la situaci¨®n actual, aunque lo que s¨ª tengo es una cierta sensaci¨®n de insatisfacci¨®n sobre c¨®mo han ido funcionando las reconversiones de sectores en crisis hasta este momento. No quiero entrar en cr¨ªticas puntuales sobre actuaciones anteriores; lo que en este momento interesa es dar a conocer mi firme voluntad pol¨ªtica de que determinados temas que actualmente est¨¢n parados, sean llevados a Consejo de Ministros en el primer trimestre del pr¨®ximo a?o.
En muchos casos existen connotaciones importantes a nivel pol¨ªtico que deben ser contempladas junto al esfuerzo financiero adicional para llegar a una soluci¨®n definitiva. Decisiones como la localizaci¨®n geogr¨¢fica de las nuevas inversiones o los centros de producci¨®n que hayan de ser redefinidos exceden a las competencias estrictas de este Ministerio. Por tanto, debe ser el propio Gobierno quien adopte estas decisiones. Sin embargo, en lo que estoy reflexionando m¨¢s en estos momentos es en la metodolog¨ªa que se ha venido aplicando en los planes de reconversi¨®n y que desde mi actual punto de vista presenta m¨²ltiples inconvenientes.
P. ?Cu¨¢les son estos inconvenientes metodol¨®gicos a los que se refiere y c¨®mo intentar¨¢n superarlos?
R. El primer inconveniente que ofrece la metodolog¨ªa que ha venido siendo empleada es que carece absolutamente de flexibilidad. Por ello se han producido unas desviaciones, posiblemente l¨®gicas, en los objetivos previstos, que han impedido que las nuevas inversiones se canalizasen hacia la renovaci¨®n de los medios de producci¨®n, siendo empleados, en muchos casos, los recursos facilitados en la soluci¨®n de problemas financieros concretos.
Esto representa que no se est¨¢ llevando el dinero hacia donde se debe llevar, y estamos hablando de dinero p¨²blico; por otra parte, se est¨¢ dificultando el reajuste de la empresa, con lo cual o est¨¢s prolongando su agon¨ªa o est¨¢s demorando su reflotaci¨®n.
A este breve an¨¢lisis hay que a?adir la multiplicidad de sistemas de control que existen, que resultan escasamente operativos al incidir unos sobre la actividad de los otros en la mayor parte de los casos.
P. Desde su punto de vista ?c¨²al ser¨ªa la soluci¨®n a estos problemas que plantea?
R. Me gustar¨ªa se?alar que recaen demasiadas obligaciones sobre este Ministerio, y nosotros no podemos decir qu¨¦ es lo que tiene que hacer cada una de las empresas. Nuestro dise?o futuro, casi con toda seguridad,. ir¨¢ encaminado hacia instrumentaci¨®n de mecanismos que permitan dotar de un alto grado de flexibilidad a todas las actuaciones que se refieran a la reconversi¨®n de empresas o sectores en crisis.
Las l¨ªneas fundamentales del nuevo planteamiento, pendientes en cualquier caso de un refrendo del Gobierno, pasan por la creaci¨®n de un ente intermedio que a su vez sea capaz, en un sistema de holding, de crear dos nuevos mecanismos, uno de car¨¢cter sectorial, que es el que controla la gesti¨®n de las empresas del sector, sigui¨¦ndola d¨ªa a d¨ªa, y adem¨¢s es quien recibe el dinero de los cr¨¦ditos.
Por otra parte, es necesario que el segundo de estos mecanismos funcione en el sentido de establecer los planes de reconversi¨®n conjuntamente con las propias empresas.
El ente inicial tendr¨ªa, adem¨¢s, que encargarse de generar otros mecanismos en colaboraci¨®n con las autonom¨ªas de car¨¢cter regional, cuya funci¨®n ser¨ªa crear el plan alternativo por el sistema de la peque?a y mediana empresa, que es el ¨²nico sistema de generar empleo suficiente como para absorber las concentraciones de trabajadores en torno a actividades con escaso futuro.
P. ?Cu¨¢l es la traducci¨®n en medidas concretas, a corto plazo, de este nuevo planteamiento para los sectores industriales en proceso de reconversi¨®n?
R. Pues sencillamente que, a la vista de la situaci¨®n particular de cada caso, determinaremos si es necesario su tratamiento a trav¨¦s de un plan concreto de reconversi¨®n. Pero, si esto se llega a considerar necesario, se har¨¢ siguiendo los cauces que anteriormente he se?alado.
Pretendemos como un objetivo importante terminar con la situaci¨®n anterior, en la que, poco m¨¢s o menos, las empresas ven¨ªan a decir que lo que quer¨ªan eran subvenciones del tipo m¨¢s variado.
No obstante, la llamada ley Bay¨®n, cuyos efectos terminan el pr¨®ximo 31 de diciembre, creo que debe ser prorrogada por un a?o Es prudente mantenerla, por cuanto conforma un marco de actuaci¨®n que podr¨¢ ser modificado posteriormente con m¨¢s calma.
Yo creo que este planteamiento gen¨¦rico, y cada plan en particular, debe ser explicado amplia mente, tanto a los trabajadores como a los empresarios, y que ambos colectivos deben ser capaces de entender que para conseguir salir de la actual crisis econ¨®mica es necesario proceder a realizar fuertes reajustes en la estructura productiva. Evidentemente, ello comporta sacrificios, pero lo que resulta escasamente presentable es aportar fondos p¨²blicos a un saco sin fondo a trav¨¦s de ayudas especiales, cuando es evidente que de esta forma no se van a conseguir m¨¢s resultados que el aplazamiento de una crisis que al ser trasladada en el tiempo resultar¨¢ mayor.
P. En cuanto a sectores concretos, ?cu¨¢l le preocupa m¨¢s por su situaci¨®n actual?
R. Indudablemente, el de la construcci¨®n naval. El retraso brutal en la soluci¨®n de los problemas de este sector no tiene ninguna explicaci¨®n, m¨¢xime si se tiene en cuenta que la mayor parte de las empresas que lo integran est¨¢n participadas mayoritariamente por el Estado. Unicamente se me ocurre que es debido a una evidente falta de decisi¨®n pol¨ªtica atribuible al Gobierno anterior y al anterior del anterior.
Este sector y el de la siderurgia integral son los que van a ser objeto de atenci¨®n por parte de los hombres de mi departamento con car¨¢cter prioritario.
P. Para terminar con los temas de reestructuraciones sectoriales, ?cu¨¢l va a ser su actitud ante el creciente proceso de sustituci¨®n de capitales en riesgo que vienen realizando los intermediarios financieros, aunque para ello tengan que asumir p¨¦rdidas?
R. Una de las cr¨ªticas que antes no hab¨ªa mencionado es que la falta. de coordinaci¨®n en la pol¨ªtica de reconversi¨®n, esta falta de ideas, ha hecho que sea imposible implicar a los intermediarios financieros en la reconversi¨®n en la medida en que era necesario. Efectivamente, muchos de ellos se han salido de todo lo que era capital riesgo, aun aceptando p¨¦rdidas importantes, y se lo han pasado al Estado.
Yo creo que ah¨ª tenemos una importante discusi¨®n pendiente con la banca, que yo pienso promover en su d¨ªa con el respaldo del ministro de Hacienda, que es la implicaci¨®n en riesgos industriales a trav¨¦s del proceso de reconversi¨®n y a trav¨¦s de otros procesos de nuevas inversiones en sectores industriales de los grandes intermediarios financieros de este pa¨ªs. Creo que ¨¦sta es una situaci¨®n con la que hay que acabar r¨¢pidamente.
P. Para entrar ya en temas m¨¢s concretos, ?cu¨¢l es su posici¨®n ante el problema del pago de los intereses de la deuda internacional de Aluminio Espa?ol?
R. En el tema de Aluminio Espa?ol existe un calendario bastante estricto de pagos de intereses. Evidentemente, a nadie le gusta tener que pagar estas tasas, pero no constituyen un problema apremiante ni para el Gobierno, ni para la situaci¨®n de la balanza de pagos, ni para las reservas. La impresi¨®n que yo tengo al respecto se resume en el dicho popular que remacha el que dos no pueden trabajar juntos si uno de ellos no quiere.
En este sentido, yo tengo la intuici¨®n de que ese problema, estando, como est¨¢, implicado el sector p¨²blico franc¨¦s, no se puede ni se debe resolver en un contexto aislado. Desde mi punto de vista, debe ser objeto de tratamiento en un contexto globalizado, en el que se incluyan las relaciones gen¨¦ricas que mantiene nuestro pa¨ªs con Francia. Por supuesto, no se trata de globalizar todo para resolver el problema de Aluminio Espa?ol; pero ese tema, como otros muchos que pueden surgir entre el sector p¨²blico espa?ol y el galo, deber¨ªamos tratar de reconducirlo al campo de las relaciones bilaterales, donde se pudiese establecer una relaci¨®n de intercambio de cesiones, por calificarlo de alguna manera.
P. Continuando con los temas concretos, ?cu¨¢l va a ser la postura de su departamento ante los problemas de Presur?
R. En estos momentos no tenemos una visi¨®n excesivamente clara sobre el tema de Prerreducidos del Sur. Soy sensible a las cr¨ªticas que se han hecho sobre este proyecto. Pero tengo la impresi¨®n de que existe una valoraci¨®n pol¨ªtica que en esta situaci¨®n en la que vive Espa?a es preciso considerar. Cuando de regiones productoras de materias primas estamos sacando constantemente dinero como consecuencia de la crisis, hay que tener siempre la delicadeza de considerar que en Andaluc¨ªa, para temas industriales, se ha pedido poco dinero. La poca industria que hab¨ªa de alguna entidad (me estoy refiriendo tanto a la textil como a la minera) est¨¢ tambi¨¦n en crisis y, por consiguiente, hay que introducir otros criterios de valoraci¨®n que los de estricta rentabilidad econ¨®mica directa.
P. ?C¨®mo se va a enfrentar el nuevo titular del Ministerio de Industria a la crisis que atraviesa Explosivos R¨ªo Tinto?
R. Este Gobierno ha tenido un especial cuidado en evitar por el momento cualquier implicaci¨®n en el problema. Evidentemente, esto no quiere decir que permanezcamos al margen de la situaci¨®n; lo que s¨ª me gustar¨ªa resaltar es que en ning¨²n momento se ha asumido compromiso alguno ni con los actuales responsables de la empresa ni con sus acreedores. Hemos escuchado a unos y a otros, y en este momento tenemos bastante clara cu¨¢l es la situaci¨®n real de Explosivos R¨ªo Tinto.
Por mi parte, yo tengo bastante claro que se trata de una crisis bastante m¨¢s profunda que la simplemente financiera que se est¨¢ intentando ofrecer a la opini¨®n p¨²blica. La mayor parte de las divisiones en las que se v¨¦rtebra la actividad de Explosivos dan p¨¦rdidas anualmente, y esto no es posible achacarlo s¨®lo a dificultades financieras coyunturales.
A pesar de las presiones, entiendo que leg¨ªtimas, a las que el Gobierno se ha visto sometido por los responsables de la compa?¨ªa para que mediara en el acuerdo de refinanciaci¨®n de la deuda, hemos considerado siempre que ¨¦ste deber¨ªa ser un acuerdo previo al que llegasen las partes interesadas. A partir de aqu¨ª, el Gobierno considerar¨ªa cu¨¢l ser¨ªa su l¨ªnea de actuaci¨®n con el grupo, y en eso es precisamente en lo que estamos. Pero en cualquier caso, y esto es importante destacarlo, sin asumir ning¨²n compromiso con lo que ha pasado hasta ahora.
Dentro de esta l¨ªnea, estamos estudiando los problemas estrat¨¦gicos de Explosivos, tanto en su vertiente financiera como industrial. El replanteamiento de la parte industrial puede representar una reestructuraci¨®n de algunos grupos, fundamentalmente en el sector qu¨ªmico.
En el aspecto financiero, mi intenci¨®n es que Explosivos sea un poco la piedra de toque de la pol¨ªtica que va a asumir el nuevo Gobierno ante situaciones como ¨¦sta. En definitiva, mi intenci¨®n es que quede claramente expuesto el cuidado y solicitud exquisita que se van a poner en que las cargas del ajuste de una situaci¨®n de crisis se repartan con justicia y con absoluta transparencia, sin que nadie se salga del tema.
P. En cualquier caso, ?existe ya alg¨²n plan dise?ado, y susceptible de ser aplicado r¨¢pidamente, en el que se incluyan actuaciones concretas, e incluso con nombres, para sustituir a los actuales responsables de Explosivos, conforme se ha venido apuntando en algunos medios?
R. En estos momentos, lo que s¨ª existe es un conocimiento bastante exhaustivo de la empresa que nos permite afirmar que sus problemas no se resolver¨ªan a pesar de que se consiguiese una ayuda important¨ªsima de los acreedores que supusiera la reducci¨®n de las cargas financieras a valores simb¨®licos durante un per¨ªodo prolongado.
Esto significa que hay que contemplar la segregaci¨®n de activos y pasivos, de ventas, de absorciones, etc¨¦tera. El Gobierno ha solicitado informaci¨®n por parte de la empresa, y con esto est¨¢ haci¨¦ndose su composici¨®n de lugar.
En cuanto a los rumores que han venido circulando intensamente sobre la posibilidad de que algunas de estas operaciones, que parecen l¨®gicas, estuviesen ya a punto de materializarse, quiero insistir en que el Gobierno, hasta el momento, no ha actuado en ning¨²n caso. Posiblemente se pretend¨ªa generar un clima de confianza entre los acreedores que permitiese negociar los 10.000 millones de financiaci¨®n adicional en l¨ªneas de descuento; pero por nuestra parte no ha habido ning¨²n tipo de acuerdo ni compromiso.
Tampoco han sido fundados los comentarios sobre la reestructuraci¨®n de los ¨®rganos de direcci¨®n de la empresa. Evidentemente, sus actuales responsables tienen un problema de credibilidad, tanto p¨²blica como frente a los acreedores, y ser¨ªa l¨®gico pensar en la posibilidad de su relevo. Pero de ah¨ª a afirmar que el Gobierno ya tiene designados sus sustitutos media una distancia considerable.
P. Cambiando un poco el tema, ?c¨®mo se ve desde el Ministerio de Industria un sector tan importante como es el el¨¦ctrico, donde, al parecer, se han agravado sustancialmente los problemas financieros en los ¨²ltimos meses?
R. Efectivamente, las empresas del sector el¨¦ctrico est¨¢n atravesando un momento complicado que, sin embargo, no creo que resulte tan comprometido como se ha podido o¨ªr por ah¨ª. Es cierto que las el¨¦ctricas han realizado unos fuertes planes de inversi¨®n que son los m¨¢s altos de su historia; las caracter¨ªsticas de la crisi les ha obligado a concentrar mucho sus riesgos de inversi¨®n en un per¨ªodo relativamente corto de tiempo y ha venido a coincidir con dos fen¨®menos: el de la fuerte subida de los tipos de inter¨¦s y el de la debilidad de la peseta, que ha hecho que sus deudas en divisas se multiplicasen. Este conjunto de circunstancias ha provocado un importante aumento de sus cargas financieras.
Sin embargo, la situaci¨®n actual, con ser preocupante, no es en absoluto, angustiosa. Despu¨¦s de la devaluaci¨®n de la peseta y del reajuste de tarifas de la mayor parte de las energ¨ªas primarias, cuan do las compa?¨ªas del sector solicitan un aumento de tarifas tan s¨®lo uno o dos puntos de esta subida est¨¢n justificados por el aumento del precio de los combustibles.
P. Hablando de tarifas, ?para cu¨¢ndo la pr¨®xima subida?
R. Mi opini¨®n personal, y as¨ª se lo he hecho saber al Gobierno, es que el reajuste en los precios de la energ¨ªa el¨¦ctrica deber¨ªa ser asumido de forma inmediata. Por lo tanto esto quiere decir que la postura de este departamento abunda en la necesidad de que antes de fin de a?o se proceda a la revisi¨®n de las tarifas el¨¦ctricas. El incremento en sus costes de producci¨®n, con independencia de cual sea su origen, es una realidad incuestionable y el aplazamiento de la subida ¨²nicamente contribuir¨ªa a enrarecer m¨¢s un ambiente que de por s¨ª es extremadamente proclive a estos fen¨®menos.
P. Metidos ya en temas energ¨¦ticos ?c¨²al va a ser el futuro del PEN (Plan Energ¨¦tico Nacional)?
R. Yo creo que el PEN ha cumplido su funci¨®n, pero que en estos momentos presenta desviaciones importantes en cuanto a sus previsiones, especialmente en lo que se refiere a las espectativas de consumo, e incluso a las energ¨ªas sustitutorias. Tambi¨¦n quiero se?alar que las previsiones de el PSOE en cuanto a la producci¨®n de origen nuclear, que establec¨ªan el l¨ªmite en 7,5 miles de megavatios, son flexibles y que a¨²n est¨¢ por determinar cual ser¨¢ la potencia real que suministren al sistema, en cualquier caso se me ocurre que
o es un tema estrictamente trascendental para el futuro energ¨¦tico del pa¨ªs.
P. Siempre que se habla de energ¨ªa nuclear surge un tema obligado de conversaci¨®n ?qu¨¦ va a ser de la central de Lem¨®niz?
R. Quiero dejar muy clara mi firme convicci¨®n personal de que esta central nuclear debe entrar en funcionamiento. Sin embargo comporta una decisi¨®n pol¨ªtica que debe ser asumida por el Gobierno, e interrelacionada con las autoridades auton¨®micas. Por el momento se me ocurre que para terminar con la actual situaci¨®n de indefinici¨®n se deben centrar todos los esfuerzos en consolidar el fin de la construcci¨®n del primer grupo de esta central, a¨²n cuando soy consciente de que una soluci¨®n definitiva dif¨ªcilmente podr¨¢ ser aportada antes del principio del pr¨®ximo verano. Para los intereses energ¨¦ticos del pa¨ªs es importante que Lem¨®niz entre en funcionamiento en un plazo que resulte lo mas breve posible.
P. Continuando con los problemas del sector el¨¦ctrico ?c¨®mo se va a instrumentar la participaci¨®n del Estado en la red de distribuci¨®n de alta tensi¨®n?
R. Creo que en este sentido la voluntad del Gobierno est¨¢ muy clara. Actualmente el sector privado cuenta con una empresa que se encarga de controlar la facturaci¨®n y distribuci¨®n de este tipo de energ¨ªa, se llama Asel¨¦ctrica. El camino l¨®gicamante debe apuntar, para que sea efectivo, y no excesivamente caro, por el incremento del protagonismo de la Administraci¨®n en esta sociedad, para conocer, en primer lugar, sobre el terreno los problemas que se plantean, y poder dise?ar a continuaci¨®n una estrategia consecuente con las necesidades existentes.
La voluntad del Gobierno es firme en este sentido, y lo que s¨ª tenemos bastante claro es que no nos vamos a lanzar a una aventura que pr¨¢cticamente s¨®lo conocemos de oidas. Hay que estar ah¨ª y empezar a comprender cuales son los problemas cotidianos antes de tomar cualquier decisi¨®n.
P. Metidos en los temas de la participaci¨®n p¨²blica en las empresas ?cuales van a ser los nuevos criterios de actuaci¨®n de las empresas participadas mayoritariamente por el Estado?
R. Desde mi punto de vista las empresas p¨²blicas tienen dos grandes problemas: la capacidad de gesti¨®n de algunos de los hombres que las dirigen, en definitiva su credibilidad, y sus problemas estructurales que suelen partir de su configuraci¨®n financiera, excesivamente endeble en el cap¨ªtulo de recursos propios.
En el primero de estos dos cap¨ªtulos vamos a proceder a la remodelaci¨®n de los ¨®rganos directivos de una buena parte de las empresas p¨²blicas buscando, fundamentalmente optimizar sus resultados. Evidentemente en este sentido juegan un papel muy importante las personas que ocupen cargos decisorios en ellas, y en este sentido vamos a utilizar un criterio selectivo de responsables al m¨¢ximo nivel que contemple dos perspectivas, la de la eficacia y la de la credibilidad.
En cuanto a la escasa proporci¨®n de los recursos propios de las empresas p¨²blicas sobre sus vol¨²menes totales de actividad, hay que intentar corregirlos, aunque esto es un proyecto a m¨¢s largo plazo que debe contar con un respaldo parlamentario importante.
P. Para terminar ?estos criterios de actuaci¨®n van a ser estrictamente aplicables al Instituto Nacional de Industria?.
R. Evidentemente s¨ª. La profesionalizaci¨®n de la empresa p¨²blica es un desafilo que se ha planteado el actual Gobierno, y est¨¢ firmemente convencido de que su soluci¨®n satisfactoria puede representar una aportaci¨®n sustancial a la modernizaci¨®n de este pa¨ªs, a la vez que contribuir¨¢ a que todo funcione un poco mejor.
Por tanto el INI, de alguna forma el mecanismo aglutinador de la mayor parte de las empresas p¨²blicas, debe responder estrictamente a estos planteamientos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Prerreducidos del Suroeste
- II Legislatura Espa?a
- Carlos Solchaga
- INI
- Uni¨®n Explosivos R¨ªo Tinto
- Declaraciones prensa
- MIE
- Aluminio Espa?ol
- Precios
- Gobierno de Espa?a
- Bienes equipo
- Maquinaria
- Empresas multinacionales
- Cuenta resultados
- PSOE
- Pol¨ªtica industrial
- Energ¨ªa nuclear
- Pol¨ªtica energ¨¦tica
- Empresas p¨²blicas
- Ministerios
- Electr¨®nica
- Legislaturas pol¨ªticas
- Partidos pol¨ªticos
- Energ¨ªa el¨¦ctrica
- Sector p¨²blico