Condena al director de 'Egin'

Se?or director, por muy extra?o que le parezca, un viejo activista revolucionario, y en su d¨ªa practicante de la violencia si uno quer¨ªa vivir en aquella sociedad de can¨ªbales que era la Catalu?a de los a?os 1921-1930 y 1932-1935, hoy discrepa de sus puntos de vista con respecto a la sentencia reca¨ªda contra el director de Egin.El terrorismo vasco y sus valedores encubiertos no son ni m¨ªnimamente defendibles en nombre del derecho a la informaci¨®n, como he tenido oportunidad de constatar repetidas veces. Pero, se?or director, ?qu¨¦ hay y qu¨¦ se pretende con su pr¨¢ctica? Usted lo sabe, y lo ha dicho varias veces; pero ello no le autoriza a defender, en nombre de unos supuestos derechos de informaci¨®n que un d¨ªa su peri¨®dico no pueda ejercer, rompiendo lanzas a favor de lo que, de tanto en cuanto, Egin publica. Su editorial -y usted me perdone la franqueza- no es digno de su ecuanimidad y cordura proverbial y que ha hecho de EL PAIS, para m¨ª, el mejor peri¨®dico diario que se edita en Espa?a.

Nosotros, los luchadores con la pistola en la mano all¨¢ por los a?os veinte y treinta de este siglo, luch¨¢bamos contra unas persecuciones sangrientas y contra un Estado de miseria y de pactos de hambre, pero lo hac¨ªamos a cara descubierta, sin capuchas y con los ri?ones por delante, sin ser aupados, en aquel sangriento per¨ªodo, por intereses materiales movi¨¦ndose por debajo de la mesa como hoy en el Pa¨ªs Vasco, todo adornado de un nacionalismo de hisopo y caverna, bajo el pretexto de una rep¨²blica vasca proletaria marxista-leninista.

Conocimos esa clase de nacionalismo en la Catalu?a de aquellos a?os, un nacionalismo de mentira y estafa que se carg¨® a 132 compa?eros, entre ellos a uno de los mejores l¨ªderes de la clase que ¨¦sta haya tenido hasta el momento, Salvador Segu¨ª; pero ese terrorismo vasco es m¨¢s que una falacia, y tambi¨¦n lo son esos palafreneros que publican los comunicados de asesinatos de hombres, ni?os y mujeres, independientemente de la condici¨®n social que ocupen en la vida del pa¨ªs esos sacrificados. /